Sabrina Carpenter culmina su gran año en los MTV Video Music Awards

Voz susurrante, letras atrevidas con bastante guasa y aspecto de 'pin-up'. Es la carta de presentación de Sabrina Carpenter, que a sus 25 años se ha convertido en el fenómeno pop del momento tras una carrera cocinada a fuego lento desde que era una niña. Este verano, la cantante de Pensilvania batió el récord de destronarse a sí misma en el primer puesto global de las listas de Spotify: su segundo single, ‘Please Please Please’, fue el único capaz de arrebatar el liderazgo a su sencillo ‘Espresso’. “Esta zorra”, tuiteó Sabrina Carpenter al respecto en un viralísimo tuit cargado de ironía, de la que tanto tira en la composición de sus canciones. 

Aunque sea ahora cuando se da a conocer al gran público con ‘Short n’Sweet’, se trata de su sexto disco. Bajita y dulce, como ella misma, que mide poco más de 1,50, aunque luego aclarase que el título se refería en realidad a cómo eran las relaciones que más le han marcado. Sabrina Carpenter comenzó su andadura al quedar tercera con apenas 10 años en el concurso 'The Next Miley Cyrus Project', convocado por Disney para encontrar a la artista llamada emular el éxito de Hannah Montana cuando esta enterró a su personaje a golpe de escándalo. 

Como su idolatrada Miley Cyrus, Sabrina Carpenter soñaba con llenar estadios con 16 años, algo que nunca sucedió. Se convirtió en la típica actriz de Disney, actuando en series como ‘Riley y el mundo’ y publicando discos a través de Hollywood Records. Sus padres le instalaron un estudio de grabación en casa para que subiera a internet sus versiones de artistas como Ariana Grande o Taylor Swift. Ella trabajaba con fervor pero no lograba despuntar y a sus 21 años se sentía muy mayor, ha declarado. Entonces se cambió a Island Records, una discográfica más adulta, y Olivia Rodrigo, también chica Disney, prendió en ella la mecha de la inspiración: en ‘Drivers License’ hablaba de un exnovio (supuestamente Joshua Bassett, su compañero en ‘High School Musical’) que la había dejado por “aquella chica rubia” (Sabrina Carpenter). La aludida no tardó en replicarle en ‘Because I liked a boy’: “Soy una rompehogares, una furcia… todo porque me gustó un chico”. Había encontrado su estilo. 

Letras llenas de sarcasmo

Sabrina Carpenter combina la voz femenina y ronroneante que premia el algoritmo en redes con descarnadas afirmaciones llenas de sarcasmo. De compararse con un café en ‘Espresso’ porque su enamorado no duerme por las noches pensando en ella, a parodiar su romance con Barry Keoghan, estrella de ‘Saltburn’ con fama de chico malo. El actor irlandés protagoniza junto a ella el videoclip de ‘Please please please’, una canción donde Carpenter le pide que no desate sus demonios con ella ni le haga llorar justo cuando acaba de maquillarse. En su último lanzamiento, ‘Taste’, aparece otro referente de la generación Z, Jenna Ortega –protagonista de ‘Miércoles’, la serie de Netflix–: la rivalidad entre ambas por un hombre se resuelve en un sangriento videoclip, con guiños a películas como ‘Kill Bill’ y ‘Psicosis’. 

Por algo Sabrina Carpenter está bendecida por la mismísima Taylor Swift y actuó de telonera en su macrogira Eras. Este año ha estado omnipresente: de cabrear a la iglesia católica y provocar el despido de un cura de Brooklyn por dejar que ambientase en su parroquia el videoclip ‘Feather’, a causar sensación el festival de Coachella y protagonizar una de las últimas campañas de Skims, la marca de lencería Kim Kardashian. Este mes debutará en el escenario principal de los MTV Video Music Awards 2024, donde encabeza las listas de nominados. De espíritu viejoven, ya ha superado la crisis de la mediana edad que le sobrevino con 21 años. Ahora siente que todo es posible. 

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