El Periódico despide a Serrat con un número especial este domingo

Cuando el pasado diciembre, hace justo un año, Joan Manuel Serrat anunció que se retiraba de los escenarios, el mundo de la música enmudeció. Tras el shock inicial, hubo que hacerse a la idea de cómo sería la gira de despedida, ‘El vicio de cantar 1965-2022’, que empezó a finales de abril en el Beacon Theater de Nueva York, ha pasado por la Latinoamérica y tras recorrer media España, encara sus tres últimas paradas la semana que viene en Barcelona, en el Palau Sant Jordi: el 20, el 22 y el 23 de diciembre. El adiós definitivo a los escenarios. Cuatro días después, el 27 de diciembre, Serrat cumplirá 79 años. 

Con motivo de este adiós, El Periódico de Catalunya se ha propuesto despedir a Serrat con una edición de coleccionista dedicada al ‘noi del Poble Sec’. Un número extraordinario con una portada especialmente diseñada para la ocasión en el que todas las secciones de la redacción se han volcado -de Internacional a Barcelona, pasando por Deportes, Política, Opinión y Cultura-, con artículos dedicados a repasar su figura desde distintas perspectivas. El objetivo es recorrer su carrera musical y también analizar su influencia desde distintas perspectivas: su vínculo especial con Latinoamérica, su implicación en el nacimiento de la democracia en España y también su relación con esta cabecera para la que, dato curioso, llegó a escribir: Serrat, gran aficionado al ciclismo, ejerció de comentarista deportivo en el verano de 1984, cuando durante tres semanas publicó una crónica diaria del Tour de Francia en estas páginas. Fue el año que ganó Laurent Fignon. 

No es fácil glosar una figura con una carrera de 57 años sobre los escenarios, y menos una que puede presumir de aquello a lo que todo artista aspira: formar parte de la educación sentimental de varias generaciones y ser una pieza clave de la memoria íntima de todo un país. Serrat, como todos los símbolos, es mucho más que sus canciones. 

Y eso es precisamente lo que El Periódico le ha preguntado a figuras de la talla de Rosalía, Enrique Vila-Matas, Kiko Veneno, Jorge Valdano, Estopa, Najat El Hachmi, Rozalén o Josep Maria Pou: ¿qué es Serrat para ellos? Un aperitivo: para Jordi Évole, Serrat es el artista que ponía su profesora de segundo de EGB en el colegio público de Cornellà donde estudió para enseñar catalán. Para Julia Otero, vecina del Poble Sec y amiga de la familia, el primer recuerdo asociado al artista es su madre diciéndole: “Julia, ¡el hijo de la señora Ángeles va a Eurovisión!". El president de la Generalitat, Pere Aragonès, lo escuchaba en los viajes en coche, de niño. La alcaldesa Ada Colau todavía se acuerda de aquel verano en el que decidió hacer autoestop para no perderse un concierto suyo en Girona. “La primera vez que escuché cantar en catalán fue en la voz de Joan Manuel Serrat, y seguramente todo este país escuchó por primera vez el catalán por Serrat”, apunta Víctor Manuel. Para Carlos Zanón, “Serrat siempre fue algo tan grande y extraño que dejó atrás a todos los demás. Sencillez popular y profundidad sin arrogancia”. Este domingo, el Serrat de todos, en El Periódico.