Los museos reafirman su compromiso con el patrimonio y la sociedad

Este sábado, 18 de mayo, es el Día Internacional de los Museos, una jornada en la que se reivindica no sólo los fondos que exponen y preservan estas instituciones culturales, sino también su importante función social. Los museos hace tiempo que han dejado de ser meros edificios expositivos para formar parte de un tejido cultural y social, implicándose de lleno en los acuciantes debates de la actualidad, repensando el futuro y adaptándose a la diversidad y la sostenibilidad.     

Con esta nueva realidad sobre la mesa, se está aplicando ya el Plan de Museos de Catalunya (PMC), un plan estratégico que define y sistematiza una política global para los museos a partir de una visión de estas instituciones comprometidas con el patrimonio y la sociedad y con medidas definidas con un horizonte 2030.

Para debatir y repensar esta función de los museos, EL PERIÓDICO celebró el pasado miércoles, 15 de mayo, una mesa redonda en el Morera, Museu d’Art Modern i Contemporani de Lleida, con la presencia de la Generalitat de Catalunya y representantes de estas instituciones culturales, en las que se destacó el papel cada vez más significativo del museo como centros comprometidos con el patrimonio y la sociedad.

“El PMC es el plan que nos marca la visión de museo que queremos lograr”, destacaba la jefa del Servei de Museus i Béns Mobles de la Direcció General del Patrimoni Cultural de la Generalitat de Catalunya, Sonia Blasco, y reivindicaba el hecho de que sea “un documento que se elaboró con el consenso del sector, algo importantísimo”. Esta hoja de ruta se elaboró en 2017 y se aprobó en octubre de 2020, estableciendo siete grandes objetivos, entre ellos, crear y desarrollar un sistema museístico equilibrado, sostenible y de calidad que llegue a todo el territorio; fortalecer estas instituciones; mejorar la conservación, gestión y dinamización de las colecciones; o fortalecer la vinculación entre sociedad y museo. 

«El museo que queremos lograr con el PMC estará implicado en la vida cultural, educativa, social y científica»

Sonia Blasco

— Jefa del Servei Museus i Protecció de Béns Mobles, Generalitat

Sonia Blasco, jefa del Servei Museus i Protecció de Béns Mobles, Generalitat.

A partir de este debate sobre cómo debe de ser el museo del futuro, se estableció una nueva definición para estos equipamientos. Blasco señaló que “el objetivo es que los museos catalanes no sólo preserven el patrimonio de memoria del país, sino que estén fuertemente implicados en la vida cultural, educativa, social y científica de Catalunya”. 

Para avanzar hacia este horizonte 2030 el Plan se ha dividido en períodos de acción con planes de actuación a cuatro años vista. Concretamente, el Pla d’actuacions 2022-2025 camina ya hacia el llamado “museo social” en la línea de la Agenda 2030 y los 17 objetivos de desarrollo sostenible (ODS).

Una de las principales líneas de actuación es la renovación de museografías y la importante inversión en equipamientos, que se deriva del Programa de inversiones para la renovación museográfica y de infraestructuras de los museos. Durante los años 2016 y 2017 se llevaron a cabo auditorías en los museos catalanes y el diagnóstico concluyó que era necesaria una renovación básica para preservar las colecciones y para conseguir una buena interacción con los públicos.

De esta forma, según destacó Sonia Blasco, la Generalitat ha invertido 20,31 millones de euros en el período 2018-2023. Además, en el 2022 se inició una línea de subvenciones bianual para la adquisición e instalación de equipamientos en los museos de Catalunya y en el 2023 se reforzó con subvenciones para la ejecución de obras, además de la instalación de equipamientos, con una convocatoria anual. Con estas líneas de subvención, se quiere apoyar los proyectos que apliquen los compromisos de los ODS y que sean sostenibles desde un punto de vista ambiental, social y económico.

“La emergencia climática ya forma parte de nuestro paisaje cotidiano y es normal y necesario que cualquier equipamiento cultural, y en este caso los museos, lo tengan como un elemento central en los próximos años”, apuntaba el director del Morera, Museu d’Art Modern i Contemporani de Lleida, Jesús Navarro. Este edificio, recién inaugurado el pasado abril, es un ejemplo de esta nueva dirección que están emprendiendo los museos, repensando su vinculación con la sociedad, buscando la proximidad con todo tipo de públicos, siendo más accesibles y llenando posibles vacíos en la adquisición de obras de arte.

