Análisis

¿Cómo se escribe Wis¿awa Szymborska?

La nobel polaca Wis¿awa Szymborskia.

La nobel polaca Wis¿awa Szymborskia.

JAUME SUBIRANA

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Uno de esas historietas de final de trayecto en autobús turístico explica que Dios les hizo a los polacos el favor de ponerlos entre Rusia y Alemania para que nunca se aburrieran. Con la historia moderna a mano, el chiste no deja de tener buena parte de razón, pero si nos olvidamos de guerras y dinastías y vamos a la literatura, y en concreto a la poesía contemporánea, el supuesto campo de batalla de los dos grandes imperios se nos convierte en una potencia imperial: porque Polonia es el país (o, mejor, la cultura) deZbigniew Herbert(favorito de uno de los grandes poetas vivos:Seamus Heaney), deCzesław Miłosz,deWisława Szymborska,deAdam Zagajewski.Y esto para evocar solo los nombres de los poetas polacos modernos más reconocidos, los que están traducidos a las principales lenguas cultas: pocas poesías hoy en el mundo (con todos los respetos por la anglo-irlandesa) pueden presentar una nómina como esta de figuras estelares de primera fila internacional.

En la lista destacan, quizá por el obvio reconocimiento que el Premio Nobel de Literatura comporta,Miłosz,que obtuvo el galardón en 1980, yWisława Szymborska, que lo recibió en el año 1996 y que acaba de morir en Cracovia. Aunque nació en 1923 en Prowent (hoy Kórnik), la antigua capital polaca junto al Vístula, Cracovia (a donde fue a vivir con su familia con ocho años) ha sido siempre su ciudad y allí ha vivido modesta y discretamente hasta su fin. Estudiante de literatura y sociología,Szymborskatrabajó para diversas revistas literarias, hizo crítica, escribió versos y artículos (busquenLecturas no obligatorias) y tradujo del francés. En 1952 publica por primera vez, pero el que ella considera su primer libro,Llamando al yeti,no llega hasta 1957. Desde entonces, una veintena de títulos y una lista significativa de galardones que se acelera durante los años noventa y engrosa sobre todo a partir de aquel día, a principios de octubre de 1996, en que en las redacciones de medio mundo los periodistas de guardia seguro que preguntaron al supuesto experto literario de turno: «¿Sabes cómo se escribe Szymborska?»

El libro siempre abierto

Admiradora deJoseph Brodsky(el que dijo que la estética es la madre de la ética),Wisława Szymborskapertenece al puñado de mujeres y hombres que en la larga guerra fría no renunciaron al lenguaje contaminado por el comunismo de Estado pero que, poco a poco, fueron regenerándolo haciendo equilibrios entre escepticismo y responsabilidad, entre cotidianeidad y utopía. En el caso de la autora polaca, con una poesía clara y vibrante cargada de conciencia pero también de humor («Después de cada guerra/ alguien tiene que limpiar...») que en catalán podemos leer en un solo volumen panorámico publicado por Columna en 1997 (Vista amb un gra de sorra) en traducción deJosep M. de Sagarra Àngel,mientras que en castellano se ha ido publicando regularmente por diversas editoriales (Hiperión, Lumen, Igitur, FCE) de la mano de traductores comoGerardo BeltrányAbel Murcia.

Sin llegar a los programas especiales en las radios polacas de los que nos hablaba ayer en su blog de traducciónXavier Farré(xavierfarreabcd.blogspot.com/) desde Cracovia, podemos decir que en España no hay razón ni excusa para no dar a los versos deWisława Szymborskala oportunidad de sorprendernos. Y les aseguro que lo conseguirán, porque pertenece a la rara estirpe de poetas que saben trenzar calidad y comunicabilidad, que buscan (y encuentran) la revelación en lo cotidiano con juegos y voces aparentemente simples pero difíciles de olvidar (escriban en Googlecebulaivimeoy entenderán de qué les hablo).

Pero ahora pongan por favor todo esto que les he dicho entre unos prudentes paréntesis, porque tal como dijo ante el rey de Suecia aquella mujer de apellido difícil, sea lo que sea la inspiración (o la poesía), nace de un continuoNo lo sé.Y esta sinceridad, esta fragilidad, esta relatividad es lo que la hace (a la poesía, a la inspiración, a la poeta) tan atractiva.

Ha muertoWisława Szymborska(deletréenlo con calma: atención e intención nos vacunan contra la obviedad). La persona se ha ido, pero nos quedan, vivos y refulgentes, los versos: «Todo principio/ no es más que una continuación,/ y el libro de los acontecimientos/ se encuentra siempre abierto a la mitad».