Una todoterreno

Núria Esquius, la arquitecta cupletista

La polivalente intérprete reivindica a la compositora más famosa de cuplé, Càndida Pérez Martínez, en el Teatre Gaudí Barcelona

NURIA ESQUIUS

NURIA ESQUIUS / CONRAD ARTIGAS

Marta Cervera

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Aunque desde pequeña sintió una irrefrenable atracción por el escenario y el mundo del espectáculo, llegar a él no ha sido tarea fácil para la soprano Núria Esquius. Como ocurre a menudo, su familia le aconsejó estudiar una carrera con futuro por si su sueño se torcía. Decidida a tener unos cimientos sólidos en los que apoyarse, Esquius estudió Arquitectura, carrera que compaginó como pudo con sus clases de canto y los ensayos en la coral de la facultad. "De la música no se vive", le dijeron en casa a la intérprete que hoy tanto puede construir casas como cantar cuplés. Lo hace (cantar cuplés, construir casas lleva más tiempo) cada sábado y domingo de este mes en el Teatre Gaudí Barcelona con 'La cupletista', un rodado espectáculo, dirigido por Pere Sagristà, que bucea en la época dorada del Paral·lel de los años 20 a partir de la figura de Càndida Pérez Martínez (Olot, 1893-1989).

Cándida fue una crack que, a parte de cantar cuplés, también los compuso. En el espectáculo Esquius interpreta varios acompañada por Eladi Dalmau al piano, entre ellos algunos de los más famosos como 'La Marieta de l'ull viu' y 'Les Caramelles'. "Hay que reivindicar a Càndida Pérez. En aquella época era insólito que una mujer compusiera sus propios temas", comenta la artista. Pérez formó un buen tándem con su marido, el músico napolitano Melquíadez Lucarelli. "Ella tenía mucha facilidad para crear melodías y él se encargaba de los arreglos". Juntos hicieron giras por Europa y América del Sur, donde ella le dejó. Se retiró en 1932 tras conocer a un rico industrial brasileño que se acabó convirtiendo en su segundo marido.

Es una lástima que la gente joven no conozca el cuplé, es una música ingeniosa que forma parte de nuestra historia

Esquius está fascinada con la picaresca y el humor de los cuplés de Pérez, aunque no todas las piezas tienen letras suyas. "Es una lástima que la gente joven no conozca el cuplé, es una música ingeniosa que forma parte de nuestra historia", señala. Desde luego, nada que ver la sutileza de los dobles sentidos de algunos 'hits' de aquella época con algunos temas actuales.

Contagio artístico

Contagiada por el espíritu aventurero de Cándida Pérez, Esquius, más allá de cantar y actuar, también comenzó a componer sus propias canciones. Algunas de ellas las intercala en 'Moments', un concierto teatralizado basado en clásicos del teatro musical donde interpreta desde pasajes de 'Flor de nit' hasta 'El fantasma de la ópera'. "Es una satisfacción personal descubrir esta faceta. Por ahora tengo unas cuatro o cinco con arreglos de Jorge Varela", dice Esquius, cantante con tesitura de soprano ligera que soñó con ser cantante de ópera. En sus comienzos trabajó en el coro de Amics de l’Òpera de Sabadell y hasta interpretó un rol solista en la opereta 'Mr. Choufleurie restera chez lui le…', de Offenbach. Fue allí precisamente donde la descubrió Pere Sagristà, quien se fijó en ella para montar 'La cupletista', cuya primera versión -mejorada en la actualidad- se estrenó en 2004. "Cuando la montamos por primera vez había un 'boom' en la construcción y trabajaba de día en el despacho en Montroig del Camp, donde vivo, y por la noche estaba en Barcelona toda maquillada y cantando en el desaparecido Artenbrut", recuerda. Poco después llegó la oportunidad de interpretar el papel de madre de Saïd en el famoso musical 'Mar i cel' de Dagoll Dagoll, en 2005.

"Me decanté por el musical porque la competencia en el mundo de la ópera es brutal", admite. "A veces pienso que si de joven hubiera tenido más confianza en mí misma las cosas habrían sido diferentes", confiesa. "De pequeña siempre me imaginaba en un sitio muy alto y a la gente que me miraba. ¡El escenario es mi casa!". La arquitectura le ha servido para diseñar las escenografías de sus espectáculos, "que siempre he montado yo misma", dice orgullosa. Y para levantar edificios, claro. "Diseñar una casa es fácil si el cliente sabe lo que quiere, pero si no tiene las ideas claras es un follón".

En estos momentos le ronda la cabeza hacer un espectáculo junto a otros actores. "Tengo inquietudes y quiero seguir avanzando. Ahora estoy centrada en el mundo del espectáculo, lo que más me gusta, y tengo muchas ideas".

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