Música urbana

Big Lois, el reggaetonero catalán de flamenquísima raíz que ha abierto un estudio en San Roque

El cantante Big Lois ha abierto un estudio de música para potenciar a chavales del barrio.

El cantante Big Lois ha abierto un estudio de música para potenciar a chavales del barrio. / Marc Asensio Clupes

Luis Troquel

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Grande en todos los sentidos. A día de hoy le siguen alrededor de un millón de oyentes mensuales en Spotify. Y por millones se cuentan también las reproducciones de cada una de sus canciones en Youtube. Desde la más absoluta independencia, el catalán Big Lois está haciendo historia incluso por su propia naturaleza artística. No se trata de un reggaetonero aflamencado más. Es uno de los mejores cantaores jondos de su joven generación, volcado hoy en el reggaetón y otros actuales sonidos. ¿El cantaor urbano? Eso y mucho más: productor electrónico, analógico multinstrumentista y comandando ahora también sello discográfico propio, cuyos estudios de grabación acaba de abrir en Badalona. Un templo donde cocinar lo que se cuece en las calles como primordial motivación. “Hay mucha gente con talento y sin medios que ni pueden costearse publicar algo en condiciones”, asegura Big Lois. 

El cantante Big Lois ha abierto un estudio de música para potenciar a chavales del barrio.

El cantante Big Lois ha abierto un estudio de música para potenciar a chavales del barrio. / Marc Asensio Clupes

Tiene 30 años y frente a frente se le ve bastante más joven que en sus vídeos. “Es cierto que mucha gente me ha dicho que tenía pinta de malo, de peligroso….”, reconoce riendo. Tres barrios de tres municipios diferentes constituyen ese tan callejero triángulo al que Big Lois pertenece. Nació y hoy vuelve a residir en Baró de Viver (Barcelona). Todo el mundo le identifica con el barrio de La Mina (Sant Adrià de Besòs) por lo mucho que ha corrido por allí. Y en el vecino Sant Roc (Badalona) ha vivido largas temporadas y acoge ahora los estudios de Big Records. “Ya sé lo que hay que hacer y lo que no, y veo cómo explotan a tantos muchachitos y luego los abandonan. Cualquiera que grabe aquí lo hace de entrada en las mismas condiciones que yo, y cuentan también con la distribución a cargo de ONErpm”.

FUERZA DE LA NATURALEZA

De familia gitana, proveniente de Argelia por parte de padre. “Mi abuelo se marchó a Francia y se instaló luego en Barcelona, pero allí tengo todavía familiares que me encantaría conocer”. No ha estado nunca, pero su música sí ha sonado. Su canción ‘Labios coloraos’ (junto a Angeliyo El Blanco) se ha hecho un sitio tanto allí como en Marruecos. “Sobre todo a través de TikTok”. Aunque los países donde más empieza a resonar el eco de su exitazo patrio son Chile, Francia, Italia y Alemania. 

El cantante Big Lois, fenómeno de la música fuera del gran radar, que ha abierto un estudio de música para potenciar a chavales del barrio.

El cantante Big Lois, fenómeno de la música fuera del gran radar, que ha abierto un estudio de música para potenciar a chavales del barrio. / Marc Asensio Clupes

Ese Big de su nombre artístico no se debe a su imponente altura y robusto sobrepeso. Ni a su caudalosa voz; alta y amplia al mismo tiempo como una verdadera fuerza de la naturaleza. Ni es tampoco un preaviso de la grandeza a la que como artista estaba destinado. Es en realidad un homenaje al hip-hopero estadounidense The Notorius B.I.G. Lleva su rostro tatuado en el brazo junto al de Camarón. Rubricados los dos con la inscripción “Flamenco Flow”. Y lo de Lois nada tiene que ver con la marca de jeans, aunque sí suena parecido a su nombre real: Luis. 

DE LA CALLE AL TABLAO

Rapero y precoz productor con 14 años que renunció al sueño de dedicarse a la música antes de cumplir los 18. “Me casé, estábamos esperando ya a la mayor de mis cuatro hijas y no teníamos dinero”. Encontró trabajo de barrendero. “Me tocó justo de tarde en las Rambles. Un día, iba yo cantando mientras barría y escucho decir:¿Y tú con esta voz que haces en la calle? Me giro y eran el Farru y David Cerreduela, que entraban a actuar en el tablao Cordobés”. Aún así, tampoco dio el paso cuando se le acabó el contrato. “Entonces me pillé una furgoneta para recoger chatarra de un lado a otro”. 

Cantar en su familia era de lo más normal, ninguno en cambio lo había hecho profesionalmente. Alguien le escuchó en un cumpleaños y le convenció para ir a una prueba. Al día siguiente formaba ya parte del cuadro del Palacio del Flamenco. Durante más de siete años actuó a menudo también en el Palau de la Música y muchos más lugares. “En ningún otro sitio he cantado flamenco tan a gusto como en el Tablao de Carmen. Allí me siento como si estuviera en una fiesta con los míos”.  

RUMBO AL REGGAETÓN

Convertido en rutilante promesa del cante más gitano, planeaba ya el que debía haber sido su debut discográfico de la mano de Israel Suárez Piraña. Y con otro músico habitual de Paco de Lucía, el cubano Alain Pérez. “Son para mí como hermanos, y no dejamos de grabar cosas juntos”. Contaba ya incluso con los mejores guitarristas cuando llegó la pandemia. “Entonces, en casa, me puse a grabar. Primero cosas de freestyle y luego con mi coleguita Caleb hicimos un tema que se pegó fuerte. Hay gente que se avergüenza de decir que le gusta el reggaetón y a mí siempre me ha encantado, forma parte de mis vivencias desde que era niño”. Y a partir de entonces, también de su música. 

Meses más tarde, despierta un día sin creerse lo que leía: “Estaba en el número siete entre las canciones más reproducidas, por encima de no sé cuantas grandes estrellas. Y la había subido yo mismo sin la más mínima promoción”. ‘Tiroteo’ se llamaba, y valga la redundancia, era un tiro de canción. La ráfaga de millonarios éxitos no ha dejado de ir a más, especialmente con ‘Solo te pido’, ‘Todavía sientes’ y la sensacional ‘Que te perdone Dios’. Y a punto de publicarse está la adictiva ‘Borracho’, single que promete marcar un nuevo punto y aparte en su joven carrera.