Entrevista |

Fernando Trueba: "Me aterraba escribir comedia, con todo lo que está pasando"

El director madrileño estrena 'Isla perdida', una película de suspense con anclaje romántico protagonizada por Matt Dillon y Aida Folch

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Fernando Trueba, en Barcelona, antes del estreno de 'Isla perdida'

Fernando Trueba, en Barcelona, antes del estreno de 'Isla perdida' / Marc Asensio Clupes

Rafael Tapounet

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Dice Fernando Trueba (Madrid, 1955) que, después de dos películas con tanta carga histórica, política y sentimental como 'El olvido que seremos' y 'Dispararon al pianista', le apetecía hacer "un ejercicio de cine puro". El resultado es 'Isla perdida', un filme de suspense rodado en inglés en el que las sombras del pasado van oscureciendo una relación romántica (la que mantienen Aida Folch y Matt Dillon) en un entorno aparentemente idílico.

El título original de la película, 'Haunted heart', está tomado de una canción de un musical de los años 40 que evoca una atmósfera fantasmal y obsesiva. En España se estrena como 'Isla perdida', que suena algo menos sugerente, ¿no?

Sí, me apretaron para que hubiera un título en español, le dimos muchas vueltas y al final optamos por este. Pero para mí el título es 'Haunted heart'. De hecho, he tenido problemas varias veces con los títulos y hasta ahora siempre había mantenido el mío. Me pasó ya con 'Ópera prima', que me acuerdo que me dijeron: "Tienes que cambiarlo porque a la gente no le gusta la ópera" [risas]. Y también tuve que pelearme por 'Belle Époque' y por 'Two much'. Una pesadez.

En cierto sentido, la película es, en sí misma, una isla, porque parece muy desconectada del cine que triunfa en las salas y las plataformas y también del que se proyecta hoy en día en los festivales.

Sí, supongo que es una película de enfoque muy clásico... Está un poco fuera de ese tipo de movimientos, de lo que se lleva. En la medida de lo posible, uno intenta mantener la libertad y la independencia, ¿no? Para mí, es una película muy de cine, en el sentido más clásico de la palabra.

Es una película de suspense con anclaje romántico, y eso inevitablemente hace pensar en Hitchcock. Pero que aparezca mencionado tantas veces Hitchcock en las entrevistas de promoción, ¿no acaba siendo una carga muy pesada?

Hombre, tampoco hay que comparar. Hitchcock es uno de los maestros más grandes del cine, con un montón de obras maestras como pocos directores tienen y también con películas regulares, como todo el mundo. Aquí sirve de referencia porque quizá nunca ha habido un autor tan identificado con un género. Ni siquiera John Ford con el wéstern, porque Ford hizo otras cosas. Pero Hitchcock, si quitas la comedia 'Matrimonio original', se movió en ese territorio del suspense toda su vida. Más que una comparación, lo veo como una referencia, una manera de saber de qué hablamos.

Una decisión que tiene mucho de 'hitchcockiana' es la de hacer que la acción gire en torno al pasado de un personaje (el que interpreta Matt Dillon) y llegar al final de la película sin haber explicado casi nada sobre ese pasado.

Así es. Me gusta que la gente tenga que hacerse en la cabeza su propia idea del monstruo. Por eso me parece maravilloso el primer ‘Alien’, porque casi todo sucede dentro de la cabeza del espectador.

"Me gusta que el espectador tenga que hacerse en la cabeza su propia idea del monstruo"

¿Cómo llegó Matt Dillon a la película?

Yo necesitaba un actor más cerca de los 60 años que de los 50 y quería que fuera alguien atractivo, con un punto de galán romántico, pero que también pudiera dar miedo en un momento determinado. Me hice una lista con todos los actores que tenían la edad que andaba buscando para ver quiénes me daban esa ambivalencia que requería el personaje, y él resultaba perfecto. Además, ya lo conocía y nos habíamos entendido bien, habíamos hablado de música y tal, así que le envié el guion y aceptó enseguida.

¿Comparten gustos musicales?

Sí, bueno, hasta cierto punto. La gente igual no lo sabe, pero Matt Dillon es un superexperto en música tradicional popular cubana. Le preguntas "¿quién tocaba con Arsenio Rodríguez en el disco aquel del año 43?", y lo sabe. Flipas con él. Dirigió un documental sobre El Gran Fellove, que se presentó en San Sebastián. Yo no controlo tanto ese género. Al haber hecho 'Calle 54' y por mis trabajos con Bebo Valdés, la gente piensa que yo soy un experto en música cubana, pero no es así. A mí lo que de verdad me gusta es el jazz. Mis ídolos son Bill Evans, Phil Woods…

Barcelona. 21/08/2024. Cultura. El director Fernando Trueba estrena la película "La Isla Perdida". AUTOR: Marc Asensio REDACTOR: Rafa Tapounet Barcelona, Catalunya, España, entrevista, cine, La Isla Perdida, cultura, audiovisual, director, película, estreno, Fernando Trueba

Fernando Trueba. / Marc Asensio Clupes

Con Aida Folch ha trabajado en tres películas ['El embrujo de Shanghai', 'El artista y la modelo' e 'Isla perdida'], en tres décadas diferentes y en tres idiomas distintos. Es como si hubiera un plan deliberado ahí detrás.

