UN MAESTRO DE LA LITERATURA ANTICOLONIAL

África, sin Chinua Achebe

El nigeriano, padre de las letras africanas, muere en Boston a los 82 años

Chinua Achebe, en su domicilio de Annandale-on-Hudson, en el 2008.

Chinua Achebe, en su domicilio de Annandale-on-Hudson, en el 2008.

ELENA HEVIA
BARCELONA

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Ser escritor en el África negra es una tarea de superhéroes, no solo porque la cultura oral manda y las historias que importan se trasmiten de boca en boca, sino porque el 50% de la población sigue siendo analfabeta. El nigeriano Chinua Achebe, el padre fundador de la nueva ficción africana, el autor de la gran novela Todo se desmorona, es uno de esos gigantes. El pasado jueves murió lejos de su tierra, a los 82 años, en Boston, donde recaló después de trasladarse a Nueva York en 1990, cuando las universidades norteamericanas, Bard College y más tarde Brown, le ofrecieron la oportunidad de seguir siendo profesor después de que un accidente le dejara anclado a una silla de ruedas. Aunque no postrado, porque Achebe siguió dando sus conferencias en todo el mundo.

Achebe, nacido en 1930 en Ogidi, al este de Nigeria, sufrió en primera persona la imposición del colonianismo británico que más tarde retrataría en su novelas. Hijo de padres convertidos al cristianismo por los misioneros, fue bautizado como Albert Chinualumogu -significativamente, Albert en honor del marido de la reina Victoria- y fue escolarizado en inglés, la lengua que se convertiría en su idioma literario, tras la prohibición de la de su etnia igbo para los actos sociales.

Quiso ser médico pero pronto se dio cuenta de que su vocación era la literatura: trasladar al inglés todas aquellas historias paganas que se contaban en su familia. Su despegue literario coincidió con el auge de los movimientos nacionalistas africanos tras la segunda guerra mundial. El reto para los jóvenes escritores africanos de entonces, entre los que se encontraba también el futuro premio Nobel Wole Soyinka, era mostrar desde dentro y desde una perspectiva anticolonialista el choque entre la vieja cultura europea y las formas de vida africanas. De ahí surge Todo se desmorona, que publicó en 1958 y le hizo célebre con solo 28 años. Hoy esa novela, cuyo título surge de un poema de Yeats, es lectura obligatoria en todas las escuelas africanas, ha vendido más de diez millones de ejemplares en todo el mundo y ha sido traducido a más de 50 idiomas.

Con una acción situada a finales del siglo XIX también supone el punto de partida de una serie de novelas que en su conjunto ofrecen una crónica de la historia turbulenta de Nigeria. Obras como la excelente La flecha de Dios, Un hombre del pueblo, Termiteros de la sabana, Me alegraría de otra muerte han sido publicadas por Debolsillo incluyendo Todo se desmorona, que en los 80 apareció en Anagrama como Todo se derrumba.

POLÉMICAS / Firme defensor de la causa de Biafra, uno de los últimos trabajos de Achebe ha sido una Historia personal de Biafra (2012) donde se reafirmaba en los ideales nacionalistas de su juventud, que fueron muy contestados en su día. No es la única vez que el autor se ha mezclado en la polémica. En 1975 en su conferencia Una imagen de África: racismo en 'El corazón de las tinieblas' de Conrad aseguraba tajante: «La cuestión es si una novela que celebra la deshumanización, que despersonaliza a una parte de la raza humana, puede denominarse una gran obra de arte. Mi respuesta es no, no puede». El debate, con la corrección política como centro, estaba servido, pero es innegable que también impulsó otra mirada frente al mundo.