Estreno en el Goya

¿Y si Jaume I reapareciera hoy? Una alocada comedia pone en tela de juicio las series históricas

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El actor Roger Coma en  'Conqueridors'

El actor Roger Coma en 'Conqueridors' / David Ruano

Marta Cervera

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Las series históricas suelen tener siempre fallos. Resulta complicado reproducir escenas en las que, en la mayoría de los casos, se conocen los hechos pero no los diálogos, por ejemplo. ¿Qué pasaría si en una serie sobre Jaume I el célebre conquistador catalán se apareciera al actor principal que lo interpreta? Eso es precisamente lo que ocurre en 'Conqueridors', una trepidante comedia ideada por el actor y autor Ramon Madaula. El intérprete, que ha participado en series como 'Isabel' sobre los Reyes Católicos, conoce muy bien cómo funcionan los rodajes y saca punta a situaciones muy reales sobre el mundo del audiovisual. En la obra aparecen desde el CEO o productor que busca audiencia a cualquier precio hasta el director, los actores, el regidor o la encargada de la limpieza. El montaje, que se estrena en el Teatro Goya este miércoles, dura hora y media.

Madaula interpreta al fantasma de Jaume I. Se le aparece al actor que le interpreta en la serie, Roger Coma, cuando este desespera al no acabar de captar la esencia del personaje. Se convertirá en una especie de 'coach' cuya intervención revolucionará el rodaje de los capítulos dedicados a la Reconquista de Valencia, violento periodo que enfrentó a árabes y cristianos en nuestro país. "El choque entre un personaje del siglo XIII con el mundo del siglo XXI da mucho juego", explica Josep Maria Mestres, director del montaje. En su libro 'El llibre dels fets', una crónica autobiográfica de sus gestas -fue implacable en su lucha contra los sarracenos en nombre de Dios- se puede comprobar que podía ser tan cruel y salvaje como bondadoso.

Moha Amazian, Xavier Bertran, Tilda Espluga, Mònica Glaenzel y Vanessa Segura completan el reparto. Todos interpretan más de un personaje en un ejercicio de fregolismo que obliga a los intérpretes a estar muy concentrados para que todo funcione a la perfección y para que no les entre la risa. "Estoy acostumbrado a escribir obras con pocos actores porque de lo contrario no me las estrenan. Agradezco la confianza de los productores para lleva r a escena una con siete", ha destacado Madaula a través de la alinaza de dos productoras, Focus y Bitó, a podido por fin ver su obra montada.

Historia y diversión

Madaula califica 'Conqueridors' como "un artefacto de kilómetro cero que habla de nosotros". No pretende hacer reflexionar sino más bien "entretener al espectador, hablarle de nuestra historia y divertirle". Escogió la figura de Jaume I porque pese a ser "uno de los reyes más brillantes que hemos tenido todavía no se ha hecho ninguna serie sobre él". Pero su enfoque se centra en el choque entre dos mundos el siglo XXI. "Ser cristianos nos ha marcado mucho. Para muchos la Reconquista es motivo de orgullo, para mí es una gran vergüenza. Hubiéramos sido más felices si hubieran convivido las tres religiones en esta península. Todo eso traspúa la obra en clave de comedia".

"Todo lo que se dice en la obra está documentado"

— Ramon Madaula

'Conqueridors' también retrata muy bien "las diferentes faunas que conviven en un rodaje", ha apuntado Glaenzel. Aunque se han divertido, tener al autor en los ensayos ha añadido intensidad. Madaula, que ha hecho ajustes al texto hasta última hora, destaca: "Todo lo que se dice en la obra está documentado". Jaume I fue el creador del Consell de Cent, la primera institución puramente catalana. "Era un rey poliédrico que tanto podía ser un psicópata como convertirse en defensor del pueblo ante la nobleza", señala Madaula que insiste en que no se trata de una comedia histórica sino actual. El contraste entre la visión de un gobernante que vivió entre 1802 y 1276, sirve al autor para poner en tela de juicio la evolución a muchos niveles: profesional, identitario y de país.

"En una época que quiere ser tan políticamente correcta la aparición de Jaume I sirve para reflexionar sobre lo mucho o poco que hemos cambiado", explica el director. En ningún momento el público verá lo que ocurre en el rodaje pero lo intuirá. Todo transcurre en ese espacio que hay justo antes de entrar en el plató. "Es como un purgatorio donde los acores solemos repasar los textos y ensayar".