En concreto, en el ámbito medioambiental, el Morera está aplicando ya medidas como son la eliminación del PVC y del vinilo. Pero Navarro insistía también en la necesidad de aplicar estos criterios medioambientales no sólo en la infraestura sino también “generando los debates necesarios desde el punto de vista social”. “Éste es un camino que acabamos de empezar y que en los próximos años se desarrollará de una manera más amplia y detallada”, concluía el director de este centro. 

«Con el nuevo Morera hemos intentado construir un museo del siglo XXI, con vocación social y ambiental»

Jesús Navarro

— Director del Morera, Museu d’Art Modern i Contemporani de Lleida

Jesús Navarro, director del Morera, Museu d’Art Modern i Contemporani de Lleida.

Más accesibles

Otro de los grandes retos en los que se está trabajando ya es en lograr la accesibilidad de los museos. “Es un derecho, no es una opción”, sentenció el director del Museu d’Art de Cerdanyola, Txema Romero, y apuntó que “el reto es incorporar a colectivos que han sido excluídos históricamente”, como pueden ser mujeres artistas o el colectivo LGTBIQ+. “Los museos tienen que hacer compatible la visión patrimonial con la social”, adujo Romero, y ponía como ejemplo de adaptación a este concepto de accesibilidad la incorporación de paisajes sonoros, táctiles, o incluso de olores, para hacer accesibles las vidrieras modernistas del Museu d’Art de Cerdanyola para personas con necesidades concretas. “Con estas medidas, se logra beneficiar a todas las personas”, concluyó el director de este centro.

Otra de las líneas de trabajo actuales desarrolla la vinculación entre museos y salud. A partir de unas jornadas celebradas en el MNAC, profesionales de ambos sectores se dieron cuenta de la importancia de trabajar unidos en una misma línea para contribuir al bienestar físico, mental y social. A raíz de estas jornadas, se creó la comisión Museus i Salut, de la que surgen dos proyectos piloto de artes en salud, impulsados por el Servei de Museus i Protecció de Béns Mobles conjuntamente con la Agència de Salut Pública de Catalunya (ASPCAT) y el Institut Català de Salut (ICS). 

De esta forma, el Museu de l’Empordà de Figueres y el CAP Josep Masdevall han impulsado un proyecto específico para mujeres con fibromialgia, mientras que el Museu d’Art de Cerdanyola ha colaborado con el CAP Canaletes-Fontetes en un proyecto para adolescentes en el que se trataba los problemas relacionados con la percepción del cuerpo y los conflictos que se derivan de ello.

«El museo tiene muy claro que se debe a la sociedad, no al poder. Si no hablan de ti, no te sientes parte del museo»

Txema Romero

— Director del Museu d’Art de Cerdanyola

Txema Romero, director del Museu d'Art de Cerdanyola.

Para Txema Romero, “los edificios de los museos son un espacio de calidad y no es lo mismo que desarrollar esa actividad en un CAP” y añadió que “los museos tenemos un potencial enorme para poder abrir puertas”. Desde la Generalitat, Sonia Blasco afirmó que “los beneficios de la Cultura para la salud se basan en evidencias científicas” y destacó el éxito de programas focalizados en paliativos, memoria y fibromialgia.

Nuevas adquisiciones

La creación de nuevas líneas de adquisión es otra de las actuaciones que parten del Plan de Museos de Catalunya, que ahora cuenta con una partida específica en el presupuesto del Departament de Cultura de la Generalitat. De esta forma, Sonia Blasco expuso que la compra de nuevos bienes muebles quiere cubrir los vacíos existentes en determinados ámbitos temáticos, como son la Fotografía, las Artes Visuales, el Cómic y la Ilustración, o el Arte de Posguerra y segundas vanguardias (obra de artistas de los años 40 a los 80 del siglo XX). 

En este sentido, Txema Romero apuntó que “hay que complementar el relato, ya que los museos no pueden vivir sólo de las donaciones”. Romero aplaudió el hecho de que se invierta en obras de ámbitos que “históricamente no han sido invitados a la fiesta: la foto, el cómic,...” y apuntó a la necesidad de restituir la memoria y aportar visiones que no se habían incorporado. “No estamos coleccionando para un museo en concreto, estamos dando una visión de país”, afirmó el director del Museu d’Art de Cerdanyola y añadió que “se está construyendo algo que es muy necesario pero también muy bonito”.

Navarro aplaudió el hecho de que “la Generalitat haya hecho un esfuerzo importante en un país que había dejado de comprar”. “La política de adquisiciones es muy importante para los museos porque construyendo la colección nacional se enriquece al resto de museos del territorio con la incorporación de obras que ayudan a desarrollar discursos”, concluyó.