Entrevista

India Martínez: "Los artistas de ahora somos más sanos"

La cantante y compositora cordobesa cierra su gira ‘Palmeras’, que arrancó en octubre de 2019, con un concierto este viernes en el Auditori del Fòrum en el que se acompañará de tres instrumentistas y dos coristas

Tras lanzar durante la pandemia duetos con Marc Anthony y Dvicio, y versionar ‘La saeta’, de Serrat, prepara ahora su nuevo álbum, todavía sin fecha de lanzamiento.

India

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Jordi Bianciotto

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La gira ‘Palmeras’ comenzó en octubre de 2019 con un formato de banda amplia que al llegar la pandemia se redujo a quinteto. ¿Cómo se presenta en el Auditori del Fòrum?

Cuando comenzó la pandemia redujimos el formato a piano, bajo, percusión y dos coristas. Fue una manera de adaptarnos a las circunstancias, pero más adelante cuando ya podíamos recuperar el formato original, el nuevo me pareció tan esencial, con tanta verdad, que ya lo dejé así y es el que mostraré en Barcelona. Pero el género musical es el mismo, un pop aflamencado, con esencia flamenca, que en contacto con el público se convierte en algo muy cañero.

Después de ‘Palmeras’ ha publicado varios ‘singles’, empezando con la versión de ‘La saeta’, de Serrat, que salió en pleno confinamiento. ¿Cómo le ha sentado su anuncio de retirada escénica?

Él es una eminencia, alguien eterno para nosotros, como Sabina. Luego, esa decisión ya depende de cómo él se sienta. Nosotros seguiremos disfrutando de él, tanto si está arriba en el escenario o fuera. Es una referencia grandísima. Espero verlo en algún concierto, y si me invitara al escenario ya sería increíble. Grabar ‘La saeta’ es algo que no estaba preparado. Nació de la necesidad de ese momento de hacerla desde casa.

No quiero quedarme encasillada en un sonido

Luego lanzó ‘Convénceme’, con Marc Anthony, y ‘No me basta’, con el grupo Dvicio. ¿Poner un pie en la latinidad urbana hoy es obligado?

No sé si obligado, que cada uno haga lo que siente. Pero escuchas tanto de eso, que al final te acaba influyendo. Para mí, es una investigación más. Probar cosas, porque no quiero quedarme encasillada en un sonido. Yo soy mi voz, y teniendo claro eso, está bien abrirse a diferentes sonidos, pero no porque se lleve eso ahora, sino por investigación y disfrute.

¿Su centro de gravedad sigue estando en torno al flamenco?

Eso siempre, claro que sí. Mis referentes cuando empecé eran Camarón y Paco de Lucía, y luego las voces más modernas: Niña Pastori, Arcángel, Miguel Poveda... Y Enrique Morente. Hubo una época en que profundicé y miré hacia atrás y comencé a escuchar a la Niña de los Peines, Tomás Pavón, Manolo Caracol, Pepe Marchena... Pero desde el flamenco puedo ponerme más popera, o latina, o incluso world music, o sorprender cantando en otro idioma, como el árabe. Al final, se trata de disfrutar.

Hace unos años se marcó un dueto con el llorado Rachid Taha (‘Niño sin miedo’, 2014).

Grabamos un video y todo, en Algeciras. Fue muy grato trabajar con él, aunque era un hombre difícil, de la vieja escuela.

¿A qué se refiere?

Esos artistas que son bohemios, que no hay quien los mueva de sus ideas. Ahí también está lo de fumar, beber... Yo ahí no estoy para nada. Creo que ya no se lleva tanto eso, ¿no? Los artistas de ahora somos más sanos.

“Yo soy mi voz”, decía. ¿Literalmente, como cantante, o como creadora y compositora?

Mi voz a la hora de entender la música en general; mi sonido, mi forma de cantar, de sentir, de decir las cosas... Porque la mayoría de las canciones que canto son compuestas por mí.

No nos damos cuenta de que nos estamos matando con la degradación medioambiental

Otra de las últimas es ‘Dejamos de respirarnos’, asociada al proyecto ‘Canciones para los que no quieren escuchar’, contra la degradación medioambiental.

Una propuesta de DKV. Me tocó hacer una canción sobre el aire, el oxígeno, que era lo que más me apetecía. En aquel momento estábamos viendo datos de la contaminación en las ciudades y lo que eso provocaba en nosotros. Algo alucinante, relacionado con el ahorro energético, las energías renovables... En la canción intenté comparar un amor tóxico y nuestra relación con la naturaleza y el aire que respiramos, que a veces tratamos mal. No nos damos cuenta de que nos estamos matando.

Terminada la gira, ¿es el momento de preparar el relevo de ‘Palmeras’? ¿Hacia dónde se dirige en términos artísticos?

Ha sido una gira muy intensa y necesito descansar un poquito, pero sobre la marcha he ido preparando un repertorio nuevo y lo tengo ahí, prácticamente armado. Es posible que antes salga todavía algún ‘single’ más y, si nos dejan, haremos algunos conciertos fuera de España que teníamos previstos, en Argentina, Chile o Estados Unidos. El disco todavía no sé cómo sonará, porque yo soy una rueda evolutiva, pero voy a lo que más emociones me dé, sobre todo lo que ocurre alrededor. Igual que en otras épocas, en las letras de las canciones populares, había refranes sobre la guerra y sobre cuando se pasaba hambre, creo que lo que estamos viviendo ahora con la pandemia a nivel social acaba influyendo en mis canciones. Porque si no, no estaría contando verdades. Ante la pandemia, mi actitud es de respeto, pero sin miedo, con ganas de vivir y de entregarme a cada cosa que hago.

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