Es muy curioso, sí. Imagínate, ¿quién me iba a decir a mí cuando la cogí en el cásting de 'El embrujo...' que rodaríamos al cabo de una década una película en francés y, años después, otra en inglés? Es algo casi absurdo, pero muy bonito.

¿Qué le da como actriz para haber vuelto a ella?

Aida me encanta como persona y como actriz, pero además tiene una cosa muy especial: por un lado, es una chica normal, pero tiene un primer plano increíble; le pones la cámara y ves que la cámara se enamora de ella. Y en esta película hay unos primeros planos de ella brutales. Es una actriz muy original. Cuando la elegí en 'El embrujo…', que ella tenía entonces 14 años, pensé que se había escapado de un cuadro de Gauguin.

"Después de haber hecho películas con temáticas muy fuertes, me apetecía mucho hacer este ejercicio de cine puro"

Sus dos películas anteriores, 'Dispararon al pianista' y 'El olvido que seremos', abordan hechos reales y tienen una dimensión política muy notable. En 'Isla perdida' se ha ido al otro extremo y apenas hay vínculos con la realidad, pasada o presente.

Digamos que después de haber hecho películas con temáticas muy fuertes me apetecía mucho hacer este ejercicio de cine puro. En el cine, no sé por qué, casi nadie habla de cine y siempre se acaba hablando de la referencia. Pero, mira, cuando tienes un libro tan maravilloso como 'El olvido que seremos', hacer una película es totalmente innecesario, salvo que tú creas que puedes aportar algo estrictamente cinematográfico. En el arte lo que importa es la forma, y eso no quiere decir que a mí no me importe la historia que estoy contando; claro que me importa, pero mi objetivo es aportar algo cinematográficamente. Cuando haces una película como 'Isla perdida', no tienes red: estás contando una historia, estás haciendo cine. Y no te puedes escudar en que estás comentando no sé qué asunto de la actualidad. Hombre, luego uno siempre le puede sacar punta y decir que aquí se habla de una relación tóxica o que hay un mensaje sobre la idea del paraíso que se convierte en infierno, pero, vaya, lo fundamental es el cine.

Usted empezó como director de comedias, y además de éxito. Pero en los últimos 25 años solo ha hecho una comedia ['La Reina de España']. ¿Por qué?

Mi próxima película, que ya está escrita, va a ser una comedia. Pero, sí, te confieso que las dos o tres semanas antes de ponerme a escribir estaba aterrado, tenía pánico escénico. Pensaba: '¿cómo voy a hacer una comedia ahora, con todas las cosas terribles que están pasando en el mundo y habiendo llegado yo a una edad en la que la pérdida se convierte en algo cotidiano?'. De repente lo veía imposible, creía que ya no iba a tener esa inocencia, esa irresponsabilidad, esa inconsciencia que hace falta para hacer una comedia. Curiosamente, el día en que empecé a escribir fue como si alguien hubiera abierto el grifo, me salía solo. Quizá porque es mi manera de ser, lo que yo llevo dentro. Y ahora me apetece mucho ponerme a rodar, así que estoy de vuelta.

Que 'Isla perdida' y 'Volveréis' [película de Jonás Trueba en la que Fernando participa como actor] se estrenen con solo una semana de diferencia, ¿es una faena o puede ser un plus?

No lo sé muy bien. Es algo que ha ocurrido y que nosotros, desde luego, no hemos buscado. Veremos si tiene alguna incidencia o no.

Decía Jean Renoir que para un director es indispensable pasar de vez en cuando al otro lado de la cámara. Usted ha tardado más de 40 años en hacerlo. ¿Diría que ha aprendido algo que no supiera ya?

Para mí, lo más importante ha sido la emoción de que te dirija tu hijo, que es algo bastante asombroso y que nunca hubiera imaginado que fuera a pasar. La experiencia ha sido muy bonita, porque yo siempre he mirado con envidia sana a Jonás y su equipo, que es un grupo de gente fuera de serie, y durante un rato he podido formar parte de eso. Pero no diría que haya aprendido nada nuevo sobre la relación con los actores, porque como director yo siempre he intentado ponerme en el lugar del actor y trabajar desde la amistad y la complicidad, compartiendo la película con ellos.

En eso sí es muy poco 'hitchcockiano'.

La única cosa negativa que yo le encuentro a Hitchcock es eso que él decía que se aburría rodando porque la película ya la había hecho antes en su cabeza. Y hasta había momentos en que se quedaba dormido en el rodaje. Cuando él hace una película buena, eso no lo notas, pero cuando no le sale, ves la mecánica. Pero, ¿qué vamos a decir a estas alturas de Hitchcock? Pocos directores en la historia, no habrá más de media docena, han acertado tantas veces como él, así que...