CRÍTICA DE CINE

'Escuela para fracasados': Media docena de chistes

Kevin Hart recicla su limitada colección de tics maniáticos para un personaje ya visto en anteriores filmes

Nando Salvà

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En su nueva comedia, el actor Kevin Hart se contenta con reciclar su limitada colección de tics maniáticos, hasta tal punto que el personaje que en ella interpreta es prácticamente indistinguible de los que encarnó en Vaya patrulla (2014), Dale duro (2015) y Un espía y medio (2016). Por lo demás, Escuela para fracasados son 111 minutos de metraje vehiculados por una trama increíblemente desgarbada –e innecesariamente complicada--, y rellenados con una sucesión de chistes de pedos y vómitos y zonas púbicas entre los que apenas dan en el blanco media docena, uno por cada uno de los guionistas que firman la película.