5 lugares de la temporada 4 de ‘Emily in Paris’ que puedes visitar con poco dinero

'Emily in Paris' ya ha estrenado la primera mitad de su cuarta temporada en Netflix, y los más apasionados de la serie no dejan de querer visitar los lugares que ven a través de sus pantallas y que tanto les cautiva a esta comedia dramática ambientada en París y sus alrededores. Como seguramente a nadie le apetezca gastarse más dinero del estríctamente necesario, detallamos algunos de los lugares que aparecen en la serie y a los que se puede acceder al mejor precio.

Casa de Claude Monet

El reconocido pintor se vio inspirado gracias a estar en esta casa y espectacular jardín. Un lugar único que podemos ver en la serie y desde donde podemos apreciar la vista que Monet tenía al pintar, por ejemplo, la serie de pinturas de los nenúfares. La entrada general está por tan solo 11,50€ y se ubica en Normandía, a tan solo una hora en coche desde París.

Bouillon Chartier

Los 'bouillon' eran los restaurantes donde se servían tradicionalmente sopas, actualmente se han reconvertido y sirven más tipos de comida. En 'Emily in Paris' vemos el Bouillon Chartier, al que se puede acceder sin coste alguno y se encuentra en pleno centro de París

Hotel Plaza Athénée

Este hotel de cinco estrellas se ubica a tan solo 15 minutos andando desde la Torre Eiffel. Podemos acceder gratis a un maravilloso espacio que, con su decoración y ambiente especiales, hacen que sea todo un lujo solamente el hecho de observarlo. Si se desea, es posible acceder también al bar del hotel sin necesidad de ser huésped.

Boxing Temple Noble Art

En el episodio uno aparece un peculiar gimnasio de boxeo, el Club Boxing Temple Noble Arte. Este gimnasio está en el centro de París y está considerado como uno de los mejores para aprender la disciplina pugilística. Su techo fue el causante de que los productores de la serie se inclinaran por este espacio.

Le Bar Josephine | Hotel Lutetia

Este bar es perfecto para tomar algún coctel, como podría ser el que tanto sale en la serie, un Kir Royale. Aunque el hotel es de cinco estrellas, está abierto al público para los que quieran consumir alguna copa o tentempié. Los frescos del techo hacen de esta céntrica ubicación de París un emplazamiento de ensueño del que no querrás salir.