Jake Gyllenhaal: "Sé que mi trabajo es absurdo, una ridiculez"

En los últimos años, gracias a su trabajo en títulos como 'Sin tregua' (2012), 'Prisioneros' (2013), 'Nightcrawler' (2014) y 'Everest' (2015), Jake Gyllenhaal se ha confirmado como un intérprete excepcionalmente dispuesto a llegar tan lejos como sus personajes pidan. En su nueva película,'Demolición', encarna a un hombre que debe aprender a lidiar con la trágica muerte de su esposa.

Su personaje en 'Demolición' no es particularmente amable. ¿Es eso lo que le atrajo de él? En efecto. Cuando leía el guión pensaba, ¿cuándo va el personaje a darse cuenta de que ha cometido muchos errores y finalmente va a despertar la empatía del espectador? Al ver una película solemos necesitar la empatía con el protagonista. Pero 'Demolición' decide transitar por caminos difíciles. Davis, mi personaje, se ha perdido a sí mismo, y ya no sabe ni qué sentir acerca de las cosas. Y entonces la tragedia le sucede y se queda devastado, pero no es capaz de darse cuenta de que lo está.

Rodar la historia de un personaje devastado, ¿hace que usted también se sienta devastado al volver a casa? Sí, todos los personajes dejan un poso. Es decir, tengo mi vida personal y es muy saludable, pero mi respuesta emocional a las cosas a menudo se ve condicionada por el personaje que me ocupa en ese momento. Y luego cuesta un tiempo eliminar su rastro. Por tanto, debes ser cuidadoso y tener gente a tu alrededor que te cuiden y no se limiten a mirarte como si fueras un loco. Y debes construirte un escudo. Yo trato de aproximarme a mis personajes de forma lo más analítica e intelectual posible. Creo fervientemente en la preparación y la investigación.

¿Ha sido abandonar el cine de gran presupuesto para centrarse en proyectos independientes una decisión consciente por su parte? El cine de Hollywood suele estar basado en historias simples y personajes que tratan de conectar de forma inmediata con todo el mundo y por tanto son muy planos. Esas películas están hechas para que las puedas ver en el metro, en tu 'smartphone', sin apenas prestar atención. Es posible que decir esto suene arrogante, pero yo no quiero perder el tiempo. Por eso también me asocio con directores originales y poco ortodoxos, y es por eso soy mejor actor que nunca antes.

Asimismo, en los últimos años ha interpretado papeles particularmente complejos. De nuevo, no es casual. Hubo un momento en el que me di cuenta de que no podía limitarme a aparecer por el rodaje y recitar mis frases de diálogo. Supongo que me hice adulto. Decidí empezar a hacer las películas que yo quería hacer en lugar de las que otras personas me decían que me convenía hacer. No voy a interpretar ningún personaje con el que no pueda sentirme del todo comprometido.

¿No teme que su tendencia a interpretar personajes oscuros le acabe pasando factura? Curiosamente, no creo que sean personajes oscuros. Se mueven en mundos oscuros, sí, pero casi todos ellos poseen una brújula moral perfectamente calibrada. En última instancia, los mundos oscuros me resultan más reales que esas historias en las que todo brilla y la gente es increíblemente feliz. Quizá parezca que me doy aires de importancia, no es así. Sé que mi trabajo es absurdo, una ridiculez. Pero, por otro lado, si lo haces tienes que tomártelo en serio. Y para mí es una oportunidad para tener acceso a culturas y tipos de vida a los que mucha gente jamás tendrá acceso, y por tanto una experiencia muy enriquecedora. De nuevo, siento que lo que digo puede sonar relamido.

¿Le preocupa ser malentendido? Un poco, pero sé que no depende de mí. No es por ofender, pero hace tiempo aprendí algo acerca de los periodistas: si tienen una idea preconcebida sobre la imagen que quieren ofrecer de mí, van a seguirla pase lo que pase, y nada de lo que yo diga les hará cambiar de postura.