1.000 millones de dólares

Robert De Niro invierte en unos estudios en Nueva York para reactivar la producción de cine

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El actor Robert de Niro.

El actor Robert de Niro. / Reuters

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Robert De Niro ha inaugurado junto a su hijo Raphael y su socio Adam Gordon los estudios Wildflower, un complejo de 11 escenarios en Nueva York valorado en 1.000 millones de dólares ubicado en el condado de Queens. Su objetivo principal es que la ciudad recupere su estatus en Hollywood y aportar un nuevo nivel tecnológico a la producción cinematográfica, ya que muchos de ellos han acabado reconvirtiéndose en almacenes en vez de instalaciones construidas para las grabaciones. "Intentamos ayudar y apoyar a la ciudad que amamos", aseguró Gordon a Bloomberg, recalcando que ambos (De Niro y él) son neoyorquinos "de cuarta generación".

Pero no han sido los únicos que han apostado por crear estudios en la zona, pues también está en marcha la construcción de más de 100 kilómetros cuadrados para East End Studios en Queens, un campus de un millón de metros cuadrados para Great Point Studios en Yonkers y el primer estudio cinematográfico de Manhattan, Sunset Pier 94 Studios, que abrirá sus puertas el año que viene.

Todo esto viene precedido de un auge que se está produciendo en medio de una ralentización de la industria del entretenimiento y de un sector que se ha visto sacudido por huelgas que pararon producciones y mermaron proyectos. Pero pese al camino complicado, en Nueva York los productores intentan tirar adelante y aprovechar también el reciente aumento del fondo estatal que concede créditos fiscales a las producciones cinematográficas y televisivas.

En 2023, la Gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul aumentó la financiación de 420 millones de dólares a 700 millones anuales, e hizo deducible el 30% de los gastos de producción, frente al 25% anterior. La medida también aceleró el plazo para solicitar créditos y ofreció incentivos adicionales para rodar en el norte del estado. Para acogerse al programa, las producciones deben rodar el 75% en el estado. 

La producción en todo el país ha descendido un 40% desde hace doce años, según ProdPro, una plataforma en línea que realiza un seguimiento de la industria del entretenimiento. En concreto en Nueva York, el número de permisos de rodaje se redujo en casi 900 durante los seis primeros meses del año respecto a 2019, aunque ha aumentado en más de 300 desde el año pasado. Pero eso está despertando la preocupación sobre si habrá suficiente demanda para llenar toda la nueva capacidad de producción.