Dotado con 30.000 euros

Acantilado gana el Premio Nacional a Mejor Labor Editorial Cultural: “Nuestra idea de Europa es una manera de ver el mundo”

“La vocación ha sido siempre y sigue siendo la de ser una editorial de educación europeísta, en el sentido más amplio de la palabra”, explica su editora, Sandra Ollo

La editora Sandra Ollo, en la sede de los sellos Quaderns Crema y Acantilado. 

La editora Sandra Ollo, en la sede de los sellos Quaderns Crema y Acantilado.  / Maite Cruz

Leticia Blanco

Leticia Blanco

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

La editorial Acantilado, fundada por Jaume Vallcorba (Tarragona, 1949- Barcelona, 2014) hace 25 años y liderada desde hace una década por su viuda Sandra Ollo (Pamplona, 1977), ha ganado el Premio Nacional a la Labor Editorial que otorga el Ministerio de Cultura, dotado con 30.000 euros. El jurado ha destacado en su fallo la “impecable labor en la que destaca la excelencia del catálogo con una cuidada selección de títulos, de la edición de los textos, de la gran calidad de las traducciones, así como por su labor en la recuperación de clásicos imprescindibles”.

Acantilado, bautizada así precisamente por el vértigo y la pulsión algo suicida en términos comerciales que implica editar títulos de pensamiento como, por ejemplo, los ‘Ensayos’ de Montaigne (1.736 páginas) o la nueva traducción, en 2019, de la ‘Comedia’ de Dante a manos de Josep Maria Micó (en edición bilingüe e ilustrada, 14.233 versos en 940 páginas de papel biblia), es el hogar de autores como Pessoa, Stefan Zweig, Helen Oyeyemi, Nuccio Ordine, Marcus du Satoy o Reiner Stach.

Entre sus bestsellers destacan títulos como ‘La utilidad de lo inútil’ de Ordine o el reciente ‘El murmullo del agua’ de María Belmonte. Títulos reposados, orgullosamente a contracorriente de estos tiempos de prisas y poco dados a la profundidad. G. K. Chesterton, Natalia Ginzburg y Georges Simenon son otras de las voces de un catálogo moderno y ecléctico en el que la música también tiene un papel destacado: ahí están los títulos de John Eliot Gardiner, la biografía de 1.000 páginas Beethoven escrita por Jan Swafford o las fantásticas memorias del pianista Alfred Brendel.

Vallcorba lanzó Acantilado en Barcelona 20 años después de fundar Quaderns Crema, el sello del cuento en catalán por antonomasia, y aunque en su catálogo conviven tanto ficción como no ficción, su firme apuesta por la literatura de viajes, textos sobre religión, historia y pensamiento la han convertido en todo un referente del ensayo humanista, con especial atención a la literatura centroeuropea. “La vocación de la editorial ha sido siempre y sigue siendo la de ser una editorial de educación europeísta, en el sentido más amplio de la palabra”, explica (todavía algo emocionada por la noticia del premio) Sandra Ollo, “una visión que no sólo que se ciñe a un territorio y a unas fronteras, a unas marcas geográficas, sino a una manera de ver del mundo”.

Además de Zweig, uno de los autores de los que Acantilado ha publicado tanto clásicos como ‘El mundo de ayer’ como sus estupendas biografías de personajes históricos, el sello barcelonés es el hogar de Arthur Schnitzler, Imre Kertész o Joseph Roth. Autores como Karl Schlögel o Yuri Andrujovich han permitido en los últimos años al lector español tener una visión privilegiada de Ucrania y del desmoronamiento la antigua URSS y, también, de las raíces más profundas de la guerra que Putin le ha declarado a Europa.

“El mundo del este, que había quedado por cuestiones políticas más oculto, encontró una vía para enseñarse, para mostrarse al resto de Europa”, recuerda orgullosa Ollo. “Hoy en día las cosas han cambiado mucho, por fortuna, en cuanto a visibilidad de todo el abanico literario del continente europeo. Pero también es verdad que han cambiado para mal, con la guerra que estamos sufriendo en nuestra Europa y con este cuestionamiento de las fronteras o de qué es europeo, que no lo es, y qué es este continente tan antiguo y chiquitito en el que vivimos. Nosotros seguimos trabajando en eso, convencidos de que la idea de Europa que no necesariamente está recogida en las normativas de la Unión Europea”, reflexiona Ollo. “Y en eso la editorial es un claro ejemplo de cómo literaturas de sitios tan diferentes y remotos pueden tener cabida bajo una misma idea. Nuestra idea de Europa es una manera de ver el mundo”.