Teresa Pàmies y los claroscuros de una generación cegada por la militancia comunista

Un verano se puso a leer todo Teresa Pàmies y no podía parar: estaba intrigada por el personaje a quien veía como un "rompecabezas gigante". Montserrat Bacardí lo recuerda con una sonrisa, la de quien mira atrás y ve con satisfacción la tarea terminada. Sobre la mesa: 'La verdad literaria de Teresa Pàmies' (Eumo) una biografía de la escritora y militante comunista Teresa Pàmies (1919-2012) que llega avalada por el III Premi d'Assaig Ricard Torrents Bertrana. 

Montserrat Bacardí, catedrática en la Facultad de Traducción e Interpretación de la Universidad Autónoma de Barcelona y autora de varios ensayos, así como de una biografía de Anna Murià, recuerda que Pàmies llegó a ser un personaje muy popular en su tiempo, una escritora prolífica y exitosa. Ahora bien, todavía había aspectos de su recorrido vital que no se habían esclarecido, piezas del rompecabezas que faltaban por encajar. Y luego había una "verdad literaria" por analizar, la de una escritora que empezó a publicar a los 51 años para engendrar una obra prolífica y de clara inspiración autobiográfica: "Vierte en su obra su experiencia personal y colectiva, y sus libros tienen una trascendencia que va más allá de los hechos explicados porque, por desgracia, tienen una gran vigencia", afirma Bacardí.

La biógrafa se ha entrevistado con los cuatro hijos de Pàmies para adentrarse sobre todo en la mujer que se esconde tras este nombre tan marcado políticamente, dado que fue una comunista con cargo que sufrió un largo exilio (treinta años) que la llevó a Santo Domingo, México, Belgrado, Praga y París. El trabajo no ha sido fácil porque, tal como apunta la investigadora, "cualquier movimiento político que vive en la ilegalidad es no dejar rastro y eso dificulta la investigación".

Una generación cegada por la militancia

Ha podido consultar, eso sí, el archivo personal que custodia su hijo, el escritor Sergi Pàmies, pero cuando Teresa murió en 2012 tiraron muchos documentos porque, según cuenta, "tenían que vaciar rápidamente el piso". Cierto que existe un archivo del Partido Comunista en Rusia que ha consultado el hijo mayor, pero no se ha encontrado traza ni de ella ni de Félix Barriga, su exmarido y padre de sus dos primeros hijos. Barriga era "un combatiente de vigésima fila, un exiliado que se ganaba la vida haciendo de panadero y eso hace aún más difícil trazar unas vidas que se querían anónimas".

Bacardí indaga en ciertos capítulos poco conocidos del itinerario de Pàmies, como el matrimonio —siguiendo las órdenes del Partido Comunista— con Félix Barriga durante el exilio mexicano. "Ahí está el quid de la cuestión y uno de los aspectos que más me interesaba: indagar hasta qué punto la militancia la cegó a ella y a toda una generación, por eso tiene tanto valor su obra, que empieza con una potente crítica y cuestionamiento del estalinismo en 'Testament a Praga'. Cuando los crímenes de Stalin son una evidencia monumental, muchos de estos militantes convencidos deben rectificar y, en su caso, se convierte en una voz incómoda para el Partido Comunista", sostiene Bacardí, sin olvidar que, para más inri, era la compañera del dirigente principal, Gregorio López Raimundo, hecho que la "condicionó totalmente", según Bacardí.

Mentalidad de exiliada

Por otro lado, la biógrafa insiste que la vocación de Teresa Pàmies era literaria, no política: "Lo más sorprendente es el hecho de que era una autora autodidacta. Se ganó la vida sobre todo cosiendo. Ahora bien, durante la guerra ya era directora de la revista 'Julio', participó en mítines, colaboró en la radio, y en Praga fue redactora-locutora de Radio Praga, eso quiere decir que escribía mucho.

Después, en París, vivió más desvinculada del partido y tomó conciencia de que debía formarse como escritora y empezó a leer de manera sistemática", explica Bacardí. Si bien descubre, pues, de manera tardía su vocación, tiene claro que quiere ganarse la vida con la escritura. De hecho, vuelve a Cataluña gracias al Premi Pla que gana en 1971 con 'Testament a Praga', presentado con el nombre de su padre y suyo. "La mitad del importe se lo da al Partido", subraya la biógrafa. "Su ilusión es que podrá ganarse la vida escribiendo, y en catalán... es una mentalidad de exiliada, ¡claro! Pero al final es la primera escritora profesional y consigue vivir de la literatura, aunque muy modestamente."

Las duras consignas del partido

A la hora de hacer balance, Bacardí recuerda que Pàmies pasó por momentos "muy tristes", como tener que abandonar a su hija con una deficiencia mental en un asilo siguiendo las consignas del partido, o bien enviar a los dos hijos mayores a un internado en Rusia para poder separarse de Barriga, lo que significó para ella "una herida enorme" que trató de compensar a base de cartas.

Con todo, Bacardí se reafirma en la fortaleza y coherencia de una mujer excepcional: "Es cierto que sufrió un gran desengaño con los partidos, pero el ideal de un mundo más justo y equitativo no lo abandona nunca, le parece la única manera de estar en el mundo." En cuanto a su obra, destaca su visión crítica y su libertad formal: "Pàmies tiene un gancho estilístico extraordinario. Su obra es fresquísima y trata temas que son, cambiando nombres, situaciones y lugares, de extrema actualidad".

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