Las divertidas anécdotas de la comedia 'Super... ¿quién?'

El cine francés sigue siendo uno de los habituales en nuestras pantallas y, básicamente, nos muestra sus filmes dramáticos, de intriga, históricos y comedias. Precisamente a este último género se adscribe Super... ¿quién?, una alocada parodia de las películas de superhéroes muy pasada de vueltas que ha dirigido, protagonizado, escrito y producido el francés Philippe Lacheau, autor de otros títulos taquilleros a nivel internacional como Se nos fue de las manos, Alibi.com agencia de engaños o actor en The wedding planner. También figuran en el reparto Élodie Fontan (Dios mío, ¿pero qué te hemos hecho?), el veterano Jean-Hugues Anglade (La reina Margot) y un irreconocible George Corraface, que no se parece ya al seductor protagonista de La pasión turca.

Lacheau interpreta a Cedric, un actor caído en desgracia que solo es contratado para anuncios de segunda fila. Una serie de casualidades provocan que pueda hacer realidad su sueño de convertirse en protagonista de una producción importante donde hará de Badman, sí con D, en la que emula / copia las aventuras del hombre murciélago. En pleno rodaje sufre un accidente mientras lleva el coche del héroe y su vestimenta y pierde la memoria, por lo que empieza a creer de verdad que es el auténtico Badman y a comportarse como tal con cómicas consecuencias. El cineasta nos explica las curiosidades del filme.

-Los abogados guionistas. “Es una película que escribimos parodiando a personajes del universo DC y Marvel. A continuación, unos abogados lo revisaron y nos dijeron qué era lo que podíamos incluir y lo que no por si podía surgir un problema de derechos. Nos decían que si se parecía demasiado, pues no. En Francia existe el derecho de la parodia, mientras se trate el tema con humor, incluso con personajes, nos podemos divertir con ellos. Nuestro súper héroe, no tiene nada que ver con Batman, es Badman (ríe). Toda la música de la película también está inspirada en grandes temas de súper héroes, sin hacerlos exactamente, sólo para tenerlos como referencia en la memoria, sin hacerlos igual”.

-Los efectos y el badmovil. “Hay algún efecto especial que ha costado más que otro pero no es cuestión de dinero. Lo más caro fue la construcción del coche, el Badmóvil, porque cogimos un viejo Mustang y le dimos un look simpático, curioso y agradable. Fue un buen trabajo. También teníamos un grupo de especialistas increíble que han hecho toda la puesta a punto, las escenas de acción y, a pesar de que nuestro presupuesto no es el de los americanos, las escenas de acción quedaron muy bien, están muy conseguidas y estoy muy orgulloso del resultado”.

-Menos gente de la que parece. “En las escenas de masas se ve mucha gente pero es falso, no teníamos demasiados figurantes por falta de presupuesto. Entonces, lo que hicimos fue filmarlos por grupos. Por ejemplo en la escena del cine, si te fijas bien son las mismas personas que están repetidas seis veces, los mismos figurantes en el mismo plano”.

-Un doble de nalgas. “Para hacer este personaje, lo reconozco, tuve que ir al gimnasio donde hice un poco de entreno. Lo que pasa es que estoy mejor físicamente de la parte de arriba que de la parte de abajo. Cuando se me ven las nalgas, en la parodia del beso de Spiderman, no son las mías, son de un actor que tuvo que hacerlo. Mis nalgas no son muy bonitas para filmar y lo hicimos así”.

-Haciendo gritar a los niños. “Rodar con niños no es fácil pero es divertido, son muy monos. En una escena estaba delante de ellos y su atención dura poco tiempo, por lo que me vi obligado a estar delante de ellos con una camiseta en la mano y cuando la levantaba les decía, gritad muy fuerte! Ayyyyyy! Tenía la impresión de ser un animador o un payaso”.

-Los animales. “Combinar niños y animales tiene algo de mágico y divertido y hay que saber aprovechar el momento. También los seres humanos tenemos algo de sádicos y, en la escena en la que el águila atrapa al niño y se lo lleva hacia arriba, al cielo, se oye a la gente reír en la sala. Tampoco lo pasé muy bien en la escena hacia el final con el perro. Yo les tengo miedo a los perros y tenía que hacer ver que estaba contento de verle, cuando en realidad me daba pánico, Pero, por suerte, todo salió bien”.

-Cuatro en uno. “En esta película soy director, protagonista, guionista y productor, pero tengo la suerte de que sé diferenciar cada rol, cada papel, el secreto es estar bien rodeado de gente, en quien puedes confiar y permite poder asegurar todo un poco. Ninguno de los cuatro Phillipe es el jefe, todos estamos al mismo nivel. Cuando estoy en el plató soy yo quien dirige, pero tampoco soy el jefe, tengo más presión, más estrés, tengo que decidir la cantidad de planos que hay que hacer cada día y soy un poco el conductor del rodaje, pero eso es todo”.

-Un anuncio de verdad. “En la película se ironiza sobre una marca que pone dinero para que aparezca uno de sus electrodomésticos, pero es real, la marca pagó. Nos reímos mucho cuando la productora me dijo que tenía que colocar un producto en el filme por obligación porque iban a poner mucho dinero. Le pregunté qué tenía que añadir y me dijo que un aspirador. Y le contesté que cómo iba a colocar un aspirador en una peli de super héroes. Entonces, ella me dijo cómo hacerlo y, cuando lo escribimos, le preguntamos a la marca si era verdad que nos iban a dar tanto dinero para que se viera en el filme y dijeron que sí. La realidad se juntó con la ficción”.

-Una casualidad macabra. “Una de las escenas del filme se parece bastante al triste suceso protagonizado recientemente por Alec Baldwin que, involuntariamente, provocó una muerte debido a una pistola que debía ser de fogueo. Dudamos si incluir esa secuencia o no, estuvimos a punto de eliminarla, porque ya la teníamos rodada y, cuando ocurrió el accidente, pensamos que la gente no iba a reírse de esto. Era algo tan grave… Pero hicimos un preestreno con unas 90 personas y, tras la proyección, cogimos un micrófono, les preguntamos que si les había molestado y si la quitarían. Y el 90% dijo que, ya que estaba hecha, que era divertida y que la dejáramos”.