CRÓNICA DE MÚSICA

M83, entre el cosmos y la pista

El proyecto de synth-pop-rock de Anthony Gonzalez desplegó un sonido abrumador en el festival Jardins de Pedralbes

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Juan Manuel Freire

Juan Manuel Freire

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Anthony Gonzalez, líder del proyecto de synth-pop-rock M83, no ha recibido las mejores críticas de su carrera con ‘Junk’ (2016), que sin ser lo que indica su título (inglés para “basura”), dista de ser la continuación perfecta para un disco de consagración popular como ‘Hurry up, we’re dreaming’ (2011): pocos hits claros, cierto feísmo deliberado… Casi un paso atrás voluntario para alejarse un poco de los focos.

Por suerte, y aunque hoy en día haga pocas referencias a sus gloriosos inicios ambient/shoegaze de hace década y media, M83 cuenta repertorio de sobras para montar una actuación apañada. Lo de el lunes en el festival Jardins de Pedralbes -penúltimo concierto de esta edición- fue algo más que eso: un despliegue a menudo abrumador de 'hits' épicos y/o bailables con el sonido más prístino y envolvente que soñarse pueda. A partir de ahora, escuchar sus discos será una experiencia menos satisfactoria.

HORA Y MEDIA VELOZ

Gonzalez ya no tiene a Morgan Kibby, antigua arma secreta del proyecto, en voces y teclados, pero su sustituta Kaela Sinclair sabe cumplir los cometidos de aquella con sobrada prestancia. Ahora podía llegar a los niveles operáticos de Zola Jesus (voz original de ‘Intro’) y después mostrarse tan buena para las ‘power ballads’ como Susanne Sundfør (voz original de ‘Oblivion’); una garganta maleable. El segundo jugador más valioso fue el guitarrista Jordan Lawlor, tanto por su contagiosa hiperactividad sobre el escenario como por su buena labor vocal en ‘Walkway blues’, más funk que blues.

Durante una hora y media que pasó en un vuelo, M83 unieron los puntos entre synth-pop, neo-disco y posrock, alternando pasajes de puño en alto o caderas dislocadas con otros de tristeza oceánica a los Sigur Rós. Todo igual de convincente. Bueno, algunos momentos todavía más que otros: mención especial para el instante rave de ‘Sitting’ (de un debut homónimo de 2011 todavía en formato dúo), el 'hit' a reivindicar ‘Go!’ (con la cantante francesa Mai Lan pero no Steve Vai), el himno ubicuo ‘Midnight city’, la odisea disco ‘Couleurs’ y una final ‘Lower your eyelids to die with the sun’ para trazar mentalmente rutas por el cosmos.