Crítica de libros

'Profecia', de Raül Garrigasait: de jabalís y más jabalís

La nueva novela del escritor de Solsona es una fábula ambigua de ecos bíblicos sobre una plaga de bestias imparables que invaden Barcelona

Raül Garrigasait

Raül Garrigasait / RICARD FADRIQUE

Valèria Gaillard

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La última novela de Raül Garrigasait (Solsona, 1979), 'Profecia' (Edicions de 1984), es una narración de final abrupto y sentido ambiguo. Se presenta como la historia actual de un padre y una hija que son testigos de un fenómeno insólito y angustiante: una plaga de jabalís que invade la ciudad de Barcelona. Así, tras Mathias Enard con 'El banquete anual de la Cofradía de Sepultureros', y Jaume Cabré con 'Consumits pel foc', Garrigasait otorga el protagonismo indirecto a este mamífero, quizás inspirado por las sorprendentes imágenes que la pandemia ha dejado de ejemplares campando por las calles de la capital catalana. En un relato de corte realista, el autor parece plantear una distopía: ¿Qué pasaría si finalmente los jabalís se multiplicaran y tomaran la ciudad? Aquí estos animales son considerados como "los grandes indicadores de nuestros excesos y de las fuerzas que no controlamos".

En realidad, no es ninguna novela de ciencia ficción, sino que parece más bien una de ideas en la cual el escritor de Solsona ha querido jugar con una serie de conceptos como el de profecía, que da título al libro. Desde este punto de vista, destaca el personaje de la hija, Débora, una universitaria que estudia la cultura hebrea, las profecías, historias y leyendas macabras siguiendo los pasos de su madre, desaparecida brutalmente. Este suceso traumático, pero también otro relacionado con una cría de jabalí, la separan de su padre. Así alimenta un odio que parece canalizarse a través de estos ríos de bestias imparables que encarnan una fuerza incontrolada.

La narración es en tercera persona y salta de un punto de vista a otro, siguiendo los diferentes personajes que se cruzan en esta historia delirante a la vez que repetitiva. El padre, Andreu Garom, es un veterinario especialista en jabalís. Está obsesionado por un macho enorme que campa por Collserola, Behemot. Lo persigue día y noche a través del GPS y su ansiedad adopta por momentos la ceguera del capitán Ahab respecto a Moby Dick. Ante la amenaza evidente, el ayuntamiento le encarga desarrollar un plan de control, pero por una sensibilidad ecológica mal entendida le prohíben eliminar a estos "animales no humanos". El autor señala ahí las contradicciones que rigen nuestra relación con la naturaleza, al tiempo que se divierte también mostrando la inoperatividad de este ayuntamiento regido por una alcaldesa. La influencia descontrolada de las redes sociales, las envidias entre profesores universitarios, la incompetencia de los políticos... el autor incluso parece hacer un guiño agridulce al 'procés', con una profecía apocalíptica en la que la Generalitat desaparece para convertirse en un museo.

Los personajes caen en el estereotipo y sus relaciones parecen una excusa para encajar una serie de reflexiones de corte político, pero sobre todo filosófico, como por ejemplo las distintas visiones que ofrecen de Dios la religión judía y la cristiana, o bien la relación entre la lengua hebrea y su riqueza de significados.Por otro lado, Garrigasait mantiene el pulso de una prosa con pasajes hipnóticos como las descripciones de tono elegíaco de las calles oscurecidas por los jabalís. La obra de Garrigasait, eso es seguro, nunca es banal.