Entrevista

Miguel Costas, músico fundador de 'Siniestro Total': “Los conciertos sin músicos pueden ser el fin de la música en directo”

“Hoy casi todo es en playback, la antítesis de lo que debe ser”, critica el artista

Miguel Costas

Miguel Costas

Mar Mato

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Su repertorio lo conforman algunas de las canciones más cantadas e irreverentes del rock-punk español de los 80. Hey Hematoma acaba de nacer para, en la era de las redes sociales y los conciertos de autotune y base musical enlatada, gritar hasta los agujeros negros que los conciertos como se entendían antes, con músicos tocando en directo sin playback, deben seguir existiendo o la música correrá peligro. Es uno de los mensajes de Miguel Costas, uno de los creadores de 'Siniestro Total', que ha accedido a hablar un ratito con Faro de Vigo, de Prensa Ibérica. Costas toca en 'Hey Hematoma' con otro exSiniestro Javier Soto, más Andrés Cunha, Alberto Cunha y Chus Dasilva. 

¿Por qué Hey Hematoma de nombre de la banda?

Porque había que buscar uno. Como algunos somos antiguos miembros de 'Siniestro Total' queremos tocar su repertorio hasta que estuve yo en el grupo; no se tocan los temas de la última fase. Cuando me fui de Siniestro cometí el error de poner Los Feliz al nombre del grupo. Pasó desapercibido para mucha gente que me perdió la pista hasta ahora.

¿Se arrepiente de haber dejado 'Siniestro'?

Ni lo dejé yo, ni me echaron. Fue una serie de circunstancias. Coincidió con un momento de mi vida en el que fue lo más conveniente. No nos poníamos de acuerdo en un montón de cosas. Si fuera en otro momento, igual no habría pasado nada. Al final, me costó mucho recuperarme. Ya te digo, la gente me perdió la pista. Hice mucho trabajo, mucho concierto para que se supiera que seguía tocando.

¿Cómo se encuentra del problema de salud del año pasado por una bacteria?

Me acaban de hacer otra prueba y tengo el pie regular pero ya toco de pie. Al día siguiente, claro, estoy peor, pero mientras toque voy aguantando.

¿Sigue vigente el mensaje del repertorio de Siniestro en la ‘sociedad autotune’?

El otro día toqué en Carrizo de la Ribera con mi grupo particular y había mucha gente joven que seguramente escucharon nuestra música de sus padres o en casa. Me dije: “No todo está perdido”. Bueno también me pregunté si éramos un grupo infantil porque a los niños les encanta. Debe ser porque decimos tacos. Bueno, es una sorpresa ver a los niños cantando nuestras canciones, algunas un poco fuera de tono.

Si Siniestro naciese ahora tendrían pleitos y persecución mediática por su lenguaje.

Igual sí, igual no. No sé. A mí me recriminaron hace poco tocar “Qué tal homosexual”. Es una canción en la que uno pregunta “Qué tal homosexual” y otro responde que “no me va mal, la leche ha vuelto a subir, me han robado el instrumental y están en huelga los obreros del metal”. En realidad, no dice nada sobre la homosexualidad. La gente me recriminó por cantarla. La gente ya no entiende nada pero ese no es mi problema. No entender la ironía es una enfermedad.

¿Harían mucha falta estas canciones ahora?

Sí, creo que sí, hacen falta porque lo que está oyendo la gente ahora es siempre lo mismo. Es peligroso porque llega un momento en el que es un producto que cuando se agota, se saca otro parecido. También está el tema del playback, de conciertos sin músicos. Un concierto sin músicos no es un concierto; es un espectáculo. Tirar hacia ahí puede resultar peligroso, puede ser el fin de la música en directo.La música en directo corre peligro. La gente joven está influenciada por los medios, por los amigos que quieren ir todos a ver lo mismo... Se pasan todo un concierto grabándolo con el móvil sin ver la actuación y en el teléfono no lo volverán a ver nunca. Es una cosa muy extraña y todo en playback. Es alucinante, un contrasentido, la antítesis de lo que debe ser. Puedes ser bueno o malo, tirarte pedos pero tiene que haber una instrumentación con ejecución en directo.

Hay niños pequeños que se dan cuenta de que los ritmos actuales de la mayoría de las canciones son muy básicos.

Esos son niños inteligentes. Date cuenta de que la edad media del público de Aitana está entre ocho y doce años. Eso es un negocio porque no pueden ir solos al concierto, entonces tiene que ir al menos la madre con él pero también puede ir al padre. Las discográficas optan por eso porque, para ellas, es mejor coger a un solista que grabe en su ordenador sus canciones que pagar a cinco cafres para que graben en un estudio, darles de comer y tenerlos una semana pagándoles las instalaciones que cuestan un pastizal. Es un chollo para ellas.

Teniendo en cuenta todo esto, si volviera a tener 18 años ¿montaría una banda de rock o pasaría?

La montaría igualmente pero hoy está más difícil que nunca para los grupos jóvenes.Puede tocarles la flauta a uno o dos pero en la discográfica no van a escuchar tu disco ni tu música. Te van a preguntar cuántos likes tienes. Dependiendo de eso te aceptan o no. Hoy por hoy la música es lo de menos.

¿Llevarán invitados al concierto del Vive Nigrán?

No, aunque en un principio pensé esa posibilidad. La gente se apoya mucho en eso, como reclamo. Yo no soy un purista de la música pero creo que estas cosas están más vistas que un tebeo. La gente va igual al directo haya o no haya invitados.

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