Cierre del festival

Pet Shop Boys, realeza pop en un Cruïlla que bate su récord con 77.000 asistentes

El dúo británico lució su descollante historial de ‘hits’ en la jornada final del festival en el Fòrum, que registró también actuaciones destacadas de artistas como Johnny Marr, Calexico, The Tyets y Marala

Pet Shop Boys abren el Primavera Sound con un exquisito aquelarre de hitos pop (noticia del 31/05/2024)

LANZAMIENTO | Pet Shop Boys, delicias para bailar llorando en ‘Nonetheless’

Jordi Bianciotto

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Reinando este sábado con su ‘pop art’ integral, tanto el ‘show’ como un cancionero que no te lo acabas, impusieron Pet Shop Boys su fiesta en el clímax del Cruïlla (a la espera de pases de madrugada como los de Oques Grasses y The Smashing Pumpkins). Una edición que fue algo más allá de las cifras de público habituales, trepando hasta los 77.000 asistentes, apenas dos centenares más que en el hasta ahora año récord, 2019. Así lo ha explicado a la prensa el director del Cruïlla, Jordi Herreruela, que ha aprovechado para clamar por “una Barcelona diversa y real, no la ciudad de postal”.

Si hoy en día el río de los ‘hits’ es el flujo central de los conciertos en festivales, Pet Shop Boys han demostrado ir sobradísimos de ellos, cubriendo varias generaciones desde aquel ‘West end girls’, que acaba de cumplir 40 años (y que en el Fòrum dejaron para el final). Algarabía en la llanura ante el esplendor pop representado por ‘Suburbia’, la matadora balada ‘Rent’, el electro-sinfonismo de ‘Left to my own devices’, la batucada de ‘Se a vida é’, los ‘oe-oés’ de ‘Domino dancing’… y un par de docenas más. Montaje audiovisual fino y cambiante, del blanco y negro al color, abrigo largo para Neil Tennant, enmascarado Chris Lowe tras sus máquinas.

Canciones nuevas

Esto se llama ‘Dreamworld – The greatest hits live’, un show que, hay que decir, ya va por su tercer año de gira, y que pudo ser visto por primera vez en España en el bilbaíno BBK, en 2022 (y el año pasado en el Primavera Sound). Las novedades fueron unas pocas citas a su nuevo álbum ‘Nonetheless’, lanzado este mes de abril, haciéndose un hueco entre himnos como ‘Always on my mind’, ‘Heart’ o ‘It’s a sin’.

Concierto de Pet Shop Boys en el Parc del Fòrum de Barcelona, en el marco del Festival Cruïlla, este sábado.

Concierto de Pet Shop Boys en el Parc del Fòrum de Barcelona, en el marco del Festival Cruïlla, este sábado. / FERRAN SENDRA

Antes, una leyenda de Manchester, Johnny Marr, actuó envuelto en el aura de The Smiths. Concienzudo guitarrista, cantante con carácter, mostró autoridad en su repertorio en solitario (pistas electrónicas en ‘Armatopia’ y la invasiva ‘Spirit power and soul’) y dedicó a sus amigos Pet Shop Boys una endurecida ‘Getting away with it’ (tema de Electronic, su tándem de los 90 con Bernard Sumner, de New Order, con el que colaboraron Tennant y Lowe). Tocó fibras sensibles en los ecos de su vieja amistad con Morrissey: ‘Panic’ y ‘This charming man’ primero, luego la acústica ‘Please, please, please let me get what I want’, una inesperada ‘Bigmouth strikes again’, la reverberada ‘How soon is now?’ y el toque de gracia con ‘There is a light that never goes out’, dejando una estela de aullidos de placer.

Del mariachi a la sardana

Entre las otras atracciones, sabroso pase de Calexico, el combo creado en Arizona por Joey Burns y John Convertino (ex-Giant Sand), con maduras sonoridades del sur del Río Grande (‘Minas de cobre’ con toques de mariachi), cumbias (‘Flores y tamales’) y un par de versiones audaces: ‘Alone again or’ (Love) y una sorprendente ‘Heroes’ (Bowie). La diversión más diáfana la pusieron The Tyets con su pop extrovertido de roces tropicales, sacudiendo el lugar a golpe de ‘De l’1 al què’, ‘Olivia’, ‘Bailoteo’… y un ‘Coti x Coti’ que puso a bailar sardana (o algo así) a un público multitudinario y, definitivamente, muy poco guiri.

Así es el Cruïlla, un festival con espacio para acentos autóctonos tan agudos como el del trío balear-valenciano-catalán Marala, que llenó el escenario de coros, bailarinas y panderos cuadrados. Canciones como ‘Estic antiquà’, ‘Copeo traïdor’ (con Maria Hein) y ‘Entre carn i os’, enraizadas y modernísimas, peleonas y sarcásticas, en una imponente puesta en escena que dejó huella en la memoria del Cruïlla.

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