Entrevista

Charlie Pee: “En la comedia hay mucha presión de tener que estar todo el rato divertida, a veces es agotador”

La humorista catalana cierra la temporada de su monólogo 'Mamasita' en el festival Salat de Portaferrada con historias personales como su inesperado embarazo justo antes de irse de Erasmus

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La humorista Charlie Pee

La humorista Charlie Pee / Claudia Serrahima

Alba Giraldo

Alba Giraldo

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Charlie Pee sabe sacar el lado bueno de los momentos más complicados. “Me quedé embarazada el día que me iba de Erasmus”, confiesa la humorista de Sabadell. Aunque este podría haber sido un episodio trágico para muchos, ella supo darle la vuelta y reírse de los contratiempos. Ahora esta es una de las historias que protagonizan su último monólogo, ‘Mamasita’. “Me hace mucha gracia el titular, es graciosísimo, pero en aquel momento no lo era tanto”, explica la cómica catalana. También habla en clave de humor de la muerte de su perra, de un accidente de avión que vivió, de las drogas y de sexo, entre muchos otros temas. En definitiva, historias que marcaron algún punto de su vida (todas bastante dramáticas) y que, con el paso del tiempo, pueden ser divertidas.

“Me he dado cuenta de que antes de conocer, estudiar y hacer humor, de alguna manera ya lo practicaba en mi vida como una herramienta de defensa ante cualquier otra cosa”, reflexiona la cómica. Pee ha conseguido reírse de sus propias adversidades y convertirlas en su profesión, a la que ya se dedica desde hace más de 10 años. “Siempre he sido muy sarcástica para intentar que los problemas fueran menos graves, iba con mi manera de ser”, analiza. Aunque este proceso de reírse de las cosas malas es terapéutico para ella, reivindica que sigue yendo a terapia porque es "necesario".

Un espectáculo muy personal

Pero abrirse en canal durante un espectáculo humorístico también tiene su parte mala. Cuando empezó a hacer el show 'Mamasita' por teatros no tenía un público tan grande: “La gente no me conocía y yo no los conocía a ellos, entonces podía decir lo que quisiera porque nadie sabía quién era”. Eso fue cambiando a medida que se fue haciendo más conocida y empezaron a acudir al espectáculo sus amigos, familiares, parejas o personas que estaba conociendo en ese momento. Charlie Pee se dio cuenta de que no siempre estaba preparada para abrirse en canal de esa manera (porque quizás no es una buena idea explicar la parte más oscura de tu vida en una primera cita). “Si hay alguien que estoy conociendo y me gusta, igual no quiero que desde un primer momento sepa tantas cosas de mí íntimas. Juegas con desventaja porque igual tú no sabes nada de esa persona y se pierde un poco la gracia”, comenta.

La humorista Charlie Pee en una de sus actuaciones

La humorista Charlie Pee en una de sus actuaciones / Jordi Ribot

Con ‘Mamasita’, que cerrará la temporada este viernes 5 de julio en el festival de humor Salat de Porta Ferrada, Charlie Pee ha recorrido gran parte de España. Desde Galicia hasta Madrid, pasando por Málaga y, por supuesto, Catalunya. “Cada vez que lleno un teatro fuera de Catalunya es una sensación única”, relata. Este salto al resto de España es consecuencia del pódcast que hacía con Carolina Iglesias, de trabajar en ‘La Resistencia’ y de haberse ganado al público con sus intervenciones. “Yo lo hago sin ser consciente de dónde llega todo esto. Cuando voy al programa hago mi sección con las 300 personas que hay en el teatro y con David Broncano, pero no soy consciente de que luego se emite y lo ve muchísima gente”, comenta la humorista.

Exigencia y presión constante

El nivel de exigencia y exposición constante que estaba viviendo la cómica con todos los proyectos que tenía entre manos empezó a afectarle mentalmente, por lo que decidió reducir el número de trabajos en los que estaba involucrada. “Hay mucha presión de tener que estar todo el rato divertida y maravillosa, a veces es agotador”, reivindica la catalana. El año pasado, Charlie Pee sintió que esa presión la estaba superando y decidió frenar. “La comedia es lo que más me gusta hacer del mundo y lo seguiré haciendo, pero tenía que bajar el ritmo y centrarme en otras cosas”, explica.

Con el salto al resto de España también llegó el cambio de idioma. Acostumbrada a hablar en catalán en su día a día, la joven tuvo que cambiar el idioma de sus monólogos y sus intervenciones en los programas. “Me equivoco bastante en castellano, pero tengo recursos y chistes para cuando me pasa”, asegura. “La gente que compra una entrada para verme ya conoce mi personaje, en todos los sitios en los que he trabajado en castellano he dicho que soy catalana. Les gusta porque soy honesta, soy yo misma”, explica. Hay quien dice que es más graciosa cuando habla en castellano porque no sabe decir algunas palabras y se lía en directo; ella no está de acuerdo. En el idioma que sea, Charlie Pee tiene claro que, después del festival Salat y el Cruïlla, volverá a partir de septiembre con más anécdotas y experiencias únicas.