Estreno

¿Es Alejandro Dumas el guionista más prolífico de la historia del cine?

El escritor francés, con sus historias elaboradas a partir de una atractiva receta compuesta por acción, espectáculo y un manejo preciso del suspense, vuelve a la gran pantalla con una nueva adaptación de 'El conde de Montecristo'

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Una imagen de la nueva adaptación de 'El conde de Montecristo'

Una imagen de la nueva adaptación de 'El conde de Montecristo' / Pathé

Nando Salvà

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“Sus personajes, ágiles como monos, fuertes como bueyes, alegres como pinzones, entran y hablan bruscamente, saltan de los tejados al pavimento, reciben espantosas heridas de las que se curan, se les cree muertos y reaparecen”, explicó Gustave Flaubert, por boca del narrador de su novela ‘Bouvard y Pécochet’ (1881), acerca de las arte literario de su compatriota coetáneo Alejandro Dumas. “Hay trampas bajo el suelo, antídotos, disfraces y todo se mezcla, corre y se arregla, sin un instante para pensarlo. El amor conserva la decencia, el fanatismo es alegre, las masacres hacen sonreír”.

Dicho de forma más prosaica, en las ficciones de Dumas todo es acción y espectáculo: emboscadas, naufragios, desapariciones, evasiones, batallas épicas, rescates milagrosos, historias de amor imposibles, honores heridos y dignidades restauradas. Y si, además de eso, tenemos en cuenta el sentido malabar del ‘tempo’ y el manejo preciso del suspense exhibidos por el francés en sus historias, resulta del todo lógico que desde muy temprano, y sin interrupción, el cine las haya usado como fuente de inspiración. Existen más de 250 películas basadas en ellas.

Esta misma semana ha llegado a la cartelera un nuevo largometraje basado en la que quizá sea su obra maestra, ‘El conde de Montecristo’ (1846), la historia de un hombre encarcelado injustamente que, tras escapar de prisión después de 14 años y apoderarse de un tesoro oculto, decide hacer realidad la venganza que tanto tiempo pasó planeando; con él, las adaptaciones del libro a la pantalla posiblemente ya alcancen la veintena -la primera de ellas data de 1908-, y a ellas hay que sumar incontables películas que claramente toman prestados de él elementos argumentales, entre ellas clásicos modernos como ‘Cadena perpetua’ (1994) o la saga ‘Batman’.

Ya fuera solo o ayudado por alguno de sus ‘negros’ -muchas de sus obras, como ‘El conde de Montecristo’, fueron coescritas por Auguste Maquet-, entre 1826 y 1970 Dumas publicó 91 obras de teatro, unas 200 novelas o relatos cortos, una decena de volúmenes de memorias, una veintena de diarios de viajes, mucha poesía y artículo periodístico y hasta un monumental libro de cocina; cultivó todos los géneros del vodevil a la tragedia pasando por el folletín, pero ninguno de ellos le proporcionó tanto éxito y fama como sus novelas históricas. Y el cine se fijó en ellas prácticamente desde que nació.

De Welles a Van Damme

En 1898, el británico George Albert Smith dirigió ‘Los hermanos corsos’ basándose en el libro homónimo, el mismo que Jean-Claude Van Damme usó como inspiración nueve décadas después para repartir patadas voladoras a bordo de ‘Doble impacto’ (1998). Entre las adaptaciones más destacadas de la obra del escritor producidas desde principios del siglo pasado podemos destacar ‘Cagliostro’ (1949), adaptación de la novela ‘Memorias de un médico’ (1853), codirigida y protagonizada por Orson Welles -sobre un falso hipnotista que en el siglo XVIII estafó a personalidades como María Antonieta-, y ‘La reina Margot’ (1994), posiblemente la película más prestigiosa de cuantas se mencionan en estas líneas, pero lo cierto es que la representación mayoritaria de Dumas, tanto en la pantalla grande como en la pequeña, la componen las ficciones basadas en el que sin duda es su libro más célebre.

