Tommy Lee Jones huye de la política

Nada de hablar de sexo en la edad madura. Tampoco de política. Estas son las dos advertencias que el publicista de Tommy Lee Jones (Texas, 1946) hace llegar de forma indirecta a los periodistas que ayer le entrevistaron en el Festival de San Sebastián por doble motivo: su premio Donostia y su papel enSi de verdad quieres, comedia romántica que se estrenó ayer en España y donde el veterano actor da vida a un hombre casado que ya no desea sexualmente a su mujer (Meryl Streep).

Perfectamente trajeado y echando a los reporteros la mirada de tío duro que tantas veces hemos visto en sus películas, el ganador de un Oscar porEl fugitivo(1993) practica su más que aceptable castellano, aprendido tanto en la universidad (donde se matriculó cum laude) como en sus actuales conversaciones con los jornaleros mexicanos y argentinos con los que trabaja cuidando de sus vacas (vive en un rancho de Texas donde no hay un cine en cientos kilómetros a la redonda). A pesar de las serias advertencias del publicista, un periodista le soltó: «¿Quién cree que ganará las elecciones en su país? Respuesta: «No voy a hablar de política con usted».

Todas las estrellas de Hollywood que han pisado este año San Sebastián (y llevamos unas cuantas) no han tenido el menor problema en hablar de política y en mostrar su apoyo a los demócratas. Tommy Lee Jones -compañero en Harvard de Al Gore- también tiene inclinaciones demócratas, pero está claro que no le apetece contarlas.

Sí habla, sin embargo, de cine. Y de comedias, comoSi de verdad quieres, un género no precisamente habitual en su dilatada carrera. «La comedia es algo esencial en la vida. Los hermanos Marx, Chaplin... ¿Qué hay más esencial que Chaplin?»

Al igual que hizo enLos tres entierros de Melquiades Estrada(2005), el actor se volverá a poner detrás de la cámara para rodar una película. Ejercerá de director, pero no de productor, como hizo en el anterior filme. «No soy tan idiota como para invertir mi propio dinero en una película», explicó tras dejar claro la cantidad de dificultades que uno tiene que atravesar para conseguir la financiación aunque uno se llame Tommy Lee Jones y sea una estrella.