NUEVO ESPACIO CULTURAL

La antigua Hiroshima reabrirá como Casa Montjuïc

El local de Poble Sec con tres áreas diferentes renacerá para acoger un centro cultural con una oferta no convencional

Ayer acogió el ensayo general de 'Issaco, figura del Redentore', un oratorio de Marianne von Martines interpretado por alumnos del Esmuc que este miércoles se presenta en el Petit Palau

Teatre

Teatre / Robert Ramos

Marta Cervera

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La antigua Sala Hiroshima, que bajó la persiana en noviembre de 2021, calienta motores de cara a su próxima reapertura como Casa Montjuïc. El antiguo local de Poble Sec situado cerca de la Sala Apolo y referente de las nuevas tendencias en danza acogió ayer el ensayo del oratorio 'Issaco, figura del Redentore', una pieza poco interpretada de la compositora de origen español Marianne von Martines con libreto del poeta Metastasio que el Palau de la Música Catalana acoge este miércoles en El Petit Palau. Está interpretado por alumnos de la Escola Superior de Música de Catalunya (Esmuc) dirigido por la Irene Delgado-Jiménez al frente de un coro y orquesta de estudiantes y dirección escénica de Cesc Colomina con proyecciones de Nerea M.Velascio.

Casa Montjuïc mantendrá los tres locales que tenía la Hiroshima: un bar, una sala de conciertos y la antigua sala dedicada sobre todo a la danza contemporánea. Desde que cerró se han alquilado para eventos de empresa, principalmente. "Queremos reactivar los eventos culturales. Casa Montjuïc será un nuevo espacio cultural no convencional", afirma Eduardo Roehrich, responsable del espacio. Por un lado tendrá un lado un espacio gastronómico. Será lo primero en abrir en una primera fase, hacia finales de mayo si todo va bien. Esa zona de bar restaurante lo llevará Tiberi Club, un original club gastronómico que abrirá allí su primer local en Barcelona.

"La idea es que en Casa Montjuïc puedas venir a cenar, a disfrutar de algo cultural o ir a un concierto"

— Eduardo Roehrich, responsable del espacio

La sala polivalente que se utilizó como teatro en la añorada Hiroshima contará en una segunda fase con su propia programación de espectáculos, aunque todavía es pronto para avanzar qué línea seguirá. Y la sala de conciertos que se comunica con el teatro también acogerá otra línea de propuestas. Esta última, ya abre los viernes y los sábados convertida como Laut, un club de música electrónica. En ella también se han realizado algunos conciertos otros días de la semana. "Es lo único que se ha mantenido en activo y pasará a integrarse en Casa Montjuïc. No cambiará su nombre porque ya tiene su público y funciona. Es un proyecto más nocturno al que acude gente alrededor de 35 años, que quieren salir pero buscan la calidad musical", explica el responsable del espacio. "La idea es que en Casa Montjuïc puedas venir a cenar, a disfrutar de algo cultural o ir a un concierto. Tendrá una línea propia. Queremos apostar por jóvenes talentos, cosas innovadoras y diferentes". Y, a modo de ejemplo, señala: "habrá conciertos, eventos cinematográficos, presentaciones culturales".

Proyecto educativo

Desde que cerró la Sala Hiroshima el local ha sido utilizado en algún otro concierto o ensayo abierto como el que ayer realizaron los jóvenes músicos de la Esmuc para su proyecto pedagógico 'Bottega d'Opera'. En él participan alumnos de diferentes cursos.

"Yo no hace tanto que me gradué, hará siete años, y me ha hecho ilusión hacer este proyecto. No es nada fácil recuperar una obra de tal dificultad. Para los estudiantes ha sido un reto enorme. Hay gente muy joven", comenta Delgado-Jiménez, con muchos proyectos que todavía no puede desvelar que trabaja en Viena actualmente como asistente de dirección de la célebre directora Marin Alsop, primera mujer titular de la Orquesta Sinfónica de la Radio de Viena.

Las voces solistas en el concierto en el Palau son Mao Myoshi (Isacco), Lluís Arratia (Abramo), Arantza Prats (Sara), Alberto Espinosa (Gamari) y Ariadna Moraleda (Gamari). "Todos tienen muy buena disposición. Tiene voces muy diferentes cada uno pero el objetivo es aprender y que tengan herramientas de cara a trabajar en el mundo profesional. Algunos tienen voces más dramáticas y han realizado un gran esfuerzo para realizar esas coloraturas dificilísimas que compuso Marianne, que también fue una intérprete muy dotada".

Reivindicar la figura de Von Martines (1744-1812) es importante para Delgado-Jiménez. En su época ni estaba bien visto que las mujeres hicieran carrera como concertistas o compositoras. Pero ella era muy apreciadas por su talento: Mozart escribió sus sonatas a cuatro manos para interpretarlas con Marianne, que hizo clases de canto con Nicola Porpora y estudió en la Academia Filarmónica de Bolonia. La obra se estrenó en 1882. "Normalmente cuando se estrenaban obras en el Palacio Imperial de Hofburg, el compositor dirigía su obra. Pero a ella no la dejaron y en lugar de ella la dirigió Antonio Salieri", recuerda la directora satisfecha de vivir en otra época. Entre las composiciones de Von Martines que han llegado hasta hoy encontramos cuatro misas, seis motetes y dos oratorios, un concierto para teclado y una sinfonía.

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