Obra en el Lliure

El 'tour de force' de María Hervás en el Grec: un maratón de 24 horas en el escenario con 100 actores no profesionales

La actriz madrileña interpreta este sábado en el Teatre Lliure de Montjuïc 'The second woman', una obra en la que se repite una misma escena con dos personajes sobre el escenario un centenar de veces y que busca explorar la identidad de género y los privilegios masculinos

Una representación de 'The second woman’.

Una representación de 'The second woman’.

Ignasi Fortuny

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"Quizá el sábado sea el último día que actúo. A lo mejor el lunes digo que nunca más", bromeaba este miércoles la actriz María Hervás en la presentación de 'The second woman', una obra única que protagoniza y presenta este sábado en el Teatre Lliure de Montjuïc en el marco del Festival Grec y que tiene mucho de reto, de prueba de resistencia. La madrileña tiene por delante un verdadero 'tour de force', un maratón de 24 horas de teatro en el que 'solo' compartirá escenario con 100 personas, en su mayoría intérpretes no profesionales seleccionados a través de un casting al que se presentaron unas 400, según ha explicado el director del certamen, Cesc Casadesús. En el elenco, dice Casadesús, han logrado representar "todo tipo de diversidad: de edades [de 18 a 78 años], funcionales, raciales...", personas que se identifican dentro del espectro de la masculinidad.

Y todos ellos se plantarán frente a una actriz de la talla de Hervás, engalanada canónicamente con peluca rubia y fetichista vestido rojo para la ocasión, para reproducir una escena de unos ocho minutos -¡se repetirá hasta 100 veces!- que es una conversación entre una pareja que se hunde, que ha perdido todo el romanticismo, toda la pasión.

La dramaturga Nat Randall, la actriz María Hervás y el director del Grec, Cesc Casadesús

La dramaturga Nat Randall, la actriz María Hervás y el director del Grec, Cesc Casadesús / Sílvia Poch

'The second woman', de las dramaturgas australianas Nat Randall y Ana Breckon, pretende mostrar al espectador los mecanismos de poder de género y los privilegios masculinos. Para ello utiliza también un elemento interesante: una realización cinematográfica, con mujeres operando las cámaras y con pantallas en la sala, acompaña la obra. "Nos permite estirar el tiempo, ampliar momentos breves", ha definido Nat Randall, una de las creadoras que también se ha puesto en el papel de la protagonista en algunas de las funciones. "Me preocupa mi propio cansancio, pero que la cámara lo retrate me parece estimulante, va a hacer que los espectadores empaticen", ha considerado la Hervás.

La obra, que empezará el sábado a las 18 horas y terminará a la misma hora un día después, tiene un texto cerrado, pero hay espacio para introducir matices en ella. "A la gente le vibra la cara de los nervios, te conecta con una fragilidad brutal del ser humano", ha comentado la actriz madrileña, consciente del desequilibrio sobre el escenario entre ella y los demás participantes tras su experiencia en los ensayos (hechos con intérpretes no seleccionados para el día de la función).

"¿Estás loca?"

Hervás ha explicado que desde que se ha hecho pública su participación en el proyecto, que tiene cosas de laboratorio y de experimento, tiene multitud de mensajes de colegas preocupados. "Pero, ¿estás loca? ¿Cómo lo vas a hacer?" La intérprete tendrá cada dos horas un descanso de 15 minutos para ir al baño, comer o beber. No podrá, desde luego, dormir. "Tengo mucho desonocimiento sobre la potencialidad de esto en mi cuerpo, a lo mejor necesito que no me hable nadie o, al contrario, necesito compartirlo con todo el mundo en los descansos", ha expuesto la madrileña, que también protagonizará la obra en el Teatro Central de Sevilla el próximo octubre.

El reto, evidentemente, también es mayúsculo para la producción. "Queremos que la experiencia se convierta en algo inexplicable", ha sentenciado Casadesús, que ha situado al vestíbulo de la sala como una parte imprescindible de la función. Para empezar, un par de buenas noticias: el bar del Lliure estará abierto ininterrumpidamente; también se repartirán churros con chocolate a primera hora del domingo.

Casadesús ha reconocido que para el público puede ser "muy tedioso" acompañar 24 horas a Hervás, pero ha animado a hacerlo en varios momentos del día. Para ello hay varios tipos de entradas disponibles: unas para toda la función con las que puedes entrar y salir; otras que te permiten entrar en una franja determinada; y unas para aquellos que a última hora se decidan a ir al Lliure a ver parte del espectáculo. Así, el director del Grec ha explicado que en las anteriores representaciones en ciudades como Londres la media por espectador es de unas tres horas. "Te puedes ir a cenar y volver y María sigue ahí... Pero ves que se van produciendo cambios", ha expuesto Casadesús, que ha puesto especial énfasis en invitar al público a llenar la sala y acompañar a Hervás en las horas más intempestivas. "Los que salgan de Razzmatazz a las 4 de la madrugada, que vengan".