CÓMIC

El arte de colorear viñetas: José Villarubia y su trabajo con la obra de Richard Corben y otros maestros de la narración gráfica

Referente en materia de color en el cómic, el madrileño se enfrenta al ambicioso reto de restaurar el catálogo artístico del autor de 'Den' y 'Mundo Mutante' mientras mantiene colaboraciones con nombres imprescindibles como Alan Moore o Guillermo del Toro

Trabajo de coloreado de Villarubia para un cómic de Andy Clarke, 'Defenders of the Earth #1'.

Trabajo de coloreado de Villarubia para un cómic de Andy Clarke, 'Defenders of the Earth #1'. / / Cedida

Alex Serrano

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Cualquiera con edad para recordar la edad dorada de las revistas de cómic en España, desde Dossier Negro hasta Zona 84, pasando por TotemDelta o Comix Internacional reconoce la figura del estadounidense Richard Corben como autor que dejó una huella indeleble en aquellas impresionables retinas. La fantasía desatada, los cuerpos hipermusculados y la aventura más grande que la vida que el autor de Den y Mundo Mutante supo sublimar como nadie cuentan ya con un lugar destacado en la historia del arte.

La asignatura pendiente de muchos de los cómics de la era anterior a lo digital reside en haber sido impresa de una manera que no era todo lo fiel que podría con la intención original del artista. En el caso de Richard Corben, que se adelantó a su época con una manera de entender el color tan única como compleja, esto era más una obligación que una pura necesidad. Y ahí, precisamente, es donde entra en juego la figura del español José Villarrubia. Fotógrafo, artista y profesor en instituciones como el Maryland Institute College of Art, este madrileño residente en Baltimore lleva desde años trabajando como colorista de cómic al más alto nivel, colaborando con artistas como Jae LeeBill Sienkiewicz o Paul Pope, participando en distintos proyectos del guionista Alan Moore o restaurando el color de una obra maestra del cómic estadounidense como La Cosa del Pantano de Len Wein y Berni Wrightson. Los comics no fueron mi primer trabajo. Cuando empecé tenía treinta y dos años y ya era profesor de universidad desde hacía siete, había trabajado como pintor y expuesto fotografías de bellas artes durante varios años”, explica el español.

La confianza de Richard Corben

Sin embargo, de entre los muchos hitos de su intensa carrera, el que podría definirse sin ambages como auténtico proyecto vital es el haberse convertido en director artístico de las reediciones en proyecto de toda la obra de Richard Corben. “Empecé a colorear a Corben en 2002, en la serie Cage para Marvel. Tuvimos muy buen rollo desde el principio y desarrollamos una amistad profesional. Diez años más tarde, con su apoyo y ayuda, pasé un año restaurando sus cómics de la editorial Warren, publicados en España por Planeta como Creepy presenta Richard Corben”, recuerda José Villarrubia. Esta experiencia, destaca el español, fue un aprendizaje total, ya que el trabajo de Corben a color estaba hecho con técnicas nada convencionales, que él mismo inventó. “Yo tuve que hacer algo parecido, y experimentar e inventar técnicas digitales para su recuperación. Corben quedó muy contento con esas restauraciones, así que otros diez años más tarde, yo estaba más que preparado para emprender una restauración de todos sus clásicos. Lo más importante es que Corben, que era en general una persona muy privada, confiaba en mí, y me hacía preguntas técnicas de vez en cuando”, destaca el colorista.

Corben consideraba a José Villlarrubia “un artista más que un colorista”, y esa confianza llevó a que, tras la muerte del dibujante norteamericano en 2020, su viuda, Donna y su hija, Beth, pusieran en manos del madrileño este monumental proyecto. “Con su apoyo total”, cuenta, “me ocupé de organizar los volúmenes que había que restaurar, localizando los originales, decidiendo y recopilando los extras…”. “El que se me reconociera oficialmente como director artístico de la colección fue algo que no me esperaba, pero me alegra que se sepa, porque es verdad”, concluye. Villarrubia rememora cómo ya había hecho una labor similar previamente en el volumen Creepy presenta Richard Corben, “sin crédito y casi gratis”.

Una restauración, la de Creepy presenta Richard Corben, que fue mucho más complicada que las nuevas restauraciones. “En Den dispongo de escaneos detallados de todas las páginas originales y buenas impresiones de la época. Pero los cómics de Creepy Eerie, publicados en su día por la editorial Warren, son otra cosa”, subraya Villarrubia. Los originales están o bien dispersos o bien directamente desaparecidos, y las impresiones fueron regulares o malas. “Algunas historietas como Judas La Herencia de los Woodlick (Vampirella) se imprimieron tan increíblemente oscuras que fue muy, muy difícil extraer imágenes de las impresiones para que se vieran”, señala el madrileño.

