Las incógnitas de Sant Jordi

¿Sant Jordi de gloria o de pasión? La coincidencia del día del libro en medio de las vacaciones de Semana Santa lo ha convertido en el más impredecible de los últimos años. Cuando llegue el momento se verá si la dispersión en varios días y la afluencia de turistas y habitantes de segundas residencias en muchos más lugares que el centro de unas pocas ciudades y, sobre todo, de Barcelona, acaban siendo incluso positivos. O bien si la conjunción de estas fechas difíciles y la crisis que, desde el 2010 y sobre todo desde enero, se hace notar con dureza en las librerías, amargan la gran fiesta del libro.

1. ¿Se adelantará de verdad el día del libro?

La fiesta, propiamente dicha (paseantes y puestos en las calles, rosas en las manos, libros en la bolsa) será el 23 de abril. Pero si nos quedamos estrictamente con el gesto de comprar un libro para regalarlo, los libreros creen que los días fuertes de ventas empezarán hoy, entre quienes prevén irse de vacaciones, y se mantendrán de forma sostenida durante toda la semana.

2. ¿La fiesta estará más descentralizada?

Los autores y sus editores quieren estar el día 23 en Barcelona. Pero falta ver qué éxito tendrá la presencia de autores del país firmando a lo largo y ancho del territorio de Catalunya durante los días previos, más aún que el año pasado, y si puntos como Girona o la costa atraerán en Sant Jordi a público metropolitano de vacaciones.

3.  ¿Por qué no hay más actividades?

El planteamiento del sector ante este Sant Jordi anómalo es un compromiso entre el deseo frustrado de editores e instituciones (desplegar actividades culturales, como una noche blanca, e incluso aplicar el descuento del 10% toda la semana) y la decisión de los libreros de concentrar sus esfuerzos (y limitar el descuento) al 23 de abril. En Barcelona el temor a la fuga de lectores ha sido mayor que en otras ciudades.

4. ¿Qué libros son los favoritos?

Este año no habrá unZafónmonopolizador, y las opciones están repartidas. Pero vistos losránkings de las últimas semanas, hay nombres que no fallarán: Espinosa, Auel, Marías, Solsona, El Hachmi, Sierra, Lloréns, Murakami, Camilleri, Hessel, Punset, Marsé, Márquez ...

5. ¿Triunfará el libro en catalán?

En Sant Jordi, uno de cada tres libros que los lectores se llevan a casa es en catalán (el resto del año, uno de cada cinco). En el 2010, algunos títulos empataron con los éxitos en castellano. Y este año la oferta es aún mayor.

6. ¿Cuáles son las tendencias en alza?

Sant Jordi tiene sus propios géneros: el libro mediático (que ya no es lo que era), la novela histórica local... Pero en general, las corrientes que marcan los gustos de los lectores son la novela negra, la narrativa romántico-sentimental, que no rosa, la fantasía y el `crossover¿entre lo adulto y lo juvenil. Falta ver si el fenómeno `Indignaos¿ marca una tendencia.

7. ¿Nos acordaremos de Pla y Maragall?

Exactamente el próximo 23 de abril se celebrará el 30º aniversario de la muerte de Josep Pla. La Fundació Josep Pla y el Ayuntamiento de Palafrugell organizan los principales actos de esta celebración de baja intensidad. En el centenario de otro grande, Joan Maragall, el Departament de Cultura dedica al poeta una gran exposición con vocación de abordar todas sus imprescindibles facetas.

8. ¿Acabaremos celebrando una e-Diada?

A corto plazo, no. El 8% del mercado editorial en EEUU es digital, y nos llevan mucha ventaja (el libro electrónico sigue aquí por debajo del 1% del mercado). Un pronóstico: incluso tras un tsunami digital, Sant Jordi seguiría siendo un nostálgico día del libro... de papel.

9. ¿Se venderá menos?

Dependerá de muchas cosas, pero la tendencia de salida es a la baja. Los catalanes compraron el 2010 un 10% menos de libros que el año anterior, y esta rebaja se ha vuelto a repetir (si no más) en lo que va del 2011. Sin embargo, quizá en Sant Jordi se haga una pequeña excepción: en tiempos de crisis las rebajas siempre son un oasis, un buen momento para esperar a hacer las compras.

10. Pero al final, ¿y si llueve?

Los gremios de libreros y editores han confesado que, a pesar de la incómoda coincidencia con la Semana Santa -lo que ha sucedido siete veces en las 82diadesde la historia- lo que más les preocupa es que haga buen tiempo y el lector salga a la calle. Las previsiones del Meteocat, que llegan hasta el día 22 de abril, vaticinan una probabilidad «media» de lluvia.