Premios de cine

Almodóvar toca el cielo en la Mostra de Venecia

El director manchego alza el mayor galardón de la noche con su primero film en inglés y se convierte en el primer español en hacerse con la prestigiosa estatuilla

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Nando Salvà

Nando Salvà

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Ya está. Esta noche, posiblemente muchos años más tarde de lo que habría recomendado la sensatez, Pedro Almodóvar ha dejado de figurar en la lista de los mejores cineastas vivos que jamás han ganado el primer premio de ninguno de los tres principales festivales de cine del mundo, esa en la que aún figuran autores como David Cronenberg, Jim Jasmusch y Hou Hsiao-hsien. Dos de sus películas compitieron en la Berlinale, y ambas se fueron de vacío. Seis de ellas vieron la luz en Cannes en busca de la Palma de Oro; ninguna consiguió el objetivo, pero gracias a ‘Todo sobre mi madre’ obtuvo allí el galardón a la Mejor Dirección, y ‘Volver’ le proporcionó a él el premio al Mejor Guion y a sus seis actrices el premio a la Mejor Interpretación Femenina.

Pedro Almodóvar gana el León de Oro en Venecia

Pedro Almodóvar gana el León de Oro en Venecia / AGENCIAS

Proporcionalmente, la Mostra de Venecia siempre fue el certamen más generoso con él. En 2019 le concedió un León de Oro honorífico, y todas las películas con las que ha concursado aquí han acabado ganando algo. En 1986 el certamen recompensó el guion de ‘Mujeres al borde de un ataque de nervios’, en 2021 concedió a Penélope Cruz la Coppa Volpi por su trabajo en ‘Madres paralelas’ y ahora, gracias al León de Oro obtenido por ‘La habitación de al lado’, Almodóvar acaba de convertirse en el segundo director español que gana tan prestigioso galardón, y el primero en hacerlo con una película española. Luis Buñuel se hizo con él en 1967 gracias a la producción francesa ‘Belle de Jour’.

El logro que representa el galardón resulta aún mayor si se tiene en cuenta que, con ‘La habitación de al lado’ -historia de dos viejas amigas se reencuentran tras muchos años sin saber la una de la otra, y cuando una de ellas se enfrenta a un cáncer terminal- el manchego se ha impuesto una serie de riesgos creativos inusuales para un director de 74 años.

La cineasta italiana Maura Delpero sostiene el León de Plata - ran Premio del Jurado- por su película 'Vermiglio'.

La cineasta italiana Maura Delpero sostiene el León de Plata - ran Premio del Jurado- por su película 'Vermiglio'. / Ettore Ferrari

Es, de entrada, el primero de sus largometrajes rodado íntegramente en inglés -en parte a modo de ensayo, ya filmó en ese idioma los cortos ‘La voz humana’ y ‘Extraña forma de vida’-, y también supone para él una salida de la zona de confort por otros motivos: probablemente sea la película más comedida de su carrera a nivel estético y, pese a hablar de un tema tan propenso a generar sentimentalismo como la muerte -hoy, al recoger el premio, Almodóvar ha hecho un contundente alegato en favor de la eutanasia-, redobla la apuesta a favor del tipo de contención dramática que el director lleva varias películas practicando. Las predicciones no la incluían entre las películas favoritas a ganar el León de Oro pese a que tras su proyección de gala en el certamen recibió una ovación de 17 minutos, en gran medida porque buena parte de las críticas no fueron positivas. Está claro que el jurado presidido por Isabelle Huppert no se ha dejado influenciar por ellas.

Las películas que sí aparecían mencionadas más a menudo en esas quinielas como candidatas a ocupar lo más alto del palmarés han acabado repartiéndose el resto de galardones más importantes. El Gran Premio del Jurado -algo así como el equivalente a una medalla de plata- ha ido a parar al cuarto largometraje de la italiana Maura Delpero, ‘Vermiglio’, hipnótico retrato de los habitantes de un pueblo situado en los Alpes durante el último año de la Segunda Guerra Mundial cuya mayor virtud es la mezcla de sutileza y rotundidad con la que apela a la emotividad del espectador, apoyando su carga dramática en el imponente paisaje y los rostros de los actores y sin caer en estrategias sensibleras.

El director estadounidense Brady Corbet sostiene el León de Plata al Mejor Director por 'The Brutalist'.

El director estadounidense Brady Corbet sostiene el León de Plata al Mejor Director por 'The Brutalist'. / Ettore Ferrari

El Premio Especial del Jurado ha recaído en el implacable nuevo trabajo de Dea Kulumbegashvili, ‘Abril’, que se sirve de la historia de una ginecóloga dedicada a practicar abortos clandestinos en la Georgia rural -contada a través de la sucesión de planos estáticos e increíblemente largos que la cineasta ha convertido en sello propio- para funcionar a modo de ataque al orden patriarcal tan poético como aterrador, y tan bello como brutal. Y el estadounidense Brady Corbet ha obtenido un premio a la Mejor Dirección que en realidad sabe a poco por ‘The Brutalist’, una película monumental que habla del precio que tiene ir en busca de esa falacia de Sueño Americano -y de lo que significa ser un artista, la historia de Europa, la identidad judía y el antisemitismo, la experiencia inmigrante, la corrupción consustancial al poder y muchas otras más-, sin duda la más apabullante de cuantas se han presentado este año en la Mostra.

Igualmente acertadas, por último, son las decisiones de los jueces en las categorías interpretativas. El trabajo de Nicole Kidman en ‘Babygirl’, la intriga cargada de complicadas escenas de sexo gracias a la que ha ganado la Coppa Volpi a la Mejor actriz, sin duda es uno de los más logrados de su carrera -la actriz no ha estado presente en la gala a causa del fallecimiento de su madre-; y el ofrecido en ‘Jugar con fuego’ por Vincent Lindon, Coppa Volpi al Mejor Actor, es lo único indiscutible de una película -sobre un padre que ve impotente cómo su hijo mayor se convierte en un neonazi- profundamente discutible.