Las claves de la cartelera

Tom Cruise se lanza a otra 'Misión: Imposible'

Brad Bird, maestro del cine de animación, dirige la cuarta entrega

Un fotograma de 'The artist', o un viaje en blanco y negro al cine de los años 20.

Un fotograma de 'The artist', o un viaje en blanco y negro al cine de los años 20.

QUIM CASAS

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Una de las cosas que mejor caracteriza a Tom Cruise al mando de la serie cinematográfica deMisión: Imposible es su buen gusto y criterio para escoger a las directores. La primera tuvo tras la cámara a un inspiradísimo Brian De Palma. La segunda encontró en John Woo al mejor director posible para orquestar como coreografías musicales sus notables escenas de acción. La tercera recayó en J.J. Abrams, que trasladó algunas de las soluciones narrativas y expresivas de sus teleseriesAliasyPerdidos a las andanzas del agente Ethan Hunt. Para la cuarta,Misión: Imposible 4. Protocolo fantasma, Cruise se ha agenciado los servicios de Brad Bird, artífice de algunas de las mejores películas de animación de los últimos años:El gigante de hierro, Los increíblesyRatatouille.

Misión: Imposible 4 es la primera película con actores de carne y hueso e imagen real rodada por Bird. La fórmula sigue funcionando. Cruise pone las directrices y los cineastas escogidos ofrecen el toque de distinción. De la teleserie original concebida por Bruce Geller poco queda más allá del nombre del personaje y la célebrada sintonía compuesta por Lalo Schifrin. Ya en el primer filme, concebido por De Palma como un regreso --hiperespectacular, eso sí-- a la corriente del cine de espionaje en plena guerra fría, la serie televisiva era tan solo un punto de partida. Lo mismo ocurre en la cuarta entrega, tan sofisticada como las otras --siguen abundando nombres europeos en el reparto, aquí Jeremy Renner, habitual del cine de los hermanos Dardenne, y Léa Seydoux-- y barajando con intensidad las escenas de acción, las de suspense y las de puro relato de espionaje.

El protocolo fantasma al que alude el título es una especie de cortina de humo destinada a proteger a Hunt y los nuevos miembros de su grupo en una nueva aventura, ni más ni menos que esclarecer un atentado con bomba en el Kremlin. De nuevo la rivalidad/cordialidad entre las dos potencias como telón de fondo del cine de espías, aunque concebido a la manera entre activa y atormentada con la que Cruise ha construido su interesante obra como actor y productor en los últimos años (con mediocres excepciones comoNoche y día).

¿Quién puede hacer competencia al filme del trío Cruise-Hunt-Bird este fin de semana en la cartelera de estrenos? Posiblemente otra película estadounidense que mira hacía el pasado,Perros de paja,nueva versión de la historia de tensa violencia tratada por Sam Peckinpah en el filme del mismo título de 1971. 40 años después, Rod Lurie (con James Marsden y Kate Bosworth en los papeles interpretados originalmente por Dustin Hoffman y Susan George) vuelve a contarnos las andanzas de un hombre pacífico y apocado que acaba ejercitando una desmesurada violencia como única forma de protección ante una comunidad desquiciada.

También entra con fuerza, con varios premios de prestigio a cuestas, la producción francesaThe artist, evocación de los tiempos traumáticos en los que el cine de Hollywood pasó del mudo al sonoro. Rodada en blanco y negro, sin diálogos ni sonido, aunque con mucha música, la película de Michel Hazanavicius hace de la reconstrucción estética y vivencial del pasado (año 1928) su mejor tarjeta de presentación.

La iconoclasta Miranda July plantea en su última película/performance,El futuro,una reflexión sobre la crisis de identidad y la crisis afectiva a partir de la historia, realista y surrealista a partes iguales, de una pareja que decide adoptar un gato. Todo cambia en su mesurada existencia en común a partir de este acontecimiento aparentemente sencillo, casi banal. July protagoniza, escribe y dirige el filme convirtiéndose, como siempre, en el epicentro del mismo.

La ración de cine animado queda cubierta con la tercera entrega de otra franquicia de éxito, la deAlvin y las ardillas.En esta ocasión, los roedores protagonistas se embarcan en un crucero de lujo y acaban en una isla que, aparentemente, se encuentra desierta.