El BBVA Sant Joan premia el debut de Alba Gómez en una Barcelona gentrificada y deshumanizada

Aunque no sea inédito, poco habitual es ver que los grandes premios literarios reconozcan a un autor novel. Este lunes el jurado de la 44ª edición del Premi BBVA Sant Joan, uno de los mejor dotados de las letras catalanas (con 35.000 euros libres de impuestos), ha hecho gala de su independencia y ha asumido el riesgo de validar con su fallo y por mayoría la calidad de ‘Jo soc l’última Plaça’, el debut de la periodista barcelonesa Alba Gómez Gabriel (1983). 

Es "una novela urbana, narrada con originalidad -ha valorado el jurado-, que trata de un tema contemporáneo y social, protagonizada por un mosaico de personajes descritos con vigor y profundidad", cuyas miradas funcionan "como una ventana indiscreta literaria entre la calidez y la sordidez". Narra, ha señalado la propia autora, aún "sorprendida" por el veredicto, "las pequeñas historias, vivencias, problemas y peripecias de los vecinos de una finca de la plaza del Sol de Barcelona, como símbolo y metáfora de tantas otras plazas, con el trasfondo de la ciudad que pierde su identidad y se gentrifica".  

Todos somos vulnerables y nos pueden pasar cosas como perder nuestro espacio. He intentado humanizar a las personas que la ciudad deshumaniza

‘Jo soc l’última Plaça’ "es una sucesión de voces de diversos narradores, incluso la plaza tiene voz en algún momento; hay un eco teatral con la plaza como escenario", ha añadido la ganadora. "No quería hacer ningún retrato social, ni un ensayo ni una investigación periodística, sino mostrar desde la emoción cómo una vecina ve desaparecer los espacios que ha habitado. Pensaba en qué pasa cuando la gente se aísla, cuando se ve obligada a marchar del lugar que habita, en el miedo. La novela quiere hacer pensar en la imposibilidad de hallar un lugar social en la ciudad de Barcelona. En si es posible no quedarse en los márgenes. Todos somos vulnerables y nos pueden pasar cosas como perder nuestro espacio. He intentado humanizar a las personas que la ciudad deshumaniza. Vamos por la calle sin ver a las personas y quería intentar que empaticemos con ellas y nos humanicemos más", ha añadido Gómez Gabriel, que ha recibido esta tarde, en un acto en Sabadell, el premio que convocan la Fundació Antigues Caixes Catalanes (FACC) con el apoyo de BBVA.   

Historias universales y cotidianas

Pero en la novela, que Edicions 62 publicará el próximo 4 de septiembre y se presentará en el marco de la Setmana del Llibre en Català, "más que lo social, tienen relevancia temas como el arraigo y el desarraigo, el amor, la ternura, la atracción… en historias universales y cotidianas", como las de un matrimonio con problemas, la de un catedrático a punto de jubilarse que no supera la muerte de su mujer, una joven música con un vínculo con la propiedad y la memoria de la finca, un inquilino misterioso que un día llega a la plaza o la de Bel, que no tiene casa pero vive en "un no lugar", un hotel en obras desde el que espía con prismáticos las vidas de los habitantes de la Finca Groga, que había sido su vivienda antes de que se quedara sin ella. "Aún la siente suya, pero ya no lo es", detalla. Y, entre esas miradas, también "la de quien mira el espacio con afán de especular con él", apunta la periodista en medios como Vilaweb, La Directa y Núvol y licenciada en Teoría de la Literatura y Literatura Comparada.

Aunque ella insiste en que no es una novela política o de denuncia, según el miembro del jurado Joan Carles Sunyer, en ella sí están presentes los valores sociales que Gómez ha tratado en su universo profesional y que le han valido dos premios y una mención por sus artículos sobre Bienestar Social, sobre temas como los sinhogar. El jurado ha estado formado además por Carme Riera, Najat El Hachmi, Valèria Gaillard, Francesc Serés y Marta Marín-Dòmine.

Récord de originales

Hay que remontarse a 2013 para hallar otro premiado novel -Àlvar Caixal- con el Sant Joan, al que este año se ha presentado una cifra récord de 116 originales (94 de ellas, novelas). Desde su creación en 1981, solo en los últimos cuatro años se ha superado el centenar de manuscritos, sobrepasando la media histórica de obras aspirantes en todas las anteriores ediciones.