CRÍTICA DE CINE

'The report': antiépica contra la tortura

El thriller protagonizado por Adam Driver, desde este viernes en Prime Video, se basa en la odisea real de un antiguo investigador del senado estadounidense

Adam Driver, en un fotograma de 'The report'

Adam Driver, en un fotograma de 'The report'

Juan Manuel Freire

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"Basada en el estudio del Comité Selecto del Senado sobre el Programa de detención e interrogatorio de la CIA", avisa un mensaje en los créditos iniciales, en lo que parece el anuncio de la adaptación más difícil de la historia del cine. Porque dicho estudio sobre las torturas de la CIA tras el 11-S llegaba en su forma original a las 7000 páginas, aunque la versión mostrada al público, eso sí, se quedó en tan solo 525.

La película de Scott Z. Burns, guionista habitual de Steven Soderbergh (quien ejerce aquí como productor), no es, en cualquier caso, tanto una adaptación de ese informe como una recreación de las dificultades del investigador Daniel L. Jones (Adam Driver) para llevarlo a cabo y, después, sacarlo a la luz con el menor número posible de tachaduras.

Burns infunde al proceso la tensión de un thriller paranoico de los 70, pero sin pasarse nunca de efectista, depurando las formas hasta una rigurosidad casi árida. Filma con estilo aséptico unos espacios asépticos, sin vida, donde por otro lado se deciden las vidas de muchas personas. Como en 'Spotlight', un precedente claro, la antiépica responde a una postura ética y política. El viaje se hace arduo, pero es necesario hacerlo.