Música

'¡Quiero ser libre!', el libro que saca del armario a la música 'queer', de Mari Trini a Michael Stipe

Chavela Vargas, por ejemplo, no admitió públicamente su lesbianismo hasta los 81 años

Michael Stipe, solista del grupo musical REM.

Michael Stipe, solista del grupo musical REM. / CARLOS ALVAREZ-HERRERA

EFE / Irene Dalmases

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Cuando a la periodista Núria Martorell le propusieron escribir '¡Quiero ser libre!' tuvo claro que las ilustraciones serían de Francina Cortés. Amigas desde hace años, juntas han pasado meses dando forma al libro que saca del armario a la música 'queer', desde principios del siglo XX a la actualidad.

En una entrevista con EFE, ambas rememoran las muchas horas destinadas a preparar los listados de los artistas que aparecen, desde Leonard Bernstein, sir Elton John o Madonna, a Mari Trini, mito para la comunidad lésbica en España, o las canciones escogidas y que pueden escucharse gracias a los códigos QR que han incluido, un total de quince horas de reproducción.

También debatieron sobre cómo debían plantear las biografías o quién merecía una ilustración.

La periodista Núria Martorell, autora de '¡Quiero ser libre!', con Francina Cortés, ilustradora.

La periodista Núria Martorell, autora de '¡Quiero ser libre!', con Francina Cortés, ilustradora. / Irene Dalmases

Convencida Núria Martorell de que la música vinculada al movimiento LGTBIQ+ tiene una historia que merece ser revisada, tampoco obvia lo que sufrieron algunos de los protagonistas de la obra -unos 180, más mujeres que hombres- por no poderse mostrar tal y como se sentían, ya fuera por el momento social que les tocó vivir, ya fuera por las propias discográficas.

Chavela Vargas, por ejemplo, no admitió públicamente su lesbianismo hasta los 81 años y eso que nunca se acostó con un hombre. "Fíjate qué pureza, yo no tengo de qué avergonzarme... Mis dioses me hicieron así", tal como queda constatado en el libro.

Publicado por Redbook, a propuesta del editor Manuel Martínez, el volumen se divide en décadas, desde los años veinte del siglo pasado hasta la actualidad, desde lo que se denominó un "oasis de entreguerras", con Berlín como "epicentro queer", hasta artistas de hoy como Billie Eilish o Shamir, alguien que "le pone los cuernos a los géneros sexuales y musicales".

Al inicio de estas páginas, hay una especial referencia al médico y activista alemán Magnus Hirschfeld, al frente del primer Instituto para la Ciencia Sexual, que incluía una clínica donde se realizaron las primeras operaciones de cambio de sexo.

Martorell ha querido destacar a través de los textos de los once capítulos, en la veintena de retratos que realiza, cómo varios de los cantantes que aparecen "desafiaron mucho más que géneros musicales, también identitarios y sexuales", siempre, además, entendiéndolos desde "la libertad y el respeto".

Todo ello acompañado por pinceladas históricas de cada momento, lo que permite al lector entender mejor "la vida, el sufrimiento o los éxitos de los artistas biografiados".

No deja en el tintero que la primera canción 'queer' de la que hay constancia es 'La canción violeta', compuesta en 1920 por Mischa Spoliansky y Kurt Schwabach, dedicada a Magnus Hirschfeld, quien hizo la primera intervención de cambio de sexo a la pintora danesa Lili Elbe, cuya historia dio origen a la película, 'La chica danesa'.

El primer disco 'queer' fue grabado por un heterosexual

Destaca, por otra parte, que el primer disco 'queer' de la historia fue grabado por un heterosexual, Gene Howard, en 1962, o que Liberace, alguien de quien las autoras no serían amigas, fue considerado el rey del kitsch, un hombre que adoptó a su amante como hijo.

Con ilustración incluida, el libro no obvia a Wendy Carlos, compositora transgénero pionera en usar sintes y autotune, mientras que Rafaella Carrà aparece citada por piezas como 'Rumore', 'Fiesta' o 'Lucas' y por haber abanderado el feminismo y la lucha LGTBIQ+ en su momento, pero no se desarrolla su biografía porque ella no era 'queer'.

Michel Stipe, de R.E.M, tiene sus párrafos, tras declarar que no era ni homosexual, ni heterosexual, sino "simplemente sexual" y de Samantha Hudson se indica que pasó de "maricón" a "madre" de los que habitan en los márgenes del género.

Núria Martorell, que dedica el volumen a su hija Marta, muestra su satisfacción por los comentarios que está provocando el libro, desde agradecimientos por haber incluido a determinados cantantes, a otros lectores que han considerado que habían pergeñado una "obra de arte", tal como apunta Francina Cortés.

La publicación del libro, por otra parte, ha comportado que el próximo día 4 se inaugure una exposición en el Axel Hotel con una decena de las ilustraciones de Cortés, quien junto con Martorell, son, además, las artífices de otro proyecto que no pasa inadvertido, el ciclo de música accesible 'enCantados'.