Regreso al Poliorama

Sergi López: "La misión del teatro no es entretener y divertir, sino lograr una catarsis colectiva"

El actor catalán vuelve esta semana a los escenarios con una nueva versión de su aclamado espectáculo unipersonal 'Non Solum'

El actor Sergi López vuelve al  Teatre Poliorama una nueva versión de la obra "Non Solum".

El actor Sergi López vuelve al Teatre Poliorama una nueva versión de la obra "Non Solum". / Marc Asensio Clupes

Marta Cervera

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Sergi López regresa a los escenarios con una nueva versión de su aclamado solo 'Non Solum', un espectáculo que marcó época sobre las diferentes identidades que todos tenemos. Aunque no para de rodar películas, la última a las órdenes de Oliver Laxe, sobre el mundo de las 'raves', López admite que "tenía mono de hacer teatro". Se sacará la espina del 26 al 30 de junio en el Poliorama, un teatro que ama, y aprovechará al máximo esta semana para recuperar el contacto directo con el público.

"Es el mismo 'Non Solum' pero diferente al que estrené en 2005", indica López, que siempre ha necesitado estar cerca de las tablas para llevar a escena sus propias propuestas. Para él el teatro no es solo interpretar. "El teatro que hago es de creación, representa un trabajo de investigación y de escritura". El espectáculo no es el mismo. Ha eliminado algunos pasajes icónicos del original, donde se desdoblaba en diferentes identidades.

Se mantiene la canción de Pau Riba 'Home estàtic' y también los boleros que interpreta el actor, 'Voy a apagar la luz' y 'Nosotros'. "Me ha quedado una propuesta más esencial. Es más sencillo y contundente. Resalta el discurso profundo, toda la parte más existencial. Muestran que todos somos iguales pero diferentes, las diversas personalidades del ser humano, el mundo del teatro y el misterio de quién somos". También es más corto. Ahora dura poco más de una hora. "Sigue siendo una comedia, pero es más ligera".

"Me ha quedado una propuesta más esencial. Ahora 'Non Solum' más sencillo y contundente"

"Las cosas que me resuenan hoy no son exactamente las mismas que en el 2005, soy el mismo, pero diferente, que es una idea que ya estaba en el espectáculo", apunta. Jorge Picó, con el que ha creado sus espectáculos teatrales, ha colaborado con él en esta nueva versión. "He compartido los cambios que he hecho con él y hemos ensayado juntos." Han extirpado partes con las que la gente se reía mucho, pero afirma que la gente que lo había visto ni lo nota. "Lo mismo pasó hace años cuando eliminé la parte del principio donde insultaba a los políticos. En el 2005 aquello era transgresor porque no lo hacía nadie", recuerda.

El actor Sergi López vuelve al  Teatre Poliorama una nueva versión de la obra "Non Solum".

El actor Sergi López vuelve al Teatre Poliorama una nueva versión de la obra "Non Solum". / Marc Asensio Clupes

Llevaba tres años y medio sin subir a escena y le encantó volver a las tablas con 'Non Solum' en su tierra, Vilanova i la Geltrú. Ahora toca reencontrarse con el público de Barcelona. El estreno de su espectáculo en el Poliorama es el mismo día que la inauguración del festival Grec. Hoy, casi 20 años después del estreno de 'Non Solum' en 2005, se sigue haciendo las mismas preguntas. No ha llegado a conclusión alguna. Quizá por eso sigue subiendo a escena.

"El teatro es necesario y tiene una función. Su misión no es entretener y divertir, sino lograr una catarsis colectiva, un lugar donde hacernos preguntas sobre nosotros mismos, donde ver historias y puntos de vista diferentes". Considera que en un mundo tan conectado, con información por todos lados, acudir una sala a oscuras con gente que conoces o no para ver un montaje en directo se convierte en toda una experiencia. "Es un ritual ancestral cargado de sentido".

Más de cine que de tele

Respecto a su debut en Netflix con 'Mano de hierro', una serie ambientada en el Puerto de Barcelona, comenta: "Quise probar qué era trabajar en una seria con una intención comercial clara y mucho de todo: violencia, cámaras, presupuesto y montaje. Valoro haber podido conocer la experiencia televisiva, pero continuo viviendo el cine como un oasis porque las películas que hago tienen otro tipo de exigencia".

