Aniversario de la cita del Garraf

El Vida Festival cumple 10 años desafiando la “dictadura” de los cachés “estratosféricos”

La muestra de Vilanova i La Geltrú espera acoger a un tope de 10.000 asistentes por día a partir de este jueves, y hasta el sábado, con un cartel en el que figuran reclamos internacionales como M.I.A., James Blake o Ride, y un amplio plantel de atracciones autóctonas, de Los Planetas a Julieta pasando por Clara Peya, Alizzz o Sílvia Pérez Cruz

M.I.A., el alias musical de Maya Arulpragasam, actuará en el Fetsival Vida.

M.I.A., el alias musical de Maya Arulpragasam, actuará en el Fetsival Vida. / EPC

Jordi Bianciotto

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El Vida Festival afronta a partir de este jueves, hasta el sábado, una 10ª edición en cuyo lema ha querido imprimir el carácter singular y hasta heroico que desea transmitir con su programación y su modo de hacer las cosas. El cartel de este año es el de la ‘10th revolution’, anuncia. “Porque hemos conseguido desarrollar el proyecto sin contradecir nuestro concepto inicial, tratando al público como personas y no como unidades, y sosteniéndonos en un mundo en el que todo lo que no crece, decrece”, explica a este diario su director, Dani Poveda. 

Los parámetros básicos siguen ahí: en el recinto de la Masia d’en Cabanyes, en Vilanova i la Geltrú, caben hasta 25.000 personas, explica Poveda, pero el festival no se plantea acoger a más de 10.000 por jornada. Las entradas de este año están “cerca del ‘sold out’” por lo que respecta al viernes y sábado, y algo por debajo las del jueves. “Desplazar hasta fuera del área metropolitana de Barcelona a todo este público es un milagro. Podríamos haber puesto eso como lema, el ‘10º milagro’. Somos una empresa local comprometida con el territorio, sin socios ni inversores capitalistas”, indica el director, que observa como “hay festivales que tenían un encanto y que lo han perdido por culpa del crecimiento, apartándose de su idea primigenia”. 

El director del Festival Vida, Dani Poveda.

El director del Festival Vida, Dani Poveda. / EPC

Fotos de la escena

El cartel de este año ofrece reclamos internacionales como M.I.A., James Blake, Vance Joy, Ty Segall, Ride y Black Lips, junto a figuras autóctonas de amplio espectro, entre ellos Clara Peya (concierto inaugural), Los Planetas, Sílvia Pérez Cruz, Alizzz, Julieta, Standstill (reunión de Enric Montefusco y compañía), El Columpio Asesino, Derby Motoreta’s Burrito Kachimba, Ferran Palau, Mujeres o Guillem Gisbert. Pop con ecos independientes, electrónica, ‘alt rock’ con vistas al hardcore o a las fusiones, canción de autor heterodoxa, urbanidades rampantes… “Seguimos haciendo fotografías de la escena”, estima Dani Poveda, que quiere poner un acento en talentos locales emergentes, “como un Socunbohemio, que por su propuesta sonora no encajan con el circuito de fiestas mayores”. 

Respecto a los protagonistas de este año, el director califica también de “milagro” que algunos hayan apostado por Vilanova i la Geltrú. “Todavía no entiendo por qué James Blake ha elegido el Vida y no el Sónar, o el Primavera Sound, o el Mad Cool”, confiesa, si bien destaca la importancia de “ser cabeza de cartel del Vida” frente a ocupar una posición inferior en un festival más grande. “Pero no nos gusta jugar a la dictadura de los cabezas de cartel”, asegura. “Todos los años, cuando anunciamos la programación, oímos a gente diciendo ‘no conozco a nadie’, y ya está bien así, porque cuando termina el festival, te dicen ‘ya tengo mi nuevo grupo favorito’”.

Agresiones entre festivales

Este año, el Vida trató de atar al dúo electrónico francés Air. “Pero cuando supimos que estaban negociando con el Sónar retiramos inmediatamente nuestra oferta. Admiramos mucho al Sónar, entendemos que ellos actuaran allí finalmente y no queríamos entrar a competir por eso y encarecer el precio”, reflexiona Dani Poveda, que ve una espiral de disfunciones en la actual lógica del circuito. “Se están haciendo mucho daño entre los grandes festivales con ofertas estratosféricas. Ellos sabrán cuál es su equilibrio. Yo no lo encuentro ni quiero encontrarlo. Para entrar ahí deberíamos cambiar el formato y perderíamos la idiosincrasia del festival”. 

El sábado, antes del concierto de M.I.A., el Vida escenificará su 10º aniversario “con un pastel y un video-resumen de todos estos años”. Ahí, ante el público, anunciarán los responsables del festival uno de los reclamos del año que viene. “Un grupo que nos ha pedido mucha gente y de cuyo primer álbum se cumplirán 30 años”, adelanta enigmáticamente. 

Tránsito generacional

Tras esta década de actividad, el público, cuya media de edad está sobre los 33-34 años, presenta imágenes de perfil familiar. “Los niños que venían de la mano de sus padres, que ya tienen 18 años y vienen por su cuenta, y se encuentran a sus padres de fiesta. Es algo que veo mucho en los festivales británicos y que es muy bonito”, razona Dani Poveda. “Y tenemos unos 500 niños y adolescentes que ya forman parte de nuestro ‘target’”. La muestra de este año cuenta con un presupuesto de 2.150.000 euros, de los cuales la aportación pública se limita a los 188.000 (un 8,7%) aportados por el Ayuntamiento de Vilanova, el ICEC (Generalitat), el INAEM (Ministerio de Cultura) y la Diputación de Barcelona.