Emma Corrin, Lady Di se convierte en villana de Marvel: "Necesitaba un personaje que me sacara de mi zona de confort"

Es cierto que el cine de superhéroes dejó hace un par de años de ser una implacable máquina impresora de dinero, pero eso no ha impedido a todas las previsiones dar por hecho que ‘Deadpool y Lobezno’, la próxima de las películas pertenecientes a ese género en llegar a los cines -la semana que viene se estrena en buena parte del mundo, también en España-, provocará un terremoto en la taquilla. Y eso, entre varias otras cosas, significa que impulsará a Emma Corrin hacia el tipo de estrellato al que solo los más grandes ‘blockbusters’ dan acceso.

¿Cómo se prepara alguien para semejante nivel de fama? “Creo que he tratado deliberadamente de no pensar en ello”, nos confiesa acerca del asunto quien se dio a conocer hace cuatro años a bordo de la cuarta temporada de ‘The Crown’, exhibiendo tal verosimilitud en la piel de una joven Diana de Gales que por momentos la serie parecía más un documental que un trabajo de ficción. Su primera incursión en el Universo Cinematográfico de Marvel (MCU) marca una clara distancia con el grueso de papeles que ha interpretado desde entonces. “La verdad es que llevaba cierto cierto tiempo necesitando este tipo de revulsivo en mi carrera, un personaje que me sacara de mi zona de confort”, explica. “Y, aunque yo no conocía realmente el MCU, me pareció muy inspirador formar parte de algo que significa tanto para tanta gente”.

Como sin duda ya sabrán los aficionados a los cómics de ‘X-Men’, la supervillana a la que Corrin encarna en la nueva película, Cassandra Nova, es una forma de vida parasitaria originariamente nacida sin cuerpo en el plano astral, que está dotada de diversos poderes psiónicos y decidirla a usarlos en pos de la destrucción y el genocidio; en otras palabras, no es de fiar. Para darle vida, Corrin se inspiró en Hans Landa, el perverso coronel nazi a quien Christoph Waltz interpretó para Quentin Tarantino en ‘Malditos Bastardos’ (2009). “Es un hombre increíblemente malvad, pero, en parte, porque viste el uniforme de las SS, no necesita llamar la atención sobre su propia vileza. De hecho, se comporta de forma increíblemente amable, y eso le basta para resultar aterrador. Y eso, jugar con las expectativas del público respecto al comportamiento del villano, es justo lo que a mí me interesó”.

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Rodaje mastodóntico

El de ‘Deadpool y Lobezno’ fue un rodaje mastodóntico, de tamaño incomparable con los de todos los proyectos en los que Corrin había participado previamente. Sin embargo, confiesa, trabajar a tal escala no solo no le resultó desconcertante, sino que fue un estímulo. “Verme en medio de todos esos decorados gigantes me hizo volver a ver la interpretación como un juego, y conectar con ese lado fantasioso que todos tenemos en la niñez y que perdemos al hacernos mayores”.

En ese sentido, recuerda los mundos imposibles que creaba mentalmente en la infancia, y que escenificaba junto a sus hermanos pequeños. “Mi madre me dijo no hace mucho que, en aquellos años, yo a menudo imaginaba que la casa se estaba inundando, y construía una balsa a bordo de la que escapar. Me encantaba protagonizar aventuras y, como no las encontraba en la vida real, me dedicaba a crearlas a mi medida. Y puede que sea esa misma necesidad de aventuras lo que me ha movido desde que me dedico a esto profesionalmente”.

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Aunque también es posible, reconoce, que en su caso actuar responda a un impulso mucho más poderoso y trascendental. A ese respecto, recuerda las palabras que le dedicó el director teatral Michal Grandage, con quien trabajó hace dos años en una adaptación de ‘Orlando’, de Virginia Woolf. “Me dijo: ‘me da la sensación, Emma, de que a ti actuar te resulta muy fácil, y la vida real te resulta muy difícil’. Y creo que tenía razón. Me tomo la interpretación como algo parecido a una vía de escape, porque, si bien la ficción tiene mucho sentido para mí, el resto de mi vida no suele tener tanto. También supongo que contar las historias de otras personas proporciona una forma de protección a alguien que todavía está intentando encontrarle el sentido a su propia historia”. Corrin se identificó por primera vez en público como persona no binaria en julio de 2021. 

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Obviamente, aquella decisión no habría tenido una respuesta tan intensa en redes sociales -de parte tanto de quienes vieron en ello un ejemplo a seguir como de quienes lo usaron como excusa para verter su odio- de no ser por el escrutinio al que Corrin tuvo que someterse tras encarnar a Lady Di. ¿Alguna vez ha lamentado el impacto causado por su participación en ‘The Crown’? “Sí y no”, responde. “Por supuesto, sentí una exposición excesiva, y me dio miedo. Pero sin la serie no habría tenido a mi alcance varios de los papeles que obtuve después”.

Como era de esperar, muchas de esas ofertas resultaron ser personajes de época no muy alejados de la princesa Diana. Tanto en ‘Mi policía’ (2022) como en la más reciente adaptación de ‘El amante de Lady Chatterley’ (2022), volvió a interpretar a una mujer atrapada en un matrimonio asfixiante. “Trabajo en una industria que acostumbra a encasillar a los actores”, lamenta al respecto. Su trabajo en la reciente miniserie ‘Asesinato en el fin del mundo’ (2023), en la piel de un ‘hacker’ reconvertida en detective, le permitió quitarse el corsé.

Después de ‘Deadpool y Lobezno’, Corrin ya ha rodado ‘Nosferatu’, nueva versión de la película homónima de 1922 basada en la novela ‘Drácula’, de Bram Stoker. Completó su trabajo en ella en mayo de 2023 y, por decisión propia, desde entonces no ha trabajado. "Recientemente, aprendí a no tener miedo a ser exigente, y a aprender a disfrutar del tiempo libre. Los rodajes son muy absorbentes, y me he dado cuenta de que para mí es importante compaginarlos con el resto de cosas que me gusta hacer. He decidido que voy a centrarme en personajes que realmente me enamoren, que me hagan sentir que mi vida misma depende de interpretarlos".

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