CRÍTICA DE CINE
'Atardecer': la agitación austro-húngara
László Nemes recupera en 'Atardecer' el estilo de 'El hijo de Saúl', cámara en mano y encima de los personajes, con resultado menos tenso pero interesante
Quim Casas
Periodista y crítico de cine
Profesor de Comunicación Audiovisual en Universidad Pompeu Fabra y docente en ESCAC, FX, Cátedra de Cine de Valladolid y Museu del Cinema de Girona. Autor de diversos libros sobre David Lynch, David Cronenberg, Jim Jarmusch, Fritz Lang, John Ford y Clint Eastwood. Miembro del Comité de Selección del Festival de Cine de San Sebastián.
Quim Casas
El primer filme de<strong> László Nemes</strong>, 'El hijo de Saúl', sorprendió con su tratamiento, cámara en mano y encima de los personajes, del interior de un campo de concentración nazi. El mismo estilo aplica a su segundo trabajo, 'Atardecer', con el que se la juega más que con el primero. El resultado es menos tenso, pero interesante. Budapest, en 1910, está en competencia con Viena. Son los tiempos gloriosos del imperio austro-húngaro. Una joven busca sus raíces familiares en un clima de agitación y atentados. Está perdida, superada por los acontecimientos, desconcertada en todo momento. ¿Acaso no representa el desconcierto de la Europa de entonces y la de ahora?
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