Cigarettes After Sex, más de lo mismo en su bello y reiterativo tercer álbum, ‘X’s’

Entre los fenómenos curiosos consignados en el último lustro, está el advenimiento de Cigarettes After Sex como grupo con cierto ascendiente popular, capaz de llenar dos noches Apolo (y, aparentemente, el Madison Square Garden, donde esperan al grupo en septiembre). Larga onda expansiva para una propuesta musical introvertida y susurrante, de medianoche tan metafísica como libidinosa, asentada en artefactos lineales a conciencia, con cadencias propias del slowcore y ambientaciones dream-pop.

Bien, Cigarettes After Sex participa de ese principio en el que, si has tenido una buena idea en la vida, es mejor que la sigas cultivando sin remordimientos ni golpes de volante. No es que el tejano Greg González, alma del vehículo, sea un oportunista: la primera aprobación popular la recibió con un tema, ‘Affection’ (2015), que llegó tras siete años de abnegada perseverancia en lo suyo, y luego llegó el álbum de debut (2017) y la propagación de piezas como ‘Apocalypse’. Pero ahora, cinco años después del segundo largo, ‘Cry’ (2019), este ‘X’s’ nos trae una nueva entrega de más de lo mismo. Canciones portadoras de una tenue belleza interior que se suceden con parsimoniosa monotonía. 

Añoranza de la alcoba

El motor inspirador lo aporta una relación que duró cuatro años, que vemos más o menos reflejada en esa portada (en el habitual blanco y negro) en la que se vislumbra, muy difuminada, una pareja besándose. Al parecer, el tema ‘By your side’, de Sade, acompañó a González en su proceso de duelo pos-ruptura, y su espíritu se filtra en estas canciones. Como otras veces, colando imágenes de alcoba (“hazlo con los labios que guardaste cuando finalmente te besé”, arranca el disco en el tema titular) y tirando incluso de cierta vulgaridad léxica, en contraste con la finura instrumental: “Queríamos follar todo el tiempo / y cuando volviste de tu vuelo / fue lo primero que hicimos”, nos informa González en la canción que fue elegida (el pasado febrero) como primer adelanto del álbum, ‘Tejano blue’.

‘X’s’ avanza con la formulación sonora característica de Cigarettes After Sex, el ritmo templado sobre el que flotan guitarras reverberadas y capas de sintetizador, dando cobijo a la muy contenida voz cantante, que no se permite elevar el tono ni desviarse del rumbo confesional. Melodías hermosas y lánguidas en ‘Silver sable’ y ‘Hot’, ecos góticos en ‘Dark vacay’ (donde se presagia el fantasma de Mazzy Star, una de sus fuentes de inspiración originales) y arpegios a lo The Durutti Column en ‘Baby blue movie’. Construcciones envolventes: ‘Dreams from Bunker hill’, obsesiva y narcótica a través de su bello bucle armónico. Material con el que Cigarettes After Sex no amplía horizontes, si bien fácilmente cautivará una vez más a quienes un día cayeron rendidos ante sus sigilosas artes. Jordi Bianciotto

OTROS DISCOS DE LA SEMANA

Tras la reunión de Soft Cell, Marc Almond bucea en sus tonadas favoritas y entrega un personalísimo ‘cover album’ envuelto en un halo fuera de tiempo. El conmovedor ‘I’m not anyone’, con el que Sammy Davis Jr. nos contaba la historia de su vida, centra los focos en diálogo con rescates de The Zombies y Don McLean, King Crimson y Marmalade, entre sobrios arreglos de cuerda y guiños al góspel y el Northern soul, con el que poder disfrutar de su magnetismo vocal. Jordi Bianciotto

Ritmos maquinales que parecen hechos a mano. Teclados añejos que dibujan chiribitas. Saxos que suenan como voces cantando nanas extrañas. Un groove que va más a la cabeza que a los pies. SML son cinco jóvenes músicos de Los Ángeles con currículos de lo más variado -del indie al jazz, del pop a la electrónica- que cogen de aquí y de allá para armar un rompecabezas muy agradecido de escuchar. Cálido, un punto extravagante pero nunca incómodo, Small Medium Large es un disco que da gustera. Roger Roca