Entrevista | Asunción Valdés Periodista y autora de 'Revivir, la nueva Carmen de Burgos'

“El romance de su amante Gómez de la Serna con su hija hirió de muerte a Colombine"

"Fue una mujer que logró gran prestigio y fama, pero que tras la guerra civil española cayó en el olvido; o, más bien, fue borrada de la memoria", lamenta la biógrafa de la almeriense

Asunción Valdés, en su domicilio de Madrid.

Asunción Valdés, en su domicilio de Madrid. / Xavier Amado

Natalia Vaquero

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La fascinante figura de Carmen de Burgos cautivó (1867-1932) a la periodista Asunción Valdés (Alicante, 1950) hace más de cinco años, durante una investigación para una conferencia en el Instituto Cervantes. Esa pasión la llevó a escribir 'Revivir, la nueva Carmen de Burgos', una monumental biografía que retrata con brillantez y exhaustividad la emocionante vida de Colombine. Valdés, jefa de comunicación de la Casa del Rey Juan Carlos I en un momento crucial de la transición y ex directora general de Relaciones Externas de Prensa Ibérica, se convierte así en la gran biógrafa de la almeriense, pionera como ella al ser la primera mujer contratada como redactora profesional en España. La obra, editada por el Instituto Alicantino de Cultura, rinde homenaje a una mujer adelantada a su tiempo, cuyas hazañas periodísticas y lucha incansable por la igualdad siguen inspirando un siglo después. Los dos tomos de este minucioso trabajo también se adentran en las sombras del alma de Carmen de Burgos, revelando la herida imborrable que dejó la traición de su amante, el escritor Ramón Gómez de la Serna. Un amor truncado que tiñó de tristeza el ocaso de una vida extraordinaria.

¿Cuándo y dónde surgió la inquietud intelectual de Carmen de Burgos?

Ella nació en Almería, donde todo era muy provinciano, pero era una chica muy curiosa que leía mucho. Se casó muy joven con un escritor- periodista que en realidad era un pervertido que la maltrataba, así que dejó de creer en ese amor que pensaba que la iba a liberar de los corsés de la época y decidió cambiar su vida.

¿Cómo fue su vida en Almería?

La típica de la mujer de aquel tiempo, destinada a ser esposa, madre o ir al convento. Ella se dio cuenta muy pronto de la discriminación que sufría la mujer.

¿Qué es lo primero que hizo al llegar a Madrid?

Estudió magisterio y sacó unas oposiciones como profesora en la Escuela Normal de Guadalajara. Como sabía que la vida cultural estaba en Madrid, tiró de sus contactos para que la trasladasen a la capital.

¿Cómo se abrió paso y cómo entro en contacto con los periodistas en la capital de España, donde no la conocía nadie?

Llegó a Madrid con su hija y su hermana y se dio cuenta de que la vida era cara y los sueldos de los maestros, bajos, más si eras maestra. Fue entonces cuando empezó a enviar artículos a distintas publicaciones. El director del 'Diario Universal', Augusto Figueroa, le ofreció entonces un contrato de redactora y así se convirtió en la primera periodista profesional de España.

¿Se inspiró en Emilia Pardo Bazán para entrar como socia número tres en el Ateneo de Madrid?

Ella vio rápidamente que ese ambiente cultural era muy importante en el Ateneo, donde doña Emilia había ingresado como primera socia de número. Entonces Carmen de Burgos y Blanca de los Ríos solicitaron también entrar y al mes lo lograron. Había que estar en el Ateneo para ser alguien en el panorama cultural de Madrid.

En aquellos años estaban muy de moda los seudónimos

¿Es cierto que la obligaron a firmar como Colombine en el 'Diario Universal' para que no se supiera que era mujer?

Sí y no. En aquellos años estaban muy de moda los seudónimos. Ella fue siempre muy pragmática y como se lo propuso el director Augusto Figueroa, que tenía un gran olfato periodístico, lo aceptó encantada.

Lo curioso es que su sección 'Lecturas para la mujer' en el 'Diario Universal' se refería a cosas del hogar , cocina y cosméticos, pero ella aprovechaba cualquier ocasión para lanzar dardos  con sus inquietudes intelectuales, ¿verdad?

Nunca renunció a colar sus ideas en esos artículos hasta el punto de que inició una encuesta sobre la conveniencia de que hubiese en España una ley del divorcio y la redacción del periódico se llenó de sacas de cartas de los lectores. Todas estas iniciativas le generaron críticas de los sectores más conservadores. Hizo otras encuestas sobre el derecho de la mujer a votar y a ser votada. No paraba. 

Hábleme por favor de los gozos y tormentos de la vida de Colombine.

