ENTREVISTA (19-11-06)

Carmen Balcells: "Solo soy una ciudadana corriente"

Tiene la intención afilada y la presencia de emperatriz capaz; muy capaz. De una de aquellas emperatrices que, para estar bien informadas, confiaban más en ciertos elementos del pueblo que en los cortesanos. Su voz, que denota autoridad ejercida, recuerda a la de ciertas sopranos. Nadie ha sabido defender mejor los intereses de los escritores que Balcells, premio Montblanc Mujer. El 'conseller' Ferran Mascarell, injustamente sacrificado, la definió el martes pasado como "un bien de interés nacional".  

Entrevista con la agente literaria

Muere la agente literaria Carmen Balcells

Muere la agente literaria Carmen Balcells / periodico

ARTURO SAN AGUSTÍN

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

--Ay de la hora de las alabanzas.

--Esa expresión la utilizaba mi madre. Ya sabes: cuando una persona desaparece, todo son alabanzas.

--Ferran Mascarell, el 'conseller' de Cultura, ha sabido alabarla inteligentemente.

--Y yo le agradezco sus palabras, que me han llegado al alma, a las entrañas. Yo solo soy una ciudadana corriente y moliente.

--Bueno.

--¿Bueno Pues digamos que soy una ciudadana bien tratada. ¿Te parece una definición mejor

--Una ciudadana influyente.

--Te equivocas. Ni influyo ni he influido. Y por no decidir, no decido ni mi propio destino. Pero dejémonos de tópicos. Primera pregunta: "¿Cómo se llama y dónde nació "

--De acuerdo. ¿Cómo se llama y dónde nació

--Me llamo Carmen Balcells y nací en una aldea de 50 habitantes, que ahora ya solo son 21. Es una aldea típica de la provincia de Lleida. Un aldea de la tierra dura, de las llamadas tierras de Ponent.

--Ha de ser usted una persona muy valiente para tener una guardia pretoriana formada por Juan Marsé y Eduardo Mendoza.

--Si he hablado de guardia pretoriana, ha sido con la mejor de las intenciones.

--¿Es usted experta en descubrir el falso halago?

--Todos creemos tener un sexto sentido para detectar el falso halago, pero es mentira.

--¿El halago funciona siempre?

--Siempre. Sucede que si el que te halaga es un idiota, rápidamente te preguntas qué has hecho mal. Todos, todos, somos vulnerables al halago, al elogio.

--Sobre todo los escritores.

--¿Qué insinúas?

--Que los escritores necesitan el aplauso.

--Déjate de aplausos. Escribir es una profesión. Y si tu profesión te apasiona, es un placer en sí misma. El trabajo bien hecho produce el mismo placer --y así lo demuestran diferentes estudios realizados sobre el cerebro-- que una comida excelente o hacer el amor.

--¿Su norma sigue siendo la discreción?

--Es la obligación de todo profesional. El agente literario ha de ser anónimo. Y yo, con tanto premio, tal vez me he salido de madre. Mira, la última entrevista que me hicieron --surgió porque el periodista estaba preparando un determinado libro-- me ha permitido recibir uno de los regalos más extraordinarios que he tenido. Te lo voy a presentar.

--¿Me va a presentar un regalo?

--Sí. Se llama Alba Ventura. Su madre leyó la entrevista de la que le hablaba, me llamó por teléfono y me dijo: "Si usted tiene una agencia musical, quiero que represente a mi hija". Alba es una pianista extraordinaria y precisamente hoy está firmando un contrato en exclusiva con nosotros.

--Anda usted metida ahora entre músicos.

--Pretendo hacer con los músicos lo mismo que he hecho con los escritores: prestar un servicio.

--Literatura y música.

--Cultura... Mira, esta es Alba Ventura, una pianista extraordinaria. Alba, no tengas ninguna reticencia al firmar el contrato, porque de la misma manera como lo firmas, si así lo deseas, me envías una carta, me dices que no quieres que te representemos más, y ya está.

--¿Y ya está?

--Y ya está. Nosotros somos una figura jurídica que se llama mandatario verbal. Para que el papelito tenga más eficacia en algunas instituciones, pedimos unos poderes, pero nunca los ejercemos. Alba, yo estoy ya muy mayor y te quiero ver pronto, muy pronto actuando en el Carnegie Hall.

--¿Su aparente jubilación es solo una coquetería?

--Me jubilé de verdad. Y fui felicísima el primer año. Pero estoy muy ilusionada con nuestra agencia musical. Yo soy una empresaria.

--Antes de comenzar la entrevista hablábamos de Montblanc.

--Son muy, muy poderosos. Espero sacarles esponsorización para mis clientes.

--Usted no da puntada sin hilo.

--Depende. A veces estoy distraída. Si aún no lo ha leído, le aconsejo que lea el libro Una educación. Su autor es Harry Abrams. El libro es una auténtica maravilla que describe la educación que recibían los ricos bostonianos. Lo únicos gestos que necesitan los ricos son los altruistas; gestos en el mundo de la cultura y en el del arte.

--¿También ahora?

--También. A todos los ricos les encanta tutelar a un gran artista. Los mecenas aún existen.

--Si usted lo dice, me lo creo.