Crítica de 'Fuera de temporada': un exquisito sentido del humor y dos actores espléndidos que dejan huella

No es fácil encontrar hoy dramas románticos o comedias románticas realmente adultos, películas actuales que vayan al hueso de las complejidades de las relaciones afectivas. Ni que tengan en cuenta de verdad a los personajes. Ni que sepan cómo contar lo que éstos sienten y padecen, que a veces no es lo que suponemos que deberían sentir y padecer. Ni que expliquen esos afectos o desafectos sin caer en trampas, tropos y excesos. Ni que recuerden que la puesta en escena es tan importante como el texto y la interpretación de los actores para contar lo que pasa por dentro, lo que contenta o descontenta a los personajes. Aun así, hay excepciones.

Las últimas películas de Emmanuel Mouret ('Crónica de un amor efímero') o 'Fuego' (2022), de Claire Denis, servirían de ejemplo. A ellas se suma ahora otra película francesa, la magnífica 'Fuera de temporada', sobre el encuentro en una pequeña ciudad costera entre un actor famoso (Guillaume Canet) y la mujer de la que se separó quince años atrás (Alba Rohrwacher).

Para contar esa historia, Stéphane Brizé ('La ley del mercado') no sólo tiene en cuenta todas las cosas antes citadas. A la madurez del texto y a la inteligencia formal de la propuesta (qué belleza el uso de la música y del sonido y la manera de rodar espacios cerrados y paisajes) se suma un exquisito sentido del humor y la complicidad y la franqueza en la gestualidad, la mirada y las risas de Canet y Rohrwacher, espléndidos en la piel de dos personajes con el don de dejar huella (también en el espectador).