El actor Sergi López vuelve al  Teatre Poliorama una nueva versión de la obra "Non Solum".

El actor Sergi López vuelve al Teatre Poliorama una nueva versión de la obra "Non Solum". / Marc Asensio Clupes

El actor aprecia más los tempos del cine donde la manera de trabajar es otra. "Hacer cine es un privilegio porque hay un director o directora con una visión y estás más cerca del núcleo creativo. En las series te conviertes en un intérprete: eres un personaje que hace unas acciones. A mí me gusta estar cerca del núcleo de creación planteando cómo hacer las cosas. Me siento más a gusto haciendo cine que televisión, que es más un mundo de resultados que de investigación artística. Son dos juegos diferentes". 

En 2023 estrenó tres películas: 'Ruta salvaje', de Marc Recha; 'El viento que arrasa', de la argentina Paula Hernández y 'La fiancée du poète', de la francesa Yolande Moreau. Y este año ha sido invitado de honor a la apertura del festival de Cannes donde se ha codeado con Meryl Streep y otras estrellas. "Lo mío es un chollo. Alucino pepinos. Esto no es lo normal, pero nunca me ha faltado trabajo. Aunque el año pasado se cayó un proyecto y me quedé siete meses sin hacer nada. Lo aproveché para empezar a escribir una obra, estoy en ello todavía".

"Del talento no te puedes fiar. ¿Qué significa actuar bien? Cada director y directora tiene su visión"

Es de los pocos afortunados que va enlazando trabajos en su profesión y que, a sus 58 años, todavía puede permitirse rechazar proyectos. "Esto no es lo habitual. El 90% de los actores y actrices tienen dificultad para encontrar proyectos, sin entrar en la calidad de los mismos", recuerda. ¿Cuál es su secreto? "Ni idea. No sé qué astros se han alineado porque del talento tampoco te puedes fiar. ¿Qué significa actuar bien? Cada director y directora tiene su visión. Como intérprete eres un intermediario. Has de escuchar y transformar a través de tu cuerpo las ideas de otro. Lo que sí me ha ayudado es hacer muchas películas en el cine francés que primero iban a festivales y desde hace un tiempo se pueden ver en el mundo entero gracias a las plataformas. Por eso me llaman ahora de otros países para trabajar".

Tipo normal y corriente

Algo de suerte ha tenido, claro. Si no, cómo se entiende que él, que estudió teatro físico en el centro de Jacques Lecoq en París, haya triunfado en el cine francés sin saber hablar una palabra de aquel idioma cuando empezó. Al principio le llamaban para hacer de tío simpático. Después con 'Harry, un amigo que os quiere' y 'El laberinto del fauno' se pasó al lado oscuro. Pero lo que más ha interpretado es a hombre normal y corriente.

A López le gustaría, sin embargo, que alguien le propusiera un rol más cómico, para poder explotar su vena payasa. "Puedo ser el lampista, o un tío cualquiera porque no soy ni alto, ni bajo, ni guapo ni feo. Más bien gordito", admite este 'bon vivant' que desearía que alguien le contratara para hacer un filme que le exigiera bajar de peso. "Sólo me pidieron que perdiera peso en un filme, 'El laberinto del fauno'. Desde entonces estoy esperando porque será la única manera de adelgazar y perder 20 kilos. Cada vez que me contratan pregunto si me quieren más delgado pero no interesa. Al revés, la directora de 'El viento que arrasa' me quería igual o más gordo, así que gané unos 11 kilos". 

Está encantado de trabajar con más mujeres en el set. "La reivindicación de igualdad de la mujer ha calado. Alzar la mano y decir estamos aquí ha abierto los ojos al público y a las productoras. ¡No ha de ser excepcional que haya mujeres directoras, el talento no tiene género!". Aplaude el auge de mujeres en su profesión. "Me gusta la eclosión de mujeres en el cine. En este mundo que va tan mal, en todos los sitios donde hay conflicto, hay tíos. Es un mundo inventado por ellos donde el poder se vehicula a través de la violencia, la manipulación... Cuando mandan las mujeres es distinto, lo he podido apreciar en los rodajes. Antes, aparte de las actrices, en un rodaje todo eran tíos. Era un campo de nabos y había una fricción para ver cuál de ellos mandaba más. Con ellas se nota una energía diferente, otra forma de poder, más interior y mental, menos explícito".