Dos pioneras del cine moderno

Faye Dunaway, diva con genio y figura

La intérprete se reconoce «famosa» y lamenta no haber manejado siempre «el éxito con elegancia»

Faye Dunaway, con el premio honorífico del festival, el jueves.

Faye Dunaway, con el premio honorífico del festival, el jueves.

N. S.
LOCARNO ENVIADO ESPECIAL

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«Estoy enamorada de Rafa Nadal. Federer hace que el tenis parezca ballet, pero como mi Rafa no hay nadie». Que una charla con esta actriz empiece con un comentario tan afable por su parte tiene efectos calmantes. Porque a Faye Dunaway -a quien el jueves el festival también honró con un premio honorífico- la fama le precede. Por un lado, se convirtió en emblema del nuevo Hollywood tras dar vida a la asesina más chic enBonnie and Clyde (1967), a una atormentadafemme fatale enChinatown (1974) y a una productora televisiva rapaz enNetwork(1976), papel por el que ganó un Oscar. Por otro, su reputación como intérprete siempre ha ido de la mano de su reputación como diva. Dicen que su ego es tan grande como toda Suiza.«Yo he sido muy famosa»,recuerda ahora.«El estrellato es muy excitante, pero también conlleva una tremenda soledad. Y me temo que no siempre he sido capaz de manejar el éxito con elegancia».

Tras interpretar como nadie a mujeres consumidas por la voluntad de triunfar, en 1981 Dunaway dio vida a Joan Crawford enQueridísima mamá y, dice la leyenda, su histrionismo en ese papel destruyó su carrera. En todo caso, genio y figura.«En Hollywood no basta con sobrevivir, tienes que imponerte, y yo de eso sé mucho». Empeñada desde hace más de 10 años en dirigir unbiopic sobre Maria Callas, asegura no echar de menos estar delante de la cámara.«Hoy en día casi todas las películas carecen de corazón. Ya no hay drama, todo son efectos especiales. Las películas que hicimos en los 70, eso sí era cine de verdad».