Óbito

Muere Lluís Raluy, el payaso fascinado por las matemáticas

El patriarca del Circ Raluy, aquejado de párkinson desde hacía años, fallece a los 79 años en Valencia, según ha informado su familia

Muere el director de circo, payaso y matemático Luis Raluy a los 79 años.

Muere el director de circo, payaso y matemático Luis Raluy a los 79 años. / Julio Carbó

Julián García

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“Cuando estoy triste, estudio matemáticas y me levanta la moral”, aseguraba Lluís Raluy en 2012, en una estupenda entrevista de Gemma Tramullas en este diario. El mayor de la saga de los Raluy, conocido en el mundillo como Lluïset, fue un indiscutible hombre de circo, pues además de payaso carablanca y director fue hombre bala, trapecista volador y acróbata de doble barra fija, pero siempre mostró una extraña fascinación por la magia cósmica de los números, hasta el punto de haber reunido miles de libros de matemáticas, física y astronomía en su caravana-biblioteca del Circ Raluy Legacy y de haber escrito obras científicas como ‘Visión matemática del espacio’. Debilitado por el párkinson desde hacía tiempo, Lluís Raluy falleció este miércoles a los 79 años en Valencia, donde se encontraba de gira con el Legacy, según informó la familia a través de su cuenta de Instagram: “Con un gran dolor, despedimos a este ser tan especial, lleno de luz, de bondad, de generosidad y que recordaremos con el cariño y el amor que él siempre brindó a todo el mundo que conoció”.

La muerte de Lluís Raluy se produce apenas dos años y un mes después de la de su hermano Carlos, con el que fundó el Circ Raluy en 1984: una maravillosa propuesta de circo a la antigua, con sus carromatos de los años 30 y 40, sus camiones de la segunda guerra mundial y su estilo evocador del circo clásico impermeable a la fusión con el teatro y otras disciplinas contemporáneas. Un circo que, a lo largo del tiempo, cosechó el Premio Nacional de Circo, la Creu de Sant Jordi, el Premi Ciutat de Barcelona y el Max, entre otros muchos galardones.

Identificado con El Quijote

Nacido el 25 de febrero de 1942 en el barrio de La Catalana de Sant Adrià de Besòs, Lluïset era el mayor de la saga de los Raluy, primogénito del fundador Luis Raluy Iglesias (uno de los primeros hombres bala de Europa, apodado sonoramente como el Tigre de Sant Adrià) y de la igualadina Marina Tomàs Jorba. Desde niño, viajó de circo en circo por Europa, América y África y, siguiendo el oficio familiar, debutó como payaso y trapecista a los 16 años. No sin esfuerzo, dada su vida itinerante,  Lluís sería capaz de combinar circo y estudios, mostrando siempre una asombrosa habilidad para las matemáticas y los números primos. “Cuando tenía dudas con algún cálculo iba a consultar a la universidad de la ciudad donde estuviera el circo”, evocaba Raluy, a quien también fascinaba la figura de El Quijote, personaje con el que aseguraba sentirse identificado y de cuyas aventuras literarias poseía numerosas ediciones impresas.

Su biografía recuerda que la vida nómada del circo le llevó a conocer países como Kenia, Uganda, Madagascar, Singapur o Vietnam; y que en su gira por Italia conoció a su pareja de siempre, la bailarina Barbara Rastall, joven de Liverpool que había sido secretaria del primer club de fans de The Beatles y con quien tuvo sus dos hijas, Louisa y Kerry. Lluïset y su hermano Carlos trabajon juntos en el proyecto del Circ Raluy hasta 2016, año en el que las cosas de familia les llevó a escindirlo en dos: el primero creó con sus hijas el Legacy; el segundo, el Circ Històric. Otro hermano, Eduardo, fundó el circo Williams, y luego Rosa, hija de Carlos, inició su propio proyecto, el Circo-Teatro Rosa Raluy.

Dueño de una mente inquieta y privilegiada, Lluís Raluy no solo escribió tres ensayos sobre matemática y física, sino también sobre espejismos, ‘El secret dels miratges’, así como el precioso libro de recuerdos ‘El circ dels saltimbanquis’, ilustrado por él mismo, en el que evocaba la historia de una saga familiar, la suya, entregada en cuerpo y alma al circo.

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