CÓMO SE COCINA EL ÉXITO EUROPEO DE UNA FORMACIÓN DE ELECTRO LATIN

El fruto de La Sra. Tomasa

NÚRIA MARTORELL / GRONINGEN

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Su media de edad es de 23 años. Son todos chicos, pero se hacen llamar La Sra. Tomasa, fruto del éxito que cosechó el primer tema que cantaron bautizado así y que incluyeron en su único disco, Corazón, bombo y son. La banda barcelonesa cuenta con unos manágeres que saben cómo se cocina el éxito de un grupo de fusión alejado de los patrones del pop-rock anglosajón; los mismos que lograron que los promotores europeos que se dan cita en la madre de todos los festivales, el Eurosonic de Groningen (Holanda), se enamoraran de La Pegatina y de Bongo Botrako, lo que se tradujo en multitud de bolos por el continente.

Sonde3 Producciones tenía clara que su apuesta para esta muestra de indie pop-rock holandesa tenía que ser La Sra. Tomasa . «Cuando les vimos no lo dudamos -relata uno de sus socios fundadores, Germán Quimasó-. Tienen una visión renovadora de la música, fusionando los ritmos latinos con elementos electrónicos como del dubstep, drum'n' bass, house... que conecta con los jóvenes y convierte sus conciertos en una gran pista de baile. ¡Son arrolladores!».La conexión holandesa de Sonde3 es Bob van der Bosch. El agente explica que en Eurosonic se reúnen todos los profesionales de la industria musical. Los que construyen escenarios y los programadores que debe seducir para que estén presentes en la gran noche de La Sra. Tomasa. «La competencia es enorme: el jueves a la misma hora hay 30 conciertos más», explica Van der Bosch. Antes de la esperada cita, tiene encuentros «cada media hora» con colegas de Alemania, Italia, Bélgica... «Ellos me ofrecen grupos y yo a ellos. La Pegatina, Bongo Botrako y ahora La Sra. Tomasa les encanta porque tienen una personalidad que nada tiene que ver con las bandas al uso de bajo, guitarra, batería, cantante... Tienen un sello muy de Barcelona, con este mestizaje y esta mezcla que incluye rumba, rock, folk... Existe mucho más mercado para ellos que para las formaciones que imitan a los grupos ingleses», constata.

Alimentar el alma

La Sra. Tomasa aún no ha tocado en una de las carpas principales de Eurosonic y sus representantes ya han cerrado varios recitales en clubs y en festivales como el prestigioso Lowlands, que se celebra en agosto en los Países Bajos. La Sra. Tomasa atiende espitosa a EL PERIÓDICO. El cantante Pau Lobo admite estar nervioso. «Somos siete amigos que nos juntamos para buscar un sonido distinto. Empezamos a indagar con músicas como si fueran probetas. A investigar. ¡Y ahora nos encontramos aquí! Qué ganas de que salga el bicho fuera, de actuar. La música está para gozarla y alimentar el alma».«Tenemos un directo cañero, dinámico..., lo que nos hace también diferentes», adelanta el batería Marc Soto. «Eurosonic es una oportunidad enorme», subraya el bajista, Alberto Manuel Limiñana.

Hace solo tres años que empezaron. Están a punto de iniciar su tercera gira, y en el festival que le dio la alternativa europea a grupos como el canadiense Arcade Fire. «Esto es muy grande. Sentimos mucha presión», insiste el vocalista.

El nombre del tourNo dejes que te lo cuenten. Pero hay que hacerlo aunque sea a modo de pinceladas para saber qué futuro les depara. Son pura energía, todo expresividad. No paran de brincar y de interactuar con una audiencia cada vez más entregada. Los problemas de sonido iniciales no les impide demostrar su calidad como músicos. Los promotores acaban bailando. Agitando los brazos imitando a la banda. ¡Toma Tomasa!