CICLO EN LA FILMOTECA
Entre la vanguardia y la protesta
El cine de Portabella combina la reflexión política directa con las imágenes poéticas y metafóricas
Quim Casas
Periodista y crítico de cine
Profesor de Comunicación Audiovisual en Universidad Pompeu Fabra y docente en ESCAC, FX, Cátedra de Cine de Valladolid y Museu del Cinema de Girona. Autor de diversos libros sobre David Lynch, David Cronenberg, Jim Jarmusch, Fritz Lang, John Ford y Clint Eastwood. Miembro del Comité de Selección del Festival de Cine de San Sebastián.
QUIM CASAS
'Cine, arte y política'. El transparente título escogido por la Fundació Vila Casas para la exposición sobre Pere Portabella en Can Framis sirve también para dar nombre al miniciclo que la Filmoteca de Catalunya dedica al cineasta entre el 14 y 28 de febrero.
Realizador inusual no solo en nuestro contexto, sino en el de las cinematografías europeas de vanguardia, Portabella fue uno de los exponentes más representativos de la Escuela de Barcelona. No era aquel un movimiento en el sentido estricto de la palabra, como sí lo fueron la Nouvelle Vague o el Free Cinema británico, y además se opuso a otro movimiento más consolidado, el del mesetario Nuevo Cine Español representado por Carlos Saura, Angelino Fons y Basilio Martín Patino.
En las películas experimentales de Portabella se resume la visión más radicalizada de la Escuela de Barcelona
En las películas experimentales de Portabella se resume la visión más radicalizada de aquella escuela barcelonesa que profería airadas respuestas al régimen franquista tanto en las sesiones nocturnas de la discoteca Bocaccio como en la realización de películas combativas desde diversas perspectivas.
Portabella escogió la extraña poesía de Joan Brossa y la alambicada composición musical de Carles Santos como soporte para 'Umbracle' (1971), filme que inaugura el ciclo en una sesión que es, además, homenaje al músico castellonense fallecido el pasado diciembre. Planos de Christopher Lee, recién salido de una de las mejores películas de Portabella, 'Vàmpir-Cuadecuc' (1970), observando los cuerpos disecados en el Museo de Zoología de Barcelona mientras algunos compañeros de viaje de Portabella hablan sobre la censura cinematográfica española. Reflexiones políticas directas e imágenes poéticas y metafóricas, uno de los grandes legados de la obra del cineasta.
La citada 'Vàmpir-Cuadecuc', fascinante ejercicio de metalenguaje realizado durante la filmación de la película de Jesús Franco sobre Drácula, con Christopher Lee en el papel del eterno vampiro, resulta modélica para examinar la postura de Portabella ante el hecho cinematográfico: aquí es una reflexión social y política a partir de una imaginería tremendamente popular.
El ciclo de Filmoteca prosigue con sus dos últimos largometrajes de ficción (aunque la ficción, en oposición al documental, sea un terreno abstracto en la obra de Portabella): 'Pont de Varsòvia' (1989) y 'El silenci abans de Bach' (2007), o el cénit de esa independencia del cine catalán que, en los últimos años, solo ha logrado Albert Serra, director que participará, junto al director de fotografía Tomàs Pladevall y el teórico Josep Maria Català, en la mesa redonda que pondrá fin al homenaje.
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