El gran gozo y tormento de Carmen de Burgos fue Ramón Gómez de la Serna. Se enamoró de él, que era 20 años menor. Ella sabía que nunca se iban a casar, pero lo que no se imaginaba era que se iba a liar con su hija. Eso la mató. Fue un romance fugaz, pero ella sintió que las dos personas que más quería la habían traicionado y eso aceleró su muerte. El romance de su amante Gómez de la Serna con su hija hirió de muerte a Colombine.

¿Cuál era la más intensa pasión intelectual Colombine?

Tenía muchas, pero destacaría que fue una gran viajera. En su autobiografía ya escribió que si fuera rica, no tendría casa...Una maleta grande y viajar siempre...

¿En qué consistía el proyecto de Almanaque Colombine que no llegó a salir?

Era una publicación monotemática que ella diseñó con publicidad, pero que no tuvo la respuesta que ella esperaba, así que económicamente no fue viable.

¿La desanimó Miguel de Unamuno en su intento de publicar aquella miscelánea cultural porque le parecía impropia de una mujer?

Para ese almanaque ella escribió a mucha gente importante para que colaborasen, entre ellos, a Unamuno, que aunque le dijo que iba a colaborar nunca le envió el artículo.

Carmen de Burgos luchaba por una igualdad de derechos total para hombres y mujeres. ¿Cómo cree usted que vería hoy la tendencia de la llamada discriminación positiva de la mujer?

Carmen de Burgos defendía la igualdad pero no el trato de favor a las mujeres. Aspiraba a que los códigos se ajustaran a una igualdad de oportunidades entre el hombre y la mujer.

Carmen de Burgos defendía la igualdad pero no el trato de favor a las mujeres

¿Cómo fue su relación con Clara Campoamor, que defendió el sufragio femenino activo y pasivo?

Había mucha diferencia de edad entre ellas y se conocieron en el Ateneo. Es cierto que quien consigue el sufragio femenino en las Cortes fue Clara Campoamor, pero Carmen de Burgos en 1906 repitió la fórmula de encuesta en el periódico para preguntarle a los españoles si la mujer debía poder votar y ser votada. La sociedad todavía no estaba preparada aún y casi todos votaron en contra, pero no desistió y siguió abordando esta cuestión en artículos, conferencias y novelas.

¿Cuál fue aportación como corresponsal de guerra en el episodio de Melilla conocido como 'El desastre del Barranco del Lobo'?

Se convirtió así en la primera periodista española que fue corresponsal de guerra para el 'Heraldo de Madrid'. En 'El desastre del Barranco del Lobo' de 1909 ella tuvo una visión premonitoria de lo que sería en 1921 el desastre de Annual, donde se produjo la mayor derrota del ejército español de todos los tiempos.

Pero las mujeres periodistas tenían prohibido informar de los episodios bélicos desde el frente. ¿Cómo consiguió ser corresponsal de guerra?

Ella logró ir a Melilla gracias a sus contactos y a la Cruz Roja. Escribía crónicas e información sobre el estado de los heridos que tuvieron mucho éxito. Se mostraba contraria a la guerra, algo que no le gustaba nada a Franco, por entonces un joven que comenzaba su carrera militar en África. De hecho, cuando Franco ganó la guerra se censuró toda su obra y el Tribunal Especial para la Represión de la Masonería y el Comunismo le abrió un expediente.

¿Por qué la cubrieron con un manto de silencio durante tantos años?

Porque fue un personaje interesantísimo, como intelectual, periodista, escritora, profesora y, sobre todo, como gran defensora de los derechos humanos. Y una mujer que logró gran prestigio y fama, pero que tras la guerra civil española cayó en el olvido; o, más bien, fue borrada de la memoria. Carmen de Burgos murió tres veces: la primera de un infarto en 1932, la segunda, en 1939 cuando la incluyeron en la lista de los autores prohibidos y quemaron sus libros, y la tercera vez en 1942, cuando a pesar de llevar 10 años muerta, el Tribunal Especial para la Represión de la Masonería y el Comunismo le abrió un expediente por mujer, feminista, antibelicista, masona, republicana y defensora del divorcio.

Mis amigos extranjeros se asombran de que don Juan Carlos no tenga dónde vivir en su propio país

Uno de los presentadores de su libro Luis Sánchez Merlo estableció un cierto paralelismo entre la vida de Colombine y la suya, también pionera en muchas cosas, entre ellas haber estado al lado del rey Juan Carlos en una etapa decisiva de la historia de España. ¿Qué valoración hace hoy usted del papel histórico de don Juan Carlos?

Impulsó la Transición democrática y protagonizó la época de mayor progreso de España, según reconocen historiadores y líderes de todo el mundo. Lamentablemente, en su última etapa, algunas actividades privadas mancharon su brillante trayectoria oficial. Pero el Rey Juan Carlos no tiene ninguna causa pendiente. Debe regresar a España no solo por razones de salud. Mis amigos extranjeros se asombran de que don Juan Carlos no tenga dónde vivir en su propio país.