Cómo se restaura el color de un cómic

El trabajo de José Villarrubia requiere no solo una gran pericia técnica, sino una enorme sensibilidad artística y un conocimiento profundo del medio. “Los métodos originales ya no se pueden utilizar, porque ya no existen. En el caso de la mayoría de los comics americanos, el método que se usaba desde 1900 hasta los años noventa del siglo pasado consistía en crear guías de color para que luego un grupo de artesanos especializados hicieran separaciones de color para mandar a la imprenta”, detalla el colorista. A partir de los noventa, el color pasó a ser digital, y con la popularización de los ordenadores personales, hecho por una sola persona. “Para mí es muy importante respetar los colores de la obra original y reproducir una versión de cómo se imprimió en su día. Pero al hacerlo de forma digital, la única forma que se puede, permite corregir pequeños fallos de impresión como errores en el color, fallos en el registro, y otros detalles que pueden distraer de la calidad de la obra”, resume. La tecnología actual también facilita las cosas: se puede mejorar mucho la calidad de la reproducción del dibujo, usando escaneos modernos con mucho detalle del dibujo original.

José Villarrubia, además de desarrollar una imponente labor como colorista y restaurador, también ha hecho gala de un interés divulgador muy activo, que se puede ver en sus jugosos posts de Facebook titulados From a colorist's perspective, que inició durante el confinamiento de la pandemia. Así, desgrana con soltura cuáles son los pasos para emprender un proyecto de restauración como el que está realizando con la obra de Richard Corben. “Lo ideal es tener acceso a los dibujos originales. Esto a veces significa investigar bastante dónde se encuentran y se pueden conseguir escaneados de ellos. A menudo están esparcidos por todo el mundo, y en general los coleccionistas cuando se les contacta están encantados de mandar escaneados en alta resolución, pero no siempre”, detalla.

Si no se consiguen los originales, continúa, las editoriales tienen a veces versiones bien reproducidas de ellos. También hay que tratar de conseguir las mejores impresiones a color previas. “Eso significa consultar no solo la edición original, sino también reediciones, incluidas las internacionales. Muchas veces hay que combinar varias fuentes para conseguir la referencia para que los colores funcionen mejor”, especifica. Una vez que se tienen estos dos elementos, Villarrubia los combina en Photoshop. “En el caso de colores planos, como los del cómic de La Cosa del Pantano de Bernie Wrightson, copio cada color en el nuevo archivo que tiene el dibujo a línea. En el caso de Corben, los dibujos suelen tener modelados, tanto en los grises de los dibujos como en los colores, y a veces detalles extras en la impresión. Así que para estos últimos combino los archivos a color y blanco y negro. Luego, dependiendo del caso, tengo que arreglar pocas o muchas cosas, lo cual requiere tiempo. Pero vamos, cada página es un mundo”, desarrolla.

El dibujante de cómics más experimental del siglo XX

El caso concreto de Corben, explica José Villarrubia, supone un reto adicional debido a su utilización de diversas técnicas de color. “He dicho otras veces que fue el dibujante de cómics más experimental del siglo XX. Hizo de todo: cómics dibujados con materiales tradicionales, coloreados a la acuarela, pintados al óleo, incorporando collage y programas digitales 2D y 3D. Incluso realizó dos fotonovelas increíbles. Pero su innovación más importante fue una técnica que inventó, dibujando a mano cada una de las cuatro panchas de color para la imprenta: es decir, la negra, la amarilla, la cian y la magenta”, desarrolla el madrileño. Esto, explica, le permitió conseguir resultados increíbles: “colores saturadísimos y puros, algo que no se había visto antes. Esta técnica es prácticamente irrepetible, y a la vez fue efímera. Las planchas de color que pintó a mano fueron desechadas y no pueden ser usadas para la restauración. Por lo tanto, me inventé diversos métodos para incorporar el color de las páginas impresas con los escaneados de las planchas originales”. Que el dibujante norteamericano conservase todas las páginas y portadas originales de Den, su obra más importante, ha facilitado mucho la recuperación de esta obra en cinco volúmenes, que ahora, por primera vez, se presenta completa.

Sin embargo, y tras completar la restauración de siete volúmenes y tener al menos cinco más en proyecto, el trabajo de José Villarrubia no para con la obra de Richard Corben. “Acabo de terminar una nueva versión a color de la historia del gran Enki BilalExterminador 17, que saldrá en Francia en una edición de lujo de Casterman. Como colorista tengo trabajos para varias editoriales: una novela gráfica histórica de terror (para la editorial The Lab), una biografía de una celebrity (para Top Shelf), los segundos volúmenes de las series Dead Romans y Drácula (de Matt Wagner y Kelley Jones,) una nueva serie de misterio/terror (para Comixology), un personaje famoso de espada y brujería (Dark Horse).…” enumera. También trabaja como coeditor, con el cineasta Guillermo del Toro, en un libro ilustrado por el dibujante español Das Pastoras. “Y algunas cosas más que aún están en el aire…”.