Kor'sia adapta 'Giselle' al siglo XXI en el Mercat de les Flors

Kor'sia, una de las compañías más interesantes de danza contemporánea con base en Madrid y creada por exmiembros de la Compañía Nacional de Danza, debuta este jueves en el Mercat de les Flors con una rompedora versión de 'Giselle', que adapta a nuestros días el ballet romántico de 1841. Estará hasta el sábado en cartel y es uno de los platos fuertes de Dansa Metropolitana. Kor'sia ha hecho una versión libre con ganas de interpelar al público de hoy a partir de un tema: el amor infinito de Giselle, un sentimiento puro que le lleva a la muerte. ¿Quién está dispuesto hoy en día a una entrega total de este calibre? ¿Es posible equilibrar nuestros deseos y retos profesionales con la quimera del amor puro? ¿Cómo es el amor en el siglo XXI?

Estas son las preguntas que se hicieron los responsables de la compañía cuando decidieron revisar el clásico desde una perspectiva actual. No les interesó la idea del perdón y la traición, tampoco las vengativas Willis. "Nuestra obra habla de la pérdida de valores, del contraste entre lo natural y lo artificial", dice Antonio de Rosa, fundador de la compañía con Mattia Russo. Lo que somos y lo que aparentamos juega un papel importante en esta pieza de danza contemporánea con otro enfoque. En ella sus 11 intérpretes son Giselle, muestran el amor de muchas formas y sin roles de género.

Dansa Metropolitana regresa con una programacion espectacular

'Giselle' es el sumum del amor romántico, muestra como una joven ingenua y sencilla se enamora de Albrecht, un noble que para seducirla se hace pasar por un simple aldeano. Cuando descubre que él la ha engañado pues está comprometido con otra, enloquece y muere. Cuando Albercht arrepentido se presente en su tumba, ella no solo le perdona y sino que le salva de las Willis. La 'Giselle' de Kor' sia se centra en el tema del amor, incide en la necesidad de amar y ser amados. Y lo hace con todos los 11 bailarines en escena con un telón pintado de fondo que contrasta con una anillo de luz moderno que sobrevuela el escenario

Amor y pantallas

El primer acto, "muy frio y con una corporalidad neutra", se fija en la pérdida de la mirada del otro en nuestra era. "La obra muestra cómo nos relacionamos hoy con esa presencia de las pantallas en nuestras vidas y todo lo artificial que hay en ellas. Es nuestra manera de relacionarnos, en la que cada uno crea su propio 'show' con la imagen que transmite", explica Gaia Clotilde Chernetich, autora de la dramaturgia, la base del espectáculo, realizada con los directores de Kor'sia. Su versión destaca cómo los dispositivos tecnológicos multiplican la rapidez y capacidad de relacionarse pero también aumenta la frustración.

El segundo acto, con una corporalidad más natural, muestra la necesidad de compartir, de amar "de tocarnos para sentirnos humanos", explican. Lo vivido en el confinamiento ha influido en la dramaturgia, explican. "No podíamos seguir con lo que teníamos porque la pandemia nos ha cambiado y ha cambiado el mundo", explica Chernetich. "No es una coreografía hipercompleja pero sí llena de metáforas", añade esta estudiosa de la danza. "Lo difícil ha sido limpiarnos de todo el lenguaje clásico para hacer esta obra. Ha sido un trabajo de reeducación mental", dice Antonio de Rosa, que bailó a Albrecht en la audición que hizo en su día para entrar en el Ballet de la opera de París.

Pese a cambiar el orden de las escenas y manipular la música original de Adolphe Adam introduciendo algo de electrónica y una voz femenina "que es como un mantra", hay guiños a la 'Giselle' clásica en la composición musical de Susana Hernández Pulido.

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