Una imagen de 'Los tres mosqueteros', de George Sidney (1948)

Una imagen de 'Los tres mosqueteros', de George Sydney (1948) / Archivo

Relato de las aventuras de un joven gascón que viaja a París con la única meta de llegar a ser mosquetero real, elogio de valores como el coraje, la lealtad y el liderazgo, ‘Los tres mosqueteros’ (1844) fue llevada al cine por primera vez en 1909 a través de sendas versiones de Mario Caserini y Georges Méliès, y desde entonces ha servido de base de películas de acción, melodramas, comedias, variaciones musicales, fantasías animadas e incluso parodias burlescas como la protagonizada por Mario Moreno ‘Cantinflas’ en 1942 o la patochada de Mariano Ozores ‘La loca historia de los Tres Mosqueteros’ (1983), protagonizada por el entonces trío Martes y Trece. La adaptación de 1921 confirmó como un magistral espadachín al actor Douglas Fairbanks, que volvería a interpretar a D’Artagnan en ‘El hombre de la máscara de hierro’ (1929), basada en la tercera novela de Dumas sobre los mosqueteros, ‘El vizconde de Bragelonne’ (1847), y objeto en 1998 de un ‘remake’ protagonizado por Leonardo DiCaprio; la versión de 1933, ’Los tres mosqueteros del desierto’ -protagonizadas por John Wayne- se ambientó en el norte de África y en el seno de la Legión Extranjera, y el reparto de la que Italia produjo en 1936 se componía de 3000 marionetas.

El mosquetero Zelenski

Dando vida a D’Artagnan, Gene Kelly convirtió en prodigios coreográficos los duelos de espada de ‘Los tres mosqueteros', la fastuosa adaptación dirigida por George Sydney en 1948. La firmada por Richard Lester en 1973, al contrario, era sucia y desgarbada, y dotada de un autoconsciente sentido del absurdo; la iban a protagonizar los Beatles, pero en lugar de ellos lo hizo un reparto estelar compuesto por Michael York, Oliver Reed, Charlton Heston, Christopher Lee y Faye Dunaway. Lo más recordado de la versión de 1993 es ‘All For Love’, la pegajosa balada de interpretada a trío por Sting, Bryan Adams y Rod Stewart que contribuía a su banda sonora; de la adaptación de 2011, protagonizada por Milla Jovovich y Orlando Bloom, mejor no recordar nada. En 1981 vio la luz ‘Dartacán y los tres Mosqueperros’, teleserie animada hispano-japonesa que inculcó valores a toda una generación de niños, y en 2009 se estrenó ‘Barbie y los Mosqueteros’, que probablemente sea exactamente lo que su título sugiere. Y tal vez aún más extraña sea una adaptación rusa estrenada en 2004, en la que los mosqueteros eran mujeres y el encargado de encarnar a D’Artagnan no era otro que un joven Volodímir Zelenski.

Alejandro Dumas

Alejandro Dumas / EPC

En cambio, ninguno de los actores que han dado vida a Edmundo Dantés, conde de Montecristo, han sido jamás presidentes de un país. Entre ellos están Richard Chamberlain, Gérard Depardieu, Jim Caviezel, los españoles Jorge Mistral y Pepe Martín y desde ahora, al frente del ‘blockbuster’ que ahora se estrena -es la producción francesa más cara del año-, también Pierre Niney. Los directores de la nueva película, Matthieu Delaporte y Alexandre de la Patellière, son también los guionistas del reciente díptico ‘Los tres mosqueteros: D’Artagnan’ (2023) y ‘Los tres mosqueteros: Milady’ (2023), y por tanto no es casual que en ambos casos la estrategia narrativa sea la misma: mucha acción, a un ritmo implacable.

Si Dumas se levantara de la tumba, es posible que esta fuera su adaptación favorita del libro. Aunque, dado lo buen amante de la buena vida que era, es probable que sintiera mayor predilección por otras obras de arte llamadas ‘Montecristo’. Como los habanos de esa marca, los más apreciados del mundo, bautizados así en honor al escritor. O como el sándwich Montecristo, que se elabora con jamón, carne de pavo y queso suizo entre dos rebanadas de pan remojado en huevo batido, y se sirve frito o a la parrilla. Porque Dumas disfrutaba escribiendo acerca de la comida, pero disfrutaba aún más comiéndosela.

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