Doble cita a contracorriente

El festival Barna’n’roll proclama a Barcelona como capital punk

La muestra autogestionada, distanciada de las ‘majors’ y sin patrocinios, afronta su sexta edición en sendas jornadas, Poble Espanyol y Razzmatazz, encabezadas por Descendents y The Dropkick Murphys, reflejando el auge popular en la ciudad en torno al punk rock y el hardcore melódico

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DKM / CULTURA DROPKICK MURPHYS FOTO DAVE STAUBLE

Jordi Bianciotto

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¿Un festival situado en el corazón del verano y netamente urbano, y autogestionado, y sin marcas ni patrocinios, y bajo el signo del punk rock? No es una marcianada: es lo que Barna’n’roll lleva practicando desde su estreno en 2016, y que este viernes y sábado cierra filas en sendos escenarios, Razzmatazz y el Poble Espanyol, acogiendo a una parada de ocho bandas internacionales encabezada por los estadounidenses Descendents y The Dropkick Murphys. Un cartel que reafirma el tirón que presenta en Barcelona el imaginario del punk y de subgéneros como el hardcore melódico.

Venimos de una temporada en la que NOFX congregó a 14.000 personas en tres noches en el mismo Poble Espanyol (gesta única en Europa) y The Offspring actuó como uno de los reclamos del Cruïlla, entre otros episodios consignables (como Bad Religion atrayendo miradas en el Primavera Sound). “El punk rock está en un gran momento, 30 años después de su explosión y 45 desde su nacimiento, y estas bandas vuelven a ser cabezas de cartel como lo fueron en otros tiempos. En los conciertos ves a gente de mi quinta, entre 40 y 50 años, con sus hijos adolescentes, que comienzan a ir a conciertos”, explica David Peret, director de la promotora HFMN Crew. Ahí, Barcelona se erige en plaza fuerte de público, termómetro también del apoyo a la escena autóctona, como reflejó el reciente lleno en Razzmatazz de una venerable banda de Tarragona, Crim, acompañada de las vascas Rotten XIII y Brigade Loco.

Fin de semana caliente

El programa del Barna’n’roll no consiste en un ‘pack’ de bandas que giran juntas, sino que brinda un criterio propio de selección, si bien sí que se integra en un circuito a escala europea. “Muchos ‘tours’ de punk y hardcore comienzan este fin semana”, explica Peret. Ahí, el festival forma parte de un ecosistema en el que figuran plazas como el Tsunami, de Gijón, y otros esparcidos por el continente como el británico Rebellion, el italiano Bay Fest o el esloveno Punk Rock Holiday.

Encabezando el cartel de este viernes en Razzmatazz, una institución californiana del hardcore melódico, Descendents, con su formación estable desde los 80, que incluye al cantante original, Milo Aukerman y al batería Bill Stevenson, exBlack Flag. Junto a ellos, sus paisanos de Good Riddance, otros referentes del ramo, y Authority Zero, formación de Arizona que funde el punk con influjos de ska, reggae y surf.

Saludos a Julio Iglesias

Y el sábado, el festival se traslada al Poble Espanyol para acoger a un grupo pionero en fundir la adrenalina guitarrera con las gaitas y los acentos célticos, The Dropkick Murphys. Algarabía asegurada en torno a esta tropa creada en Massachusetts en 1996, una de cuyas canciones, ‘I’m shipping up to Boston’, fue interceptada por Martin Scorsese, que la incluyó en su filme ‘Infiltrados’. Me First & The Gimme Gimmes, con miembros de NOFX y Lagwagon en sus filas, redoblarán la fiesta con sus libres versiones de amplio espectro, de Black Sabbath a Olivia Rodrigo (y ‘De niña a mujer’, de Julio Iglesias). El hardcore más aguerrido, con señales metaleras, se manifestará con Madball, y el ska lo representarán, también desde Nueva York, The Slackers. Y mirándolos a todos desde su atalaya generacional, Cockney Rejects, supervivientes del primer punk setentero.

Todo ello, montado por una promotora independiente, ajena a los colosos del sector y desmarcada del imaginario festivalero común. “No tenemos subvenciones ni espónsores porque no nos queremos casar con nadie”, apunta David Peret, que sitúa en las barras de bebidas un ingreso “básico” para que las cuentas cuadren. Ahí estará, de hecho, el único logo asociado al festival, el de la cervecería artesana ‘La Pirata’, que para la ocasión ha creado la ‘cerveza Barna’n’roll, explica al promotor, que creó HFMN Crew hace 21 años en Manresa y que actualmente opera desde Badalona sin perder de vista sus motivaciones originales. “Nunca hemos fichado a un grupo solo porque venda entradas, si no nos gusta”, asegura Peret. “Puedo afirmar que soy fan de todos los que actúan en el festival”.