Entender mas

Andrés Calamaro: Demasiada camiseta

Calamaro se suma al Festival Guitar en Barcelona

Andrés Calamaro, o cómo un concierto caótico se convierte en buen disco

Andrés Calamaro

Andrés Calamaro

Natalia Araguás

Natalia Araguás

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Recién comenzada su gira Agenda 1999, Andrés Calamaro (Buenos Aires, 62 años), en concierto el próximo 21 de junio en Barcelona, calienta al público. Lo último ha sido brindar su apoyo a Israel y meterse con René (ahora Residente, antes miembro de Calle 13) por dedicar la canción ‘Bajo los escombros’ a Palestina junto con la artista Amal Murkus. Antes se posicionó a favor de Milei, Vox y los toros, también hubo pullas para los independentistas y la progresía española. “No quiero bajarle el precio a las palabras. Hoy en día se consideran fascistas a los fumadores de tabaco y a los gauchos porque montan a caballo”, comentó en una entrevista en 'El Mundo': hace muchos años de la primera vez que le llamaron ‘facha’, fue en el Vicente Calderón, recordaba, él procura no usar el adjetivo.

El verbo torrencial del cantante, quien reflexionó “no es que fuéramos de la izquierda revolucionaria, pero sí estábamos dispuestos a no respetar las leyes todo el tiempo posible” sobre su juventud, parece ahora emplearse más a fondo en opinar sobre política que en la enfebrecida composición de canciones a la que se entregaba antes. Como si aquello de “demasiada camiseta, cada vez menos gambeta”, que cantaba en ‘Clonazepán y circo’, fuera un vaticinio.

Veinticinco años se cumplen ya de aquel álbum, ‘Honestidad Brutal’, con el que Andrés Calamaro se vació en 37 canciones tras separarse de su novia española, Mónica García. Su ‘Apocalypse Now’, como él mismo lo definió, consistió en jornadas de 72 horas en las que se encerraba a grabar, en nueve meses enloquecidos que transcurrieron en cuatro países diferentes y acabaron con el cantante pesando menos de 50 kilos y usando pantalones de mujer para que le valieran.

“Sin drogas ‘Honestidad Brutal’ hubiera sido una grabación distinta, otro método”, reconoció Calamaro, que no tuvo problemas en reconocer la orgía tóxica. Tras el alarde todos pensaron que se tomaría un descanso, pero subió la apuesta con ‘El Salmón’, un álbum quíntuple con más de cien canciones. Flamencos y tangueros comenzaron a acercársele, sobrecogidos. Y luego sí, fundido a negro. Casi un lustro de retiro, en los que Andrés Calamaro se marchó a la sierra y procuró mimetizarse con el paisaje, camisa de cuadros incluida.

Los amigos

“No conozco a nadie que no haya estado preocupado por Andrés”, resumía su hermano, Javier Calamaro, también músico, en la serie ‘Rockeros’. Tras estos años de ausencia, en los que trató de rehabilitarse, los amigos le vinieron a buscar. Él, que tanto compuso, volvió interpretando las canciones de otros, primero con ‘El Cantante’, donde versionaba boleros y otros clásicos latinoamericanos además de incluir canciones nuevas como la impresionante ‘Estadio Azteca’, con letra de Marcelo H. Scornik. Después lanzó ‘El Regreso’, donde recuperaba temas de su prolífica carrera grabados durante las actuaciones en directo del Luna Park de Buenos Aires en  2005, tras seis años de no tocar en su país.

Atrás quedó la época en que Andrés Calamaro, más que aspirar al Grammy con su amigo Maradona aspiraba, a secas, según bromeó con Pablo Carbonell en una mítica entrevista en ‘Caiga quien Caiga’. Con los años y pese a los excesos, cada vez canta mejor y la única compulsión que se aprecia en sus últimas apariciones es al mate. Sin embargo, aquel fuego creativo que le consumió con el cambio de siglo parece extinguido.

Su público le sigue, vulnerable a su lado más amable, hechizado por su magia como letrista. Le costó tres intentos y un exilio triunfar en la música, ya en la treintena con Los Rodríguez en España. Pero luego lo ha conseguido todo, hasta ser telonero de su idolatrado Bob Dylan. Tendría que aprender a pedir perdón, pero no lo hace. Tampoco permiso.

Suscríbete para seguir leyendo