Las 10 mejores películas internacionales de un 2022 de cine

Seguro que en nuestro ranking de las mejores películas extranjeras estrenadas en 2022 no están todas las que son –habrá quien piense, probablemente con razón, que títulos como ‘El acontecimiento’, 'The Batman' o ‘Pinocho, de Guillermo del Toro’ no merecían quedarse fuera--; pero desde luego sí son todas las que están. ¿Nuestro deseo para 2023? Que no baje el listón.

'Memoria', de Apichatpong Weerasethakul

Como las mejores obras de su autor, apabulla por la elegancia y la precisión con la que nos sintoniza a sus ritmos y, tras esbozar unas coordenadas argumentales e intelectuales, nos arrolla con su lirismo y nos sume en un estado de trance.    

'Blonde', de Andrew Dominik

No es un ‘biopic’ sino el feroz cuestionamiento de nuestra obsesión por consumir el mito Marilyn y cosificar a la mujer que hay tras él. También es una obra bella, grotesca, tierna, sádica, íntima y monumental, y generadora de incesantes debates.

'Top Gun: Maverick', de Joseph Kosinski

A la vez trepidante colección de acrobacias aéreas, oda a un Hollywood en vías de extinción y homenaje de Tom Cruise a sí mismo, es una película absolutamente incapaz de decepcionar, porque proporciona justo lo que se espera de ella, en todo momento.

'Todo a la vez en todas partes', de Daniel Scheinert y Daniel Kwan

Mientras recorre el espectro del multiverso para abarcar la mayor parte de la historia humana, y entretanto ofrece un completo muestrario de artes marciales imposiblemente espectaculares, hace gala de una imaginación deslumbrante y avasalladora.

'Elvis', de Baz Luhrmann

La película más luhrmanniana -excesiva, opulenta, manierista- de Baz Luhrmann se sirve de un frenesí de imágenes caleidoscópicas, montajes trepidantes y canciones a máximo volumen para convertir la vida del Rey en pura mitología pop. 

'¡Nop!', de Jordan Peele

Mientras hibrida ‘Tiburón’ con ‘Encuentros en la tercera fase’ y sazona la mezcla con iconografía del ‘western’, la película más ambiciosa de Peele reitera su talento para cuestionar las reglas del cine de terror y a la vez sacarles todo el jugo.

'Armageddon time', de James Gray

La mirada de Gray a su propia prepubertad evita los excesos sentimentales, el travestismo de época y la tentación de convertir su presente en mera metáfora del nuestro. No sobreactúa porque es honesta, y de ahí su inmenso poder conmovedor. 

'Aftersun', de Charlotte Wells

Historia de un aprendizaje vital y retrato emocionalmente lacerante de una relación paternofilial mucho más dañada de lo que parece, es el tipo de película que se te queda en la memoria, y que interpela con insistencia tus propios recuerdos.

'Licorice pizza', de Paul Thomas Anderson

Retrato de la relación afablemente complicada que un adolescente mantiene con una mujer algo mayor pero igual de confundida, es la película más luminosa, relajada y tierna de Anderson, y la culminación de su proceso de maduración artística.

'Drive my car', de de Ryūsuke Hamaguchi

Oscar a la mejor película internacional, no solo maravilló a la crítica sino que también atrajo al público, y aunque esto último pueda ir en contra de la lógica comercial -es una película de autor de línea dura, de 3 horas de metraje y hablada en japonés-, tiene todo el sentido del mundo.

Su protagonista es un director teatral que, todavía aquejado de un dolor soterrado tras la muerte de su mujer, afronta la producción de un montaje de ‘Tío Vania’ en el que todos los personajes se expresan usando lenguajes diferentes, incluído el de signos; y, mientras avanza de su mano, plantea cuestiones ya abordadas en el cine previo de Hamaguchi como el papel que la simulación juega en nuestras vidas, el poder catártico de la confesión y nuestra habitual incapacidad para comunicarnos de forma sincera; y lo hace a través de una sucesión de cautivadores intercambios de diálogos que la certifican como una obra tan sensible como rotunda, y tan íntima como absolutamente monumental.

La lista de mejores películas españolas del año ha sido elaborada con las votaciones de Quim Casas, Desirée de Fez, Juan Manuel Freire, Julián García, Beatriz Martínez, Nando Salvà y Rafael Tapounet