Maná abre gira rearmando su arsenal de éxitos en el Palau Sant Jordi

El grupo de Jalisco sacudió la sala con un contundente ‘grandes éxitos’ en la primera noche del ‘tour’ español ‘México lindo y querido’, nueve años después de su anterior visita a Barcelona

Jordi Bianciotto

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Maná nos recordó este domingo que un catálogo de ‘hits’ intergeneracional puede con todo y que para qué grabar nuevos discos si el público ruge tanto o más sin que haya que molestarse en pasar por el estudio. El grupo originario de Guadalajara, Jalisco, que no actuaba en Barcelona desde 2015 (aunque en 2018 pasó por Cap Roig), facturó en el Palau Sant Jordi (entradas agotadas desde hace meses) uno de sus expeditivos ‘grandes éxitos’, entre el rock con roce latino, el brote reggae y la balada musculada, todo ello ello envuelto en rimas románticas y algo de literatura ecológica.

Fue una noche de sentido reencuentro celebrada por Fher Olvera tan pronto tomó la palabra. “¡Cómo los extrañabamos!”, exclamó dirigiéndose a “todos los latinos” del lugar. Arranque a medio tiempo con ‘Manda una señal’ y la cadencia jamaicana que rige ‘De pies a cabeza’, tuneando la letra en atención al ‘fandom’ autóctono: “¿Quién te hará el amor… en Barcelona?”. Sesión con un plus de tensión porque abría la etapa española de la gira ‘México lindo y querido’, que los próximos días llevará al grupo a Valencia, Murcia, Granada, Fuengirola, La Coruña, Bilbao, Madrid, Las Palmas y Chiclana.

Un elefante en casa

Maná se hizo fuerte, sobre todo, reanimando su catálogo de los 90, mayoría del repertorio, desde el popular ‘Corazón espinado’ (compartido en su día con Santana) a las cartas del álbum ‘¿Dónde jugarán los niños?’, con su tema titular de fondo medioambiental, donde entró en escena un simpático elefante de cartón piedra. En la actualidad, apuntó Fher, “hay más conciencia” que cuando grabaron la canción, “pero también más contaminación”. Lanzó una petición a la UE, en esa noche electoral: “¡Más coches eléctricos, fuera fábricas que contaminan!”. Fher activista y Fher sátiro, evocando, en ‘Labios compartidos’, el cuadro de trío sentimental en el que un día se vio envuelto. “Lo cabrón es que éramos dos hombres y una mujer”.

‘Frontman’ avezado, Fher lució vozarrón y sus seculares agudos, y la banda levantó su sonido de pegada invasiva, con el cuarteto oficial elevado a septeto (sumando otra guitarra, un teclista y un percusionista). Baquetas de titanio, como mínimo, las de Álex ‘El Animal’ González, implacable a la hora de saltar al galope en ‘Oye mi amor’ (y de propinarnos más adelante un señor solo como los de antes). “Energía turbo, turbo, turbo”, celebró Fher, presto a dirigir el canto de las gradas al puro estilo ‘stadium rock’ y a aventurarse en ‘Get up, stand up’, de Bob Marley y Peter Tosh.

Como hábil receso antes del subidón final, el ‘set’ acústico en el escenario alternativo, que abrió la ranchera ‘El rey’ (José Alfredo Jiménez), subrayando esa mexicanidad plasmada en el título de la gira. Y, atendiendo a las peticiones populares, un improvisado ‘No ha parado de llover’. De ahí a los ‘hits’ pendientes, ‘En el muelle de San Blas’, ‘Clavado en un bar’ y ‘Rayando el sol’, últimos argumentos de Manà, rondando las dos horas de concierto, para llevarse por delante el Sant Jordi una